Contribuye el estrés crónico a la aparición del virus herpes zóster. | ||||||
Al ser una enfermedad viral no puede ser tratado con antibióticos, por ello, el investigador de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) recomendó acudir al médico para que prescriba el tratamiento antiviral que ayude a mitigar los síntomas, acorte la duración de la infección y evitar complicaciones. | ||||||
Domingo 15 de Junio de 2025 | ||||||
Por: La Jornada | ||||||
![]() |
||||||
Al ser una enfermedad viral no puede ser tratado con antibióticos, por ello, el investigador de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) recomendó acudir al médico para que prescriba el tratamiento antiviral que ayude a mitigar los síntomas, acorte la duración de la infección y evitar complicaciones. Explicó que una persona con herpes zóster puede transmitir la varicela, pero no el herpes, a quienes no hayan tenido la enfermedad previamente. La varicela se transmite por contacto directo con las lesiones cutáneas o con las gotitas en aerosol provenientes de las secreciones nasofaríngeas. En un comunicado detalló que el contagio puede ocurrir desde 24 a 48 horas antes del inicio del exantema y hasta la fase pustular, es decir, entre cuatro y cinco días después del comienzo de la erupción. El primer síntoma del herpes zóster es una sensación de picazón, comezón y ardor en las zonas donde posteriormente aparecerán las lesiones características de esta enfermedad: una franja de vesículas llenas de líquido transparente, que pueden ir desde unas pocas hasta varias agrupadas en extensas áreas de la piel, generando un dolor muy intenso. De forma similar a la varicela, con el paso de los días las vesículas se secan y forman costras, que eventualmente desaparecen. En muchos casos, incluso después de la desaparición de las lesiones, persiste una sensibilidad en los nervios (neuralgia), que puede ser muy dolorosa y afectar la calidad de vida de los pacientes. Recalcó que quienes padecen herpes zóster pueden desarrollar una sensación de quemazón, ardor y dolor agudo después de que desaparecen las lesiones, lo cual se conoce como neuralgia postherpética. Esta condición se debe a la sensibilidad residual en los nervios provocada por las vesículas características de esta enfermedad infecciosa, que afecta a personas que tuvieron varicela zóster en la infancia y presentan inmunodepresión, estrés excesivo o son adultos mayores con bajas defensas. El dolor puede ser constante o intermitente en los nervios sensitivos responsables de la percepción del dolor y la temperatura. En algunos casos, puede ser tan intenso que resulta incapacitante, alertó el especialista. La varicela puede prevenirse mediante la vacunación, lo cual evita desarrollar la enfermedad en la infancia. La primera dosis se aplica entre los 12 y 15 meses de edad y se administra un refuerzo entre los 4 y 6 años. Asimismo, existe una vacuna para prevenir el herpes zóster, recomendada para personas mayores de 50 años, la cual puede evitar el desarrollo de esta enfermedad en etapas posteriores de la vida, concluyó. |
||||||
|
||||||
Nos interesa tu opinión |
||||||
![]() |
||||||
> Directorio > Quiénes somos |
® Gobernantes.com Derechos Reservados 2016 |