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jornada.unam.mx
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Ciudad de México.- El próximo primero de julio no sólo estará en juego la Presidencia de la República sino también el futuro de la reforma energética impulsada por su gobierno. La disyuntiva está entre regresar a los dogmas del pasado o seguir con los postulados del presente, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.
Así, a punto de cumplirse 80 años de la expropiación petrolera, el mandatario advirtió aquí contra los riesgos de una regresión en la reforma energética que permite ahora la participación del capital privado en las actividades del sector.
“En los próximos meses los mexicanos tendremos la oportunidad de valorar, de comparar la consistencia y la congruencia de distintas propuestas políticas para el desarrollo del sector energético. Habremos de contrastar en cada uno de los actores, las acciones de ayer, con las posiciones de hoy, los dogmas del pasado con los postulados del presente. Las alternativas pasa. Por cancelar o preservar la libertad de los consumidores de elegir entre distintas opciones, de regresar a un modelo cerrado o privilegiar la apertura y la competencia, o por obligar a Pemex a asumir riesgos excesivos o permitirle asociarse con otras empresas para seguir siendo la gran empresa petrolera de México”, puntualizó.
Y aseguró también que los grandes momentos de la historia nacional han sido aquellos donde “fuimos capaces de transformar a las instituciones para hacer realidad los ideales de la sociedad”.
Pidió entonces ser consecuentes y caminar hacia adelante y no permitir un “tímido regreso al pasado “ pues los mexicanos deben honrar su historia.
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