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Cuartoscuro .
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Ciudad de México.- En un Consejo Nacional con sabor a mea culpa, liderazgos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han reconocido la profunda y riesgosa crisis que sufre su agrupación política y la imperativa necesidad de reconstruirlo.
Al inaugurar el Décimo Sexto Pleno Extraordinario del Consejo Nacional del PRD, su dirigente nacional, Manuel Granados, admitió la existencia de traiciones previo al pasado proceso electoral y lamentó que hubo quienes le dieron la espalda al partido.
Desde la tribuna, ante 204 consejeros nacionales, el expresidente de la agrupación política y uno de los artífices del Pacto por México, Carlos Navarrete, destacó que el PRD se encuentra ante un desastre que hay que superar.
Además de la convocatoria para la realización de un Congreso Nacional, entre los pendientes que han salido a relucir en las participaciones de los consejeros se encuentra la revisión a su presupuesto, así como el tema del despido de sus trabajadores.
En tanto se desarrolla el pleno perredista, al exterior del Expo Reforma de la Ciudad de México decenas de trabajadores sindicalizados del instituto político exigen el respeto a su contrato colectivo de trabajo y acusaron la violación por parte de la dirigencia partidista a la Ley Federal del Trabajo.
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