El ex bailarín se pasa de gracioso.
Raya en lo grotesco.
Es vulgar.
Eso de que “entre nosotros no vamos a permitir la corrupción” es otra de sus tantas ocurrencias.
Lo circense no se le quita, ni se le quitara.
Por supuesto que el rasero no es parejo.
La complicidad en que ha caído el ex diputado local le resta credibilidad, es indolente al tema de los aviadores existentes en el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz, donde el hijo de Erika Ayala Ríos es uno de los principales protagonistas.
Lo único que deja muy en claro es el gran peso político de un tal Juan Javier Gómez Cazarin, al defender a capa y espada, a su Dulcinea. Sí, la misma que no deja ni a sol ni a sombra, esa que en todas las fotos oficiales sale pegadito a ella. Dicen sus allegados que el temor de que se “la roben” es grande.
Vaya usted a saber.
Aquí le presentamos la primera parte de la historia.
Erika Ayala Ríos no es otra cosa que el caso más representativo de la decadencia entre la vieja guardia priista. Corrupta, desleal y gandalla, son sus prendas aderezadas con un multichambismo que lo mismo la llevó a la representación popular local por el PRI, al cual defenestra y traiciona entregando su voto para congraciarse con Morena, que al sindicato de COBAEV, plagado de aviadores y en donde tiene empotrado hasta su propio hijo menor de edad, el cual sigue en la nómina a pesar de la denuncia pública.
Estamos a escasos días de cumplirse el primer año en que fueron dados a conocer los documentos al respecto, mismos que son un listado de nóminas del Cobaev en donde aparecen los nombres de las personas que el sindicato de Érika Ayala tiene comisionados y a los que solicita se les siga pagando su sueldo.
Son 201 comisionados, que bien se les pudiera llamar “aviadores”.
Recodemos que fue un martes 14 de febrero cuando se hizo público tal legajo.
Bryan Alexis Juncal Ayala, hijo de la diputada Érika Ayala, líder del sindicato del Cobaev, en el listado aparece dado de alta como profesor “A” de tiempo completo con un sueldo de 27 mil 519 pesos. El joven, como los cientos de aviadores de Érika Ayala, está adscrito a la Administración Central. La lideresa de Cobaev le dio esa plaza a su retoño siendo que este no había cumplido los 18 años, le dio la plaza siendo que no tenía título universitario. Cuando se denunció esta irregularidad la diputada, fiel a su estilo y a su costumbre, hizo mutis y se guardó vestida de negro en su impunidad.
El tema de Erika Ayala, trae un mar de fondo al descubrirse al arranque de la administración del hijo de Atanasio su vocación tramposa al darse a conocer a la opinión pública una lista interminable de aviadores, en Cobaev, cuyo sindicato dirige. Lo curioso es que no pasa nada. ¡Silencio o complicidad total del tal Zenyazen! No, es solo complacencia a su compañero de pandilla, al tal Gómez Cazarín. Esto es de cuates.
Todavía, con ese descaro que le caracteriza, un 9 de Julio el simulador secretario de Educación, Zenyazen Roberto Escobar García pidió a la diputada local priista y secretaria general del sindicato de trabajadores del COBAEV, Erika Ayala Ríos, “que no coma ansías” y ya encarrilado le advirtió que tendrá que dar cuentas ante la ley sobre el tema de los aviadores de dicho colegio.
A pregunta de los reporteros el ocurrente titular de Educación en la entidad respondió así al llamado de la Legisladora del PRI para que en caso de tener pruebas de la presencia de presuntos aviadores al interior del Colegio de Bachilleres de Veracruz las presente.
Con extremada soberbia el mayate oficial, perdón el funcionario público, aseveró que esta situación no quedará impune, “al final en su momento todo estará presentado en el marco de la legalidad, estamos viendo con el área jurídica y administrativa del Cobaev para cuando se estará interponiendo la denuncia, pero díganle -refiriéndose a Erikita- que no se preocupe, que sí se va a poner, no crea que se va a ir limpia, vamos a poner la denuncia y ella tendrá que rendir las cuentas que sean necesarias”.
Puras succionadas del ex bailarín.
En ese sentido, recordó que la denuncia se presentará ante la Fiscalía General de la República.
Y es fecha en que el tal Escobar García única y exclusivamente guarda silencio.
Por otro lado, sobra recordar que “La Dulcinea” es una auténtica rémora del tricolor, ella no representa nada ni a nadie.
Lo que menos le importa es el partido, ese que la vistió de senadora y ahora de legisladora local.
Lo cierto es que, en ella, el entenado político de Miguel Ángel Yunes Linares, ese tal Marlos Ramírez Marín, tiene una “aliada”. Por cierto, la legisladora se dice aficionada empedernida al rapel y al paracaidismo.
Ahora medio entendemos se entiende eso de los aviadores.
Viva la impunidad.
Bola de tramoyistas.
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