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XALAPA.- Aunque se espera que en las semanas siguientes mejore la afluencia de visitantes y con ello las ventas para los empresarios restauranteros de la zona conurbada, sobre todo porque las playas son de las más buscadas por los turistas, palaperos de Villa del Mar reconocieron que las ventas por el periodo vacacional de verano no han repuntado como esperaban, pues apenas han logrado un incremento del 30 por ciento entre semana y un 10 por ciento más en fines de semana. Víctor Morales Azamar, propietario de la palapa Buchaca, consideró que entre las lluvias que se han registrado y el regreso a clases limitaron a las familias para viajar o gastar durante su estancia en este destino turístico. Sin embargo, refirió que aunque la expectativa era alcanzar un incremento de ventas del 70 por ciento en el período vacacional, cualquier ganancia será positiva, pues le permitirá afrontar la operatividad de los establecimientos. “Esperábamos buen tiempo, ahora la semana pasada y antepasada hubo lluvias y era salida de las escuelas y dijimos bueno. Ahorita esperamos que las siguientes semanas nos vaya mejor, aunque estamos consciente que se viene la época de las inscripciones, de la compra de libretas y libros y pues sí es mucho gasto, pero yo me conformó con lo que me da Dios”, dijo. El empresario explicó que la mayoría de los turistas que están llegando al puerto son originarios de los estados de Tlaxcala, Puebla, Ciudad de México y de la propia entidad veracruzana. Refirió que los platillos más demandados son la mojarra, la mariscada, los camarones al mojo de ajo, a la diabla, así como el platillo del Rey, que incluye cuatro productos del mar, camarón, pulpo y jaiba, un filete, una jaiba enchilpayada. El restaurantero aseguró que los precios de las cartas los mantienen sin cambio y criticó a los integrantes de la Canirac que estén aprovechando los incrementos de algunas verduras e insumos para ajustar los menús. Con relación a estos aumentos, afirmó que en años anteriores se han elevado mucho más como el tomate y el limón y después han tendido a la baja. “Yo mantengo los mismos precios, vi que los restauranteros van a subir los precios ha estado más caro el tomate que ha llegado 900 pesos, el limón estuvo a 700 pesos y no pegaron de brincos, porque ahora no quieren seguir igual, yo la verdad critico esa gente, vende y le sube más”, concluyó.
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