QUIZÁ LA urgencia de relevar al Fiscal carnal de Miguel Ángel Yunes Linares ha dejado de lado un tema que va concatenado a este, sobre todo si la comisión instructora del Congreso del Estado dictamina que Jorge Winckler Ortiz si incurrió en actos que ameriten su destitución, ya que de ser así, el tema pasaría en automático al Poder Judicial, tácitamente, desmantelado actualmente y sin que se vean visos de nombrar a los 13 o 14 magistrados necesarios para darle vida a esa instancia, y estar en condiciones de calificar el resolutivo que se emita, aun cuando ya esté constituida la Sala Constitucional. Y es que no obstante trascender que antes del próximo jueves habrá nuevos magistrados, lo cierto es que no se ve para cuándo habrá “luz verde”, muy a pesar de que más de 400 juristas se anotaron como aspirantes, aunque queda claro que no todos podrán entrar, ni siquiera los más capaces, sino aquellos que recomiende el Gobernador y los grupos con quienes deberá repartir el “pastel”, pero que estén dispuestos a apoyar los acuerdos que surjan desde el Ejecutivo; así es, y así seguirá siendo por los siglos de los siglos, por más que arribe al poder un partido cuyos militantes se sienten la encarnación de la purísima, olvidando en muchos casos sus orígenes provenientes de institutos que ahora descalifican y llaman corruptos. Tal vez lo que detiene al gobernante en turno es que no acaba de confiar en Edel Álvarez Peña, ya que aunque jura amor eterno al Ejecutivo, lo cierto es que el sureño seguirá siendo compadre del ex Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y, en una de esas, al tener magistrados afines, es capaz de manipular la sentencia para que el Fiscal siga en el cargo y concluya sus nueve años completitos, incluso, más allá de la temporalidad del propio Cuitláhuac García Jiménez.
Y AUNQUE hace poco declaró que “de parte del Poder Judicial hay respeto e institucionalidad hacia el titular del Ejecutivo” pues, “como se sabe, el artículo 59 de la Constitución Política del Estado indica que es atribución del señor Gobernador proponer a los magistrados y el Congreso local, en plena autonomía, autoriza esos nombramientos, y en el caso del Tribunal Superior de Justicia es el Pleno de Magistrados el que los asigna a las salas y vacantes correspondientes”, lo cierto es que Edel está negociando permanecer en la Presidencia del Poder Judicial, algo que a Cuitláhuac no conviene, ya que no desea renunciar al privilegio como Gobernador de decidir quién se queda como titular de ese poder, además de que al interior del gabinete tiene varios “diablitos” que hacen el trabajo de su consciencia convenciéndolo de no aceptar presiones de Álvarez que, en todo caso, de no lograr lo que quiere, maniobraría para que Winckler se quede. Edel asegura que de ninguna manera existe distanciamiento con Cuitláhuac García Jiménez, de quien no se expresaba, precisamente, bien cuando andaba en campaña, aunque ahora insista que de su parte “siempre ha habido respeto, reconocimiento e institucionalidad hacia el titular del Poder Ejecutivo desde el primer día de su mandato” y que “como representante del Poder Judicial puedo decirte que las instituciones siempre estarán por encima de las personas; los criterios tanto de magistrados como de jueces atienden siempre al principio jurisdiccional del respeto a la ley y así seguirá siendo”. Dice reconocer en el hijo del profesor Atanasio García Durán a un hombre institucional que está dedicado a atender las necesidades de los veracruzanos, y el Poder Judicial aportará todo cuanto esté a su alcance para apoyarlo en esta tarea, sobre todo en materia de impartición de justicia”.
COMO FUERA, el Tribunal Superior de Justicia sigue desmantelado y sin rumbo, ya que García Jiménez continúa en el proceso de seleccionar a quienes considera los mejores, pero el tiempo apremia sobre todo por los pendientes que tendrán que analizarse ahí, como es el juicio político de Jorge Winckler, si así lo decide la comisión instructora. Y es que a estas alturas, de los más de 400 inscritos para ocupar una de las 13 o 14 magistraturas vacantes ya debería existir ternas, esto es, al menos 26 aspirantes calificados de entre los cuales salgan los elegidos o, de plano, ya debería estar la lista de los 13 o 14, pero el asunto es que muchos jamás han tenido una relación con el Gobernante en turno y se corre el riesgo de que, una vez sentados en el mullido sillón de magistrados, juren lealtad incondicional a Edel Álvarez Peña, sobre todo si este les vende la idea de que el nombramiento se lo deben a él. En fin, Cuitláhuac García Jiménez necesita, urgentemente, un despacho externo de asesoría contratado con carácter “gerencial” que no exija al contratado ciertas obligaciones como cumplir un horario, pero si a dar resultados o perder su contratación. Así de simple…
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EN SU carta renuncia al Partido de la Revolución Democrática –instituto en el que dice haber militado desde 1992-, a Sergio Rodríguez Cortez, actual titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PMA) donde llegando puso de patitas en la calle de 33 trabajadores para incrustar a sus “cuates”, comadres y otras denominaciones, solo le faltó decir explicar la historia de aquella “sutil” fotografía que, según dice, le tomó su entonces secretario particular cuando se desempeñaba como Presidente Municipal de Ciudad Mendoza, en la cual aparece en trusa y playera blanca sobre una cama repleta de billetes de a mil pesos, cuya difusión atribuyó a sus enemigos políticos como Enrique Romero y al Gobierno del Estado que por entonces presidía Fidel Herrera, aunque otros dicen que fue en tiempos de Javier Duarte de Ochoa. Como fuera, Rodríguez Cortez ya no era miembro del PRD, pues en Mayo de 2018, de acuerdo al dirigente del Sol Azteca, Jesús Alberto Velázquez Flores, se iniciaron ante el Comité Ejecutivo Nacional los trámites necesarios para su expulsión tras pronunciarse a favor del aspirante a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, de Morena, por lo que desde entonces se envió la documentación al presidente de la Comisión de Afiliación y al líder nacional en apego al acuerdo tomado por el consejo, donde se acordó que cualquier funcionario público emanado de ese partido y que estuviera apoyando abiertamente a candidatos de otros institutos políticos sería expulsado de inmediato. De hecho, Sergio Rodríguez ya no pertenecía a la bancada del PRD tras renunciar a la bancada de ese partido para irse a la mixta en el Congreso local, luego la abandonó para querer regresar a la del sol azteca, en donde ya no fue aceptado y, finalmente, se declaró independiente. Su carta renuncia es, sin duda, esa necesidad atrofiante de estar en los medios. OPINA carjesus30@hotmail.com
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