| RAÚL VÁZQUEZ MONTOYA |
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| 2025-12-15 /
19:55:19 |
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| LA DEMOCRACIA NECESITA OPOSICIÓN |
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“Los partidos son el instrumento de representación, pero también de integración de la sociedad en el Estado.” Giovanni Sartori. |
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La democracia no puede sobrevivir sin oposición. Una oposición activa fomenta el debate público; sin
oposición, la democracia se convierte en un monólogo: cómodo para el poder, letal para la ciudadanía.
¿Quién necesita oposición cuando tenemos apatía? Sin oposición activa y con una ciudadanía
indiferente, el sistema corre el riesgo de convertirse en una caricatura de sí mismo.
El péndulo político global se mueve, mientras en México la oposición se congela y la apatía ciudadana
se convierte en la fuerza dominante: cuatro de cada diez ciudadanos no votan.
Dos velocidades en la política mexicana. Por un lado, Morena y sus aliados avanzan con paso firme.
Por el otro, los partidos tradicionales —PAN y PRI— congelados, paralizados y desestructurados,
incapaces de reaccionar frente al poder del gobierno.
La tendencia general muestra que los partidos tradicionales perdieron terreno frente a Morena y
Movimiento Ciudadano, lo que podría redefinir el mapa político en las próximas elecciones.
La oposición no articula un proyecto alternativo, no conecta con la ciudadanía, no levanta la voz. El
riesgo es real: perder el registro en 2027. El debilitamiento es tan evidente que hoy vivimos en una
realidad el PRI y el PAN están en riesgo de perder su registro en algunas entidades en las elecciones
de 2027, e incluso a nivel nacional. El PAN, roza el límite legal de militantes exigido por el INE.
El mapa político se redefine y los partidos tradicionales se desdibujan frente a Morena y Movimiento
Ciudadano.
Las elecciones intermedias son cruciales porque definen el equilibrio de poder. El peso demográfico
electoral se concentra en siete estados - Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz,
Puebla, Guanajuato y Nuevo León- que concentran alrededor del 45% del total nacional. En otras
palabras, casi la mitad del país vota desde estas entidades.
La comparación internacional es reveladora: cada uno de estos estados tiene una población electoral
similar o superior a países completos como Dinamarca, Chile, Portugal, Bélgica, Paraguay, Suiza,
Noruega, Países Bajos o Uruguay. Ahí se define el futuro político nacional.
Mientras tanto, discursos nacionalistas y populistas se multiplican con retóricas centradas en
soberanía, seguridad y rechazo a instituciones supranacionales. La inseguridad y los flujos migratorios
alimentan el fuego. El péndulo no solo se mueve, también se atasca en un extremo,
La pregunta no es si la democracia sobrevivirá, sino cuánto tiempo más podrá hacerlo sin oposición
que se atreva a desafiar al poder.
¿Qué resulta más peligroso para la democracia, que se estanque en la apatía o que la oposición ya ni
siquiera se atreve a levantar la voz?
Porque sin oposición, la democracia no se extingue de golpe…se marchita lentamente, hasta
convertirse en un simulacro vacío de sí misma. Democracia en cámara lenta.
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