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XALAPA.- Luego de considerar que los relevos institucionales deben traducirse en continuidad y fortalecimiento del trabajo y no en retrocesos para los procesos de búsqueda e identificación, familiares de personas desaparecidas en la región de Orizaba y Córdoba manifestaron una postura prudente frente al reciente cambio en la titularidad de la Fiscalía General del Estado. En ese tenor, integrantes del Colectivo Familias Desaparecidas Orizaba–Córdoba señalaron que si bien los cambios forman parte de la vida pública, existe inquietud entre las familias debido a que, en experiencias anteriores, los ajustes administrativos han implicado pausas en investigaciones y en estrategias que ya habían comenzado a dar resultados. La activista reconoció la labor realizada por la fiscal saliente, Verónica Hernández Giadáns, con quien se logró establecer una dinámica de trabajo cercana que permitió avanzar en varios casos y generar canales de comunicación más directos con las autoridades ministeriales. Señalaron que uno de los principales temores es que los esfuerzos construidos con el tiempo se diluyan con la llegada de nuevos funcionarios, por lo que insistió en la importancia de dar seguimiento a los compromisos previamente establecidos con las familias buscadoras. “Deseamos que este cambio sea para mejorar, pero la experiencia nos ha enseñado que los procesos suelen frenarse cuando hay relevos”, aseguró la representante del colectivo. A pesar de las dudas, las activistas reiteraron su disposición para reunirse con la nueva fiscal general y conocer su plan de trabajo, con la expectativa de que se mantenga una coordinación efectiva y se refuercen las acciones en favor de las víctimas. De cara a 2026, las madres buscadoras señalaron como retos prioritarios el incremento de personal especializado, una mayor capacitación de los funcionarios y, sobre todo, atención más humana y empática hacia las familias que enfrentan la desaparición de un ser querido. De igual forma, hicieron un llamado a quienes aún no han presentado una denuncia formal, pese a que hayan pasado varios años, a acercarse a las autoridades, ya que existen cuerpos y restos humanos en espera de ser identificados que podrían corresponder a personas reportadas de manera tardía. Concluyeron que la desaparición de personas es una problemática que trasciende a los colectivos organizados y afecta a cientos de familias en Veracruz, así como a personas migrantes que cruzaron la región y nunca lograron regresar a casa.
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