YA NO deseamos atizar el fuego echando combustible al asador, pero una pregunta revolotea en nuestra mente: ¿Qué pasaría si un juez Federal ordena al Congreso del Estado la reinstalación del Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, ahora separado “temporalmente” por obra y gracia de la Diputación Permanente?, porque nos queda claro que todo puede suceder en este convulso Estado, y acaso por ello no es ocioso que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez exhiba su desesperación y reconozca que se reunió este miércoles con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, a quien pidió (vaya intromisión de un Ejecutivo Estatal en asuntos de la FGR) que avancen las denuncias interpuestas contra Winckler y otros ex funcionarios –léase Marcos Even Torres Zamudio, Fiscal Anticorrupción, y hasta Miguel Ángel Yunes Linares, ex Gobernador de Veracruz-, ante el temor de que el abogado de los Yunes Linares-Márquez pudiera ser reinstalado y, entonces sí, se les arme la de Dios y señor padre. Y es que si el Fiscal de origen oaxaqueño vuelve a su puesto, la guerra será encarnizada y sin cuartel, y muchos funcionarios “cuitlahuecos” que no habían sido llamados a declarar por asuntos pendientes como la privación ilegal de la libertad de que se acusa al Secretario de Educación de Veracruz, serán acosados y hasta llevados con elementos ministeriales ante las instancias. Lo sabe el Gobernador y, por ello, aunque dijo que ya no se metería en el caso de la Fiscalía puesto que Jorge Winckler fue removido por el Congreso local y no por el Ejecutivo, sigue moviéndose, y en serio, ante un posible fallo judicial que solo por hacerle la maldad o porque la ley así lo considera, le devuelva el puesto al depuesto Fiscal que sigue trabajando su defensa desde algún lugar por temor a ser detenido, ya no tanto por la Fiscalía General de la República sino por la del Estado.
DICE GARCÍA Jiménez que en el encuentro con el Fiscal Gertz Manero abordaron denuncias interpuestas contra el Fiscal suspendido y otros exfuncionarios, aun cuando ha quedado claro que en el asunto del bar Caballo Blanco, quienes dejaron en libertad al presunto detonador de las bombas molotov arrojadas al local no fueron funcionarios de la Fiscalía Estatal sino de la Federal, y que se sepa nadie ha actuado contra la llamada “Loca”, aun cuando en actas ministeriales aseguran haberle incautado tras su detención 50 grapas de una sustancia parecida a la cocaína y un arma y, sin embargo, fue dejado en libertad. Cuitláhuac dice, sin embargo, que ya hay avances en la investigación por la masacre de Coatzacoalcos. “Me han informado que los avances son ya sustanciales y que pronto se dará información de manera pública”, insiste un gobernante que revela que en la reunión también solicitó a Gertz Manero dar seguimiento a las denuncias que se interpusieron por parte del Gobierno del Estado en contra de Jorge Winckler Ortiz, titular suspendido de la Fiscalía General de Veracruz, y eso que días después de haber sido destituido dijo que ya no abordaría el tema.
QUEDA CLARO, por lo tanto, que existe el riesgo de que Jorge Winckler pudiera ser reinstalado, y que las cosas se compliquen aún más en el solar jarocho que no ve una en materia de inseguridad y violencia, pues aunque la encargada de la Fiscalía jure y perjure que han cumplimentado 24 órdenes de aprehensión en lo que va de su asunción a la fecha, lo cierto es que no reporta en qué Fiscalía ni quiénes son los detenidos y porqué delito, lo que convierte al dicho en un argumento que busca justificar su ascenso. Es como decir fui a la luna y no mostrar pruebas de ello, o asegurar que se es médico pero se carece del título correspondiente.
POR LO pronto sigue pendiente la instrucción de una jueza Federal que ordenó al Congreso del Estado que informe las razones por las cuáles el fiscal Jorge Winckler fue separado temporalmente de su cargo, y es la fecha que la Legislatura no ha dicho si cumplió con la instrucción emanada de Karina Juárez Benavides que fue quien realizó el requerimiento. Y es que desde el pasado 18 de Enero se abrió a trámite un incidente de violación a la suspensión definitiva que la jueza otorgó al titular de la Fiscalía General del Estado, ahora cesado, contra cualquier intento del Congreso Estatal de removerlo. Por ello la instrucción: “requiérase a las autoridades responsables para que en el término de tres días, contados a partir de que les sea notificado el presente proveído, informen y justifiquen a este Juzgado sobre el cumplimiento dado a la suspensión concedida en los presentes cuadernillos”, establece la orden del juez a los diputados y agrega que: “deberán acreditar con los medios de pruebas procedentes, si emitieron o no el acto que se les atribuye y con el que supuestamente trasgredieron la suspensión otorgada al quejoso, y remitan las constancias que acrediten su dicho, apercibidos que de no hacerlo así, se procederá en términos del artículo 208, fracción II, última parte, de la ley de la materia” que, entre otras cosas señala: -“Si después de concedido el amparo, la autoridad responsable insistiere en la repetición del acto reclamado o tratare de eludir el cumplimiento de la sentencia de la autoridad Federal, inmediatamente será separada de su cargo y consignada al juez de Distrito que corresponda, para que la juzgue por la desobediencia cometida, la que será sancionada en los términos que el Código Penal aplicable en materia federal señala para el delito de abuso de autoridad”.
NO DESEAMOS ser apóstoles del desastre, pero es prudente la pregunta: ¿Qué va a pasar si un juez Federal, pese a las denuncias interpuestas contra el ex Fiscal Jorge Winckler ordena que sea reinstalado en su puesto? Porque todo puede suceder, y más vale que al interior de la administración Estatal estén conscientes de ello. Por lo pronto el titular de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín –que fue quien llevó la batuta en la estrategia que puso de patitas en la calle a Winckler- ha pedido al Secretario de Seguridad Pública que ya retire a los 300 elementos de esa dependencia que resguardan las instalaciones de la Fiscalía, ante el temor que les produce Winckler, y vaya que tiene razón: no se puede distraer personal en tareas de semejante naturaleza cuando Veracruz es un infierno en materia de inseguridad y violencia, donde a diario siguen ocurriendo entre 8 y 9 crímenes dolosos sin que la autoridad, pese a los cambios operados, haga algo para evitarlo, como ha sucedido a una familia de origen chiapaneco la noche del martes, cuando les atravesaron troncos en la autopista, lo que provocó la volcadura de la unidad en que viajaban y la muerte del conductor y lesiones a cuatro de sus familiares. Así las cosas…OPINA carjesus30@hotmail.com
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