Nuevo rector general en la UAM. | ||||||
Continuando, el siguiente rector fue un ex rector de la pequeña Unidad Cuajimalpa, sicólogo. Este nuevo y segundo periodo, sin embargo, a pesar de ser más plural, generó severos problemas. | ||||||
Sábado 05 de Julio de 2025 | ||||||
Por: La Jornada | ||||||
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En este largo periodo, llegaron a la rectoría general quienes previamente habían sido rectores de ese campus, además de especialistas en ciencias básicas. Lo prolongado de este primer periodo finalmente obligó a un cambio, y en 2013, por primera vez, el rector general no fue de Iztapalapa, sino de Xochimilco y, en contraste con sus antecesores, veterinario. Continuando, el siguiente rector fue un ex rector de la pequeña Unidad Cuajimalpa, sicólogo. Este nuevo y segundo periodo, sin embargo, a pesar de ser más plural, generó severos problemas. El más visible, la falta de pericia para prevenir y dar salida a una huelga sindical de tres meses en 2019. Al rector, por ejemplo, se le ocurrió que podría disuadir a los trabajadores si organizaba una marcha al Zócalo reclutando a académicos distinguidos, ex rectores y un grupo de estudiantes para arengarlos al pie del balcón presidencial del Palacio Nacional y decir que “el enemigo está en el Situam”, lo que encrespó los ánimos y prolongó innecesariamente la huelga. El secretario general de la UAM, en los hechos, retomó el rumbo institucional, resolvió la huelga y, poco después, también él, de ciencias básicas y formado en Iztapalapa (pero no ex rector) fue designado rector general. Así, vino un tercer periodo, en que Iztapalapa recobró su lugar como cuna de rectores, pero ya sin el requisito de regir antes la Unidad. Así, tanto el rector general De los Reyes Heredia, que concluyó su mandato, como el recién nombrado Pacheco López, surgen de la ahora llamada Unidad Rectoría, donde ocuparon puestos de funcionarios. El recién designado fue, hasta su nombramiento como rector, director de desarrollo académico y vinculación, donde se empollan los convenios científicos con empresas y organizaciones. Si en este tercer momento los rectores generales van a seguir naciendo del “gabinete” del rector anterior, se avanza hacia un modelo de renovación de la conducción que tiende a ser de lealtad y continuidad. Y eso no parece buena señal. Porque esta nueva variante del modelo de remplazo, iniciado en 2021, enfatiza la preparación científica del nominado, pero desdeña algo fundamental en la vida universitaria: la prevención y solución adecuada de las tensiones que siempre están presentes como parte del dinamismo y creatividad institucional. Antes de que se conviertan en conflictos. De hecho, apenas iniciado este nuevo y tercer periodo ha aparecido la debilidad del modelo de sucesión. Esta no entiende la conducción en el sentido más amplio de impulsar que la comunidad genere rumbos y que las autoridades se esmeren en no abusar de la unilateralidad, detectar situaciones y resolverlas antes de que lleguen a conflictos. Mucho más que los de las unidades, nuevos rectores cultivados en la Rectoría no tienen raigambre a niveles locales ni experiencia en generar acuerdos. De hecho, desde que comenzó esta tercera modalidad en 2022, la nueva Rectoría tuvo que enfrentar la primera gran huelga feminista de dos meses sin terso final. Y hasta la fecha se generan paros aquí y allá en las unidades. El nuevo rector toma posesión en medio de la tensión que ha generado en la División de Sociales de Xochimilco el despido del encargado de publicaciones. Ni los científicos básicos ni los especialistas sociales han podido librarse de 50 años de herencia de un esquema profundamente autoritario de ejercicio del poder que una y otra vez choca con las tensiones y las agrava. Sirva como ejemplo, el artículo de una alta funcionaria que en airada respuesta a la crítica que este amanuense hizo al proceso de designación de nuevo rector, muestra los niveles tan lejanos a la sobriedad –indispensable para resolver– que debe tener un funcionario (Buendía, Angélica en El Universal Opinión, 23/06/2025). Si el nuevo rector quiere inaugurar algo más que una mera y lejana gestión, podría retomar a Xochimilco y su entrampada división de Sociales como un primer momento de una nueva conducción. No se violenta la descentralización, la UAM no es una federación de estados asociados e independientes, es una sola institución. Y reconocer, para cambiar, que la reglamentación universitaria favorece sistemáticamente la unilateralidad y el desdén por las comunidades. * UAM-X |
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