Vaya que la ignorancia es atrevida.
Que tan necesitado de candidatos anda el negocio, entiéndase partido político, que regentea el alvaradeño como para abanderar a esta señora. O acaso son tantas las ambiciones de poder de Dante Delgado como para valerle madre el tipo de candidatos que postule.
Por favor, hace apenas unos días, en otra entrega, decíamos que el ex gobernador interino era un político congruente. Pero debemos reconocer que nos equivocamos. El ex recluso, junto con su pandilla, van por lo mismo, por el billete, por las prerrogativas, por ver coronados sus caprichos personales valiéndole madre el electorado.
Así de sencillo.
Por supuesto que no dudamos de la capacidad de la señora, del orgullo de Alto Lucero, eso jamás, lo que no concebimos es tanta ligereza, tanta frescura, el exceso de valemadrismo.
Si lo de la señora es la cantada, si lo suyo es eso de arremeter contra los varones, pues que a eso se dedique, así de simple. Que no venga a perjudicar al electorado, que no le haga daño a la entidad, ya bastante tenemos con las tarugadas del hijo de Atanasio, como para estar soportando más ineptitudes, más chilindrinas.
El electorado merece y exige respeto, ya basta de improvisaciones, de ensayos.
O que acaso Dante Delgado Rannauro ya olvido que todos los candidatos, en lo individual, representan la plataforma de un partido. O que acaso nadie le ha dicho, o no ha entendido aun con esa vasta experiencia en esto de lo electoral, que los partidos políticos y los candidatos son actores en los que se deposita la confianza del electorado.
Que tristeza, entonces, si eso no lo toma en cuenta.
Los expertos en estas cuestiones señalan que un candidato debe, cuando menos, tener cierto promedio de años en la política, contar con experiencia en participación voluntaria previa al cargo público, en dirigencia partidista, en puestos de confianza y en cargos de elección popular.
Sobra decir que un político con experiencia beneficiaría al sistema democrático más que uno sin práctica.
Finalmente, la señora no tiene la culpa, ella lo ha repetido hasta el cansancio “a mi rogaron” para que aceptara la candidatura. Los que no tienen vergüenza son los del negocio ese llamado Movimiento Ciudadano.
La candidatura de la señora solo nos habla de la apatía de dicho partido político por formar lideres con arrastre, solo no habla de una total carencia de cuadros políticos, por eso este negocio, como muchos otros institutos políticos, recurren de nuevo a todo tipo de personajes desde boxeadoras, ciclistas, actrices, futbolistas, reinas de belleza, cantantes, actores, luchadores, presentadores de televisión hasta cómicos, bueno de esos abundan en el congreso de Veracruz, allí en la esquina de Encanto y Lázaro Cárdenas.
Por lo mientras ella ya advirtió, que no va a dejar su trabajo, para nada, luego entonces sobre advertencia no hay engaño y quien avisa no traiciona.
Y sí, la señora si habrá de servir para algo: para levantar el dedo y cobrar la dieta, y de vez en cuando para estorbar, también.
De levantarse con el triunfo a la alteña, Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, podría ser la próxima diputada federal por el distrito de Misantla, postulada por Movimiento Ciudadano, por lo que la estaríamos viendo dar el brinco del palenque al congreso local.
Pobre Veracruz.
Y ya ni le platicamos del palo que le pegaron “Coño loco”, sí al sujeto ese, un tal Luis Francisco Sardiña Salgado, que alguna vez soñó con ser alcalde de Xalapa.
Al porteño, de inmediato le bajaron los humos, poco le duro el gusto ya que Raúl Arias Lovillo lo habrá de dejar con las cananas justo a la altura de sus rodillas.
Pobre Luis, primero ambiciono ser primera autoridad en el puerto de Veracruz, pero como sus paisanos completamente lo ignoraron quiso sorprender a los jalapeños y ahora le va a tocar puro dulce de Puebla.
Provecho. |
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