Seguramente muchos de los lectores (as) han oído en estos días de crisis y enredijos financieros en que solo participan, se enredan, defraudan, transan en el sentido naco de la palabra, la gente bonita, la dueña del gran billete, quienes después de todas esas raras actividades, salen mas ricos de lo que eran o por lo menos quedan tablas y como en todas estas transas están metidos los grandes políticos, a los que salen raspados, se les da tiempo para pelarse, casi nunca paran en el bote.
Trataré de dar una explicación de lo que son los derivados financieros, sencillamente es un mecanismo bursátil sin expresión propia, pues se “deriva”, proviene de otros activos relacionados con estos derivados, si los activos a los que se les llama activo subyacente bajan de precio o truenen en el mercado, el documento que representa el derivado, también truena o baja de valor igual que el activo subyacente que le respalda. Ojala me haya podido explicar, pero daré mas enredos.
Los señores del gran billete tienen a su servicio a los complicados profesionistas de la economía, son los culpables de todos estos enredos desde ante de que su enredosa actividad fuera licenciatura, los mercados bursátiles son los garantizadores cómplices para que los “derivados” jueguen en la bolsa, en el mejor sentido sirven como respaldo o cobertura a los industriales cuando dependen de materias primas de valor fluctuante, pero en los mercados donde colocan, el producto terminado tienen control de precios, ejemplo es el maíz; valga para ilustrar.
El señor maseco, el que nos surte de la materia prima para nuestras tortillas, importa y compra donde puede y como puede el maíz para elaborar su harina de maíz, ante la variabilidad de los precios que dependen de muchos factores concurrentes, se crea en el negocio bursátil un mercado de derivados a precios futuros del maíz. Don Maseco, el Sr. Roberto González Barrera compró a precios futuros papel bursátil en que el activo subyacente o garantía para el precio de ese papel derivado era el maíz. Entró en el mercado de derivados para asegurar el abastecimiento del grano a un precio garantía en México de la tortilla, se enredó con una suma del orden de 668.3 MD, se vino abajo la bolsa de valores, arrastrando los derivados y le fue muy mal. Pero no es para espantarse, luego, luego, lo arregló.
Los cracks bursátiles lo arreglan los bancos, los gobiernos o el espíritu santo, vulgo economistas, el asunto es como en Jalisco, nunca pierden, mas pronto que enseguidita, sus asesores redocumentaron pasivos, pusieron en el mercado los derivados y solicitaron a la banca un crédito cobertura por la bonita suma de US Dll. 738 milloncejos, 69.7 milloncitos mas para recuperarse del susto derivado de los pinches derivados financieros. Le alcanzará para tomar vacaciones en un nuevo Jet.
Ni modo, eso solo es para los reyes que hacen tortillas, juegan en el mercado bursátil y saben, como en el pocker, cubrirse cuando reciben un mal juego, genialidades de la bursatilización; parece que algunos asesores de AMLO conocen estas jugadas. Los derivados y la bursatilización son siempre a ganar. ¡AGUAS!
Abril 12 de 2019 lmwolf@prodigy.net.mx Luís Martínez Wolf |
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