XALAPA.- Luego de que en las últimas semanas se denunciaran presuntas extorsiones a exalcaldes para limpiar sus cuentas públicas mediante el pago de moches, acusaciones que involucraron al ahora expresidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso local, el morenista Luis Arturo Santiago, y al propio Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los diputados de Morena, en lugar de abrir una investigación a fondo para castigar a los responsables de esos actos de corrupción, la mayoría morenista prefirió proteger a los involucrados con un manto de impunidad y se limitó a cambiar al presidente de dicha Comisión. Es así que en lugar de Arturo Santiago designaron al joven legislador por San Andrés Tuxtla, Rafael Fararoni, cuyo único mérito es ser incondicional de Gómez Cazarín. En este marco, la auditora general del Órgano de Fiscalización Superior, Orfis, Delia González Cobos, respaldó el cambio en la Comisión de Vigilancia y rechazó que haya necesidad de capacitar al nuevo presidente. Aunque no deslindó ni criticó al expresidente de la Comisión, González Cobos dijo que el cambio es positivo pese a que el nuevo responsable no cuenta con experiencia en materia de fiscalización, por lo que aseguró que se trabajará de manera coordinada y que se le brindará la orientación que requiera. Por otro lado, con relación a la declaración del dirigente estatal del PAN, Federico Salomón Molina en el sentido de que alcaldes han sido presionados para incluir gente del crimen organizado, pidió a los municipios ser cuidadosos con ello y no permitirlo. Refirió que los alcaldes deben acercarse a las autoridades estatales respecto a esta situación, pues sería muy lamentable que se confirmaran tales hechos. Dijo que los contralores municipales deben estar atentos a cualquier situación irregular con respecto a la nómina, donde pudieran incluirse presuntos miembros del crimen organizado.
|