Sé que los profesionales de la medicina y los mercenarios que producen medicamentos se molestaran si se propone regresar a los viejos tiempos en que nuestros ancestros sobrevivían a las enfermedades, superaban epidemias cuasi mortales, empleando procedimientos que por incultura los tenían catalogados como brujería, los brujos y sobre todo las brujas, conocían bien su oficio, eran expertos en dar masajes y recurrían a los vegetales que históricamente eran reconocidos como curativos de diferentes males, todos los conocidos en esos tiempos. Nos guste o no, la humanidad sobrevivió, la mortandad porcentual o estadística no era conocida por que no existía el INEGUI, COFEPRIS ni los catastrofistas agoreros, solo curanderos y brujos.
Se perfectamente que el YOismo no debe emplearse en el periodismo, pido disculpas pero el mejor ejemplo de lo que pretendo exponer es el mal que amenazó mi humanidad con pronóstico de Muerte, me entregué a lo prescrito por los médicos especialistas, pero al igual que muchos mexicanos, enfermos de cáncer, enfrenté dos problemas, entre muchos que me mortificaron, el más importante fue la necesidad económica de recurrir a las instancias oficiales, tenía el derecho de exigir que se me atendiera en el IMSS y demandé el servicio, pero para sorpresa de mis allegados, el IMSS no tenía ni a los especialistas, ni los espacios en clínica para ser atendido como lo demanda la enfermedad, necesité comprar los medicamentos, en el IMSS me los aplicaron, en fin, si todavía vivo no es gracias al IMSS, el milagro se logró pagando a médicos particulares y sometiéndome a cirugías entre el IMSS y clínicas privadas.
Soy amante de la investigación y me puse a buscar que hacer para intentar salvarme, aparecieron muchos amigos y conocidos que me recetaron mil pócimas, medicamentos misteriosos, la mayoría sin sustento científico o antecedentes de investigación profesional, todo, unido a la farmacopea popular de consejeros sin experiencia, pero con buena voluntad; buscando en mis libros y con la ayuda de GOOGLE, caí en la farmacopea vegetal, las yerbas medicinales tienen propiedades curativas, pero el aspecto cuantitativo no tiene precisión, sin embargo, la farmacopea sabe que el componente curativo, si no tienen efectos secundarios dañinos, se puede suministrar rebasando la dosis aconsejable, experimentada con pacientes a salvo de sus males. Yo me dediqué a preparar diferentes yerbas, sometiéndolas a la agitación, vibro termomagnética, recurrí al germanio orgánico 132 y prepare mi elixir, no sé a ciencia cierta, si lo que me tiene dando guerra, fueron los medicamentos preparados en mi laboratorio o el efecto psicológico de sentir que lo preparado cura, sobre todo su costo es irrisorio comparado con la farmacopea de los laboratorios, al igual que yo, recurren a los vegetales para obtener muchos de los medicamentos que se expenden a muy alto precio.
Las yerbas curan no la brujería, pero ya tomé un curso intensivo de magia brujilda y soy reconocido por algunos buenos brujos actuantes, ejerzo sin título. ¡AGUAS!
Febrero 14 de 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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