Las cosas van mal, los analistas de cierto prestigio, algunos muy afamados por su capacidad y experiencia, pronostican baja en el incremento del PIB, los expertos diagnostican un grave desorden en los asuntos relacionados con el manejo financiero, otros más, siempre de gran prestigio y con experiencia en organismos internacionales como el banco Mundial y las UN, nos dan por muertos, conclusión cuando se rompe la buena relación entre el máximo dirigente de un país y sus colaboradores, simplemente no hay gobierno democrático, un solo hombre toma las decisiones, conduciendo al totalitarismo, una monarquía semejante a la de Luis XIV, “El estado soy yo”.
Una de las más graves decisiones tomadas por nuestro Primer Mandatario, fue conducir a la burocracia gobernante por el camino de la austeridad republicana, suena bonita la expresión, pero los afectados, sobre todo los altos funcionarios, entienden bien la frase, les bajaran el sueldo, sin análisis, simplemente, porque así lo decide el que manda y si no les gusta, la puerta está abierta, eso, sencillamente no funciona, cuando una persona acepta un empleo, se le anticipa el salario, piensa que recibirá una cantidad semejante a la que recibía el anterior empleado, al que substituye, acepta el cargo y programa su forma de vida personal y familiar, teniendo la seguridad de recibir una cantidad razonable, en función del cargo a desempeñar.
Los políticos que viven en la brega burocrática, saben perfectamente que en ese mundo, manda el de más arriba, desde antes de haber triunfado en la lid electoral, estaban consientes de la responsabilidad que iban a desempeñar, se prepararon para ello, los pillos que abundan, hacen los compromisos necesarios para armar las estructuras corruptas que se han acostumbrado en nuestro país, en este caso, uno de los argumentos más seductores que manejó AMLO para conquistar el voto, fue el combate a la corrupción, podía o no haber funcionado esa línea de conducta, pero bajar el sueldo de los altos funcionarios, IMPOSIBLE, los elegidos estaban dispuestos a trabajar cumpliendo los principios ofrecidos a los electores por AMLO, pero una cosa es ofrecer posturas laborales honorables, apegadas a la honradez, y otra muy distinta es sacrificar la forma de vida personal y familiar a que están acostumbrados.
Imposible jugar con valores éticos o forma de vida a que todo mundo aspira, vivir mejor es válido sueño, por ello se preparan los profesionales de cualquier área, pero reducir su estipendio ¡JAMAS!, ante esa postura dispuesta por el jefe, optan por el camino de la corrupción, los enjuagues con los empresarios resuelven todos los problemas, AMLO puede sacrificar todo lo que da significado a su forma de vivir, pero quienes van a colaborar, simplemente no aceptaran reducción de ingresos, como resultado de ese diferendo, la guerra está en todo su apogeo, las decisiones y declaraciones de AMLO, no tienen valor, se le contradice y rechazan su forma de gobernar, teniendo un sistema republicano con tres poderes, la unión de dos de ellos ponen en la lona, derrotado o en ridículo, al que está solo, y hasta donde las cosas se están viendo, AMLO está solo, ergo, derrotado. ¡AGUAS!
Abril 11 del 2019 lmwolf@prodigy.net.mx Luis Martinez Wolf |
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