QUIZÁ PARA muchos Jorge Winckler Ortiz es ahora de lo peor: servil a los Yunes Linares-Márquez, a intereses subrepticios panistas, poco serio, impuesto a modo y por capricho y, definitivamente, muchos objetivos más, porque es común que del árbol caído todos hacen leña. Ciertamente, Winckler Ortiz perdió el piso; se puso a las patadas con “Sansón”, y no porque este gobierno sea una lumbrera, que por supuesto no lo es, pero indiscutiblemente el ex Fiscal soslayó que estaba enfrentando al llamado Poder Ejecutivo del Estado –que en su nombre lleva la potestad o autoridad: Ejecutivo, que en palabras de la Real Academia de la Lengua es “el que ejecuta o asegura la ejecución o el cumplimiento de algún tipo de acuerdo o mandato”, en suma “el que no admite espera ni que sea aplazada su ejecución”-. En pocas palabras, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez es el titular del Ejecutivo del Estado, y no importa si fuera otro, potencialmente, mejor o peor en materia de oficio político, siempre y cuando tenga ese mando o soberanía. Alguna vez se lo comenté a Winckler: -Es una locura lo que estás haciendo”, y solo sonrió seguro del respaldo de Miguel Ángel Yunes Linares que representó al Poder Ejecutivo, pero para entonces ya no era el Poder Ejecutivo, pues desde el momento en que entregó el poder a García Jiménez, los votos que le respaldaron en las urnas le otorgaron toda la representatividad popular, influencia o preponderancia, pero que en ocasiones no se entiende por soberbia o altanería. Winckler debió renunciar, como lo hizo en su momento Luis Ángel Bravo Contreras –que al final del día, también, fue ingresado a prisión por ese espíritu vengativo de los Yunes que usaban la Fiscalía para perseguir a sus enemigos, como en su momento lo hizo Javier Duarte de Ochoa en la plenitud del pinche poder, y hasta se burlaba de sus cobardes hazañas-.
A WINCKLER, en pocas palabras, lo usó Yunes Linares para sus propósitos personales y políticos, como Duarte usó a sus Fiscales para encarcelar a los amigos o colaboradores de Miguel Ángel Yunes, entre otros, María Josefina Gamboa Torales o, en otros casos, a infinidad de periodistas que no comulgaron con sus políticas amenazantes y arbitrarias, y en reciprocidad se valió de artimañas para deshacerse de ellos, a los que consideraba que le causaban daños. El depuesto Fiscal hizo lo propio con Miguel Ángel Yunes y se prestó a juegos perversos, y se sintió poderoso e intocable, sin reflexionar que en política no hay poder que valga, y que los políticos lo mismo se usan entre ellos y se desechan llegado el momento, como también utilizan a periodistas, más aún cuando las entrañas reclaman el sustento diario y la familia enfrenta mil necesidades. Es entonces el momento preciso de comprar conciencias y de castigar a las que no se prestan al juego que son los menos, pero al menos Winckler, al no estar del lado del gobierno actual representaba cierto equilibrio, esto es, Cuitláhuac no podría usarlo para reprimir a sus enemigos pero, ahora, con una Fiscal a modo la administración iniciará la cacería de todo aquello que le resulte incómodo, incluidos periodistas.
FUERON VARIOS intentos por arrebatarle la Fiscalía, vía Juicio Político y otro tipo de presiones ante las que Winckler se creció, pero una artimaña del pleno del Congreso Local lo puso de patitas en la calle al evidenciar que no contaba con los exámenes de control y confianza necesarios para operar la dependencia que le daba ese poder, y respaldados por decenas de elementos policiacos le prohibieron el acceso a las oficinas de la Fiscalía. Fue una jugada violatoria de la ley, pero qué más da cuando se ejerce el poder, máxime si se cuenta con el respaldo del Presidente de la República en turno que, pareciera, por cierto, no estar nada contento con los resultados que en materia de seguridad ha tenido el Estado, y menos cuando alentado por sus corifeos, el Gobernador proclama una reducción de hasta 19 por ciento en delitos de alto impacto como secuestros y homicidios dolosos, cuando Veracruz ocupa el primer lugar en plagios y feminicidios, y se encamina a esos renglones en crímenes o asesinatos.
DICEN QUE el que a hierro mata a hierro muere, y Winckler Ortiz no midió el poderío de un titular del Poder Ejecutivo, y todo aquello que en su momento desplegó en contra de duartistas –fueran culpables o no- lo está pagando, ya que pareciera que todo se le está revirtiendo, mientras Javier Duarte ríe desde la cárcel y dice no ser partidario de las venganzas “porque esos métodos son de gánster”, sino fiel creyente de la justicia y rubrica: “se cosecha lo que se siembra y esto será el principio de una buena zafra”, refiriéndose a la orden de aprehensión contra Winckler y ex colaboradores, aunque habría que aclararle que como Gobernador sí ejerció la venganza, y aún tenemos por allí aquel mensaje cuando al no aceptar su propuesta, escribió: -espero no vayas a ser un lastre en la carrera de tus hijas-. Eran los tiempos del todopoderoso mandatario pero, por fortuna, las hijas a las que se refería triunfan ahora en el sector privado de la medicina y otros ámbitos.
PERO VOLVIENDO al tema Winckler, el sábado el Fiscal que llegó a sentirse todopoderoso, y que argumentaba que fue nombrado para un periodo de 9 años comenzó a vivir un calvario, cuando a su casa y la de sus colaboradores se apersonó personal de la nueva Fiscalía para ejercer órdenes de arresto que alguien filtró y, con ello, alertó a los aludidos que pudieron darse a la fuga. Las ordenes de aprehensión son contra el ex fiscal removido “temporalmente”, Jorge Winckler Ortiz; del aún Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio; del ex Fiscal Especial en materia de Desaparecidos, Luis Eduardo Coronel Gamboa, así como de 2 ex funcionarios más de la Fiscalía General del Estado a quienes se les vincula con el probable delito de desaparición forzada de personas y privación de la libertad en su modalidad de secuestro, algo por lo que Winckler Ortiz buscaba procesar a Javier Duarte y algunos colaboradores, y que debe ser una llamada de alerta a la flamante Fiscal para que evite el servilismo a ultranza, porque los tiempos tienen una temporalidad y cuando eso sucede la gloria se torna infierno y si no que pregunte a Luis Ángel Bravo y Jorge Winckler.
AHORA BIEN, la orden de arresto contra Winckler y coacusados es solo el principio, ya que vendrá, seguramente, alguna contra Miguel Ángel Yunes Linares y la venganza ocupará los espacios de la Cuarta Transformación como ocurrió en el pasado bienio, mientras los veracruzanos siguen esperando que aterrice el progreso, se acabe la inseguridad y haya de nuevo empleos bien pagados. Por lo pronto, la confrontación política desatada entre el gobierno estatal de Morena, que encabeza el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el grupo del ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, del que forman parte los ex funcionarios imputados, ha pasado oficialmente a dirimirse en las barandillas del Poder Judicial, y de paso ha colocado a estos últimos en una situación similar a la que el propio Winckler y el ex gobernador llevaron a varios ex funcionarios cercanos al ex gobernador priista Javier Duarte de Ochoa. Un cuento de nunca acabar. OPINA carjesus30@hotmail.com
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