AL INICIAR el Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, el ex alcalde de Coatzacoalcos, Edel Humberto Álvarez Peña fue designado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado para el periodo 2016-2019. Yunes necesitaba un Poder Judicial a modo para llevar a prisión a los principales duartistas que habían saqueado al Estado y a otros que consideraba claves para imponerse una medalla al mérito (ya que era la principal promesa de campaña que lo hizo ganar y de la cual abusó), y para ello contó con el respaldo del Fiscal General que impuso, Jorge Winckler Ortiz pero, sobre todo, de jueces aliados y consentidos del magistrado presidente que les otorgó plena libertad para actuar, siempre bajo la consigna o instrucciones del Gobierno en funciones, de tal suerte que algunas sentencias reflejaban más revanchismo que sentimiento de justicia a los veracruzanos. Así fueron cayendo personajes como el ex Gobernador Flavino Ríos Alvarado a quien acusaron de haber prestado un helicóptero para que el nefasto Javier Duarte de Ochoa se fugara, algo que no fue cierto, y que el oriundo de Minatitlán demostró con bitácoras en mano, ya que los tiempos entre la presencia del, entonces, mandatario en el aeropuerto de El Lencero y la supuesta instrucción dada no coincidían, pero aun así fue encarcelado varios meses, pues se trataba de demostrar que se estaba trabajando en bienestar de los Gobernados, y hasta se atrevieron a buscarle otros ilícitos que, por supuesto, no pudieron configurarle porque nunca existieron, ya que Ríos Alvarado ha sido un político transparente. Otros funcionarios que si tenían responsabilidades en saqueos fueron perdonados cuando entregaron parte de los bienes robados, y entonces la justicia se hizo selectiva a criterio de Yunes Linares que terminó por desviar la atención hacia el ex Fiscal Estatal, Luis Ángel Bravo Contreras que en tiempo y forma entregó el cargo, aunque pudo haber hecho lo que Winckler, ya que fue designado por 9 años pero prefirió ceder el espacio a sugerencia de Ríos Alvarado que, también, entregó anticipadamente la Secretaría de Finanzas, pues no se trataba de pelear con nadie sino de hacer tersa la entrega recepción.
DE ESA manera, cuando el tema de los desaparecidos acaparó la atención superando, incluso, al del saqueo debido a la presión de colectivos de familias que buscan a sus seres no localizados, desde la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia –con los jueces a modo que, posteriormente, fueron removidos y confinados a juzgados perdidos en la lejanía-, se procedió contra el ex Fiscal, Bravo Contreras; contra la exdirectora de Investigaciones Ministeriales de la Fiscalía General del Estado, María del Rosario Zamora González; contra el exdirector de Servicios Periciales Gilberto Aguirre Garza y contra la exdelegada de la Policía Ministerial de la zona Centro-Xalapa, Carlota Zamudio Parroquín (esta última, contra todo lo que se diga, encarcelada injustamente y solo por un sentimiento del rencor y revanchismo del actual Fiscal debido a que tuvo la entereza de denunciar en conferencia de prensa las anomalías que se vivían al interior de la dependencia, y en ese tenor la enviaron a una zona peligrosa en el Norte del Estado antes de proceder a su detención). Fue tal el apresuramiento para llevarlos a prisión, que a decir verdad no contaban con argumentos sólidos para sostener las denuncias, y en ese tenor todos ellos, acusados de desapariciones forzadas de personas cuando en el expediente se entiende que lo que, supuestamente, desaparecieron fueron cadáveres, lograron que se les cambiarán las medidas de prisión preventiva por la de domiciliaria, lo que pone en evidencia a Jorge Winckler pero, al mismo tiempo a Edel Álvarez Peña cuyos jueces dictaminaron las sentencias iniciales cuando se encontraba al Servicio de Miguel Ángel Yunes, pero ahora que vive bajo la sombra de Cuitláhuac García Jiménez acepta la variación de la sanción, esto es, se sigue moviendo para donde le soplen los vientos que al fin y al cabo la justicia es lo que menos importa cuando se trata de salvar el pellejo.
LO DE Javier Duarte de Ochoa terminó por convertirse en una obsesión para Yunes Linares como, actualmente, Yunes y Winckler se han convertido en lo mismo para el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el inefable Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, a tal grado que ante la impotencia de echar del cargo al Fiscal, se han aliado con Álvarez Peña para que le frustre todas las indagatorias presentadas contra ex duartistas que, uno a uno han ido dejando la prisión, y demostrar con ello que no sirve para procurar justicia ya que en los casos mencionados respondió a vendettas. Así, con el apoyo de los jueces de Edel se está poniendo en duda la capacidad de abogado de origen oaxaqueño, lo que haría más fácil otro juicio político ante el Congreso del Estado evidenciando la incapacidad del funcionario para procurar la ley, más aun cuando otros delincuentes –no precisamente duartistas- han logrado su libertad por falta de sustento jurídico en las pruebas que los inculpaban. Si Edel Humberto logra que Winckler quede como el rey aquel de la fábula de León Tolstoi con su traje invisible, seguramente logrará extender su periodo al frente del Tribunal Superior de Justicia que es lo que realmente busca, ya que estaría demostrando que más allá de la amistad su naturaleza es servir a quien lo protege en su momento, inyectando ponzoña –como el escorpión a la noble rana que lo ayudaba a cruzar el río-, y así lo demostró con Javier Duarte, Miguel Ángel Yunes Linares y, próximamente, con Cuitláhuac.
TAL VEZ el Fiscal General, Jorge Winckler tiene razón cuando en su descargo señala que ninguno de los imputados por el delito de desaparición forzada de personas ha sido absuelto, ya que el cambio de medida cautelar obedece a resoluciones federales que les permiten continuar el proceso penal que enfrentan y en prisión domiciliaria, pero si los jueces de Edel así lo consideran o, en el peor de los casos, reciben instrucciones, con la mano en la cintura los dejarán en libertad y acaso hasta los premien con una magistratura como suele ocurrir en estos casos, y como se pretendía recompensar a los iniciales jueces que luego fueron confinados en el ostracismo. Es evidente que de ahora en adelante, Jorge Winckler Ortiz ya cuenta con otro enemigo gratuito -y a conveniencia- que se suma al dúo dinámico integrado por SuperCuitláhuac y su mascota Patrocinio, y en ese tenor le darán mucha guerra al Fiscal echándole abajo cualquier avance que tuviera en materia de justicia, pues se trata de correrlo al precio que sea necesario y, de paso, una vez fuera –y eso lo sabe de sobra Winckler que la aplicó a Luis Ángel Bravo Contreras- enderezarle un proceso que lo lleve a prisión donde puede ocurrir cualquier cosas, y hasta obligarlo a declarar contra su “jechu”, Miguel Ángel Yunes Linares para, de igual manera, iniciarle un juicio y de paso atajarle el camino al junior llegado el momento. Así de simple son las cosas del poder. OPINA carjesus30@hotmail.com
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