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XALAPA.- Luego de la volcadura de un autobús en Zontecomatlán que dejó un saldo de 10 personas sin vida, el abandono del tramo carretero Huayacocotla–Zontecomatlán, cuya rehabilitación integral es exigida por habitantes de la región huasteca desde las inundaciones registradas en octubre pasado, de nueva cuenta se colocó en el centro de la polémica. El accidente ocurrió el pasado 24 de diciembre, cuando una unidad que cubría la ruta Ciudad de México–Chicontepec cayó a un barranco, dejando además al menos 32 personas lesionadas, varias de ellas trasladadas a hospitales de la zona. En ese tenor, a través de un pronunciamiento público, Radio Huayacocotla advirtió que las condiciones actuales de la carretera representan un riesgo permanente para quienes la transitan, al señalar que los trabajos realizados tras las lluvias han sido parciales y no han restituido la seguridad en la vía. La organización indicó que ese tramo fue uno de los más afectados por las lluvias e inundaciones de octubre en la región huasteca y sostuvo que, a pesar del tiempo transcurrido, no se ha llevado a cabo una rehabilitación completa. “Es urgente la rehabilitación total de esta carretera, que permanece prácticamente abandonada desde las lluvias de octubre. Las intervenciones parciales siguen poniendo en peligro la vida de quienes la utilizan diariamente”, señaló Radio Huayacocotla en un comunicado. Además de la reparación de la vía, el colectivo exigió una revisión exhaustiva a la empresa Estrella Blanca, operadora del autobús accidentado, al afirmar que ha sido señalada en repetidas ocasiones por presuntas irregularidades y deficiencias en sus unidades. Radio Huayacocotla también denunció la omisión en la entrega de boletos o comprobantes de viaje y sostuvo que esta práctica no debe impedir que las personas afectadas y sus familias accedan a una indemnización. “La indemnización debe otorgarse sin condicionamientos a todas las personas pasajeras, cuenten o no con boleto, ya que es una práctica conocida subir a personas sin comprobante y en condiciones inseguras. La seguridad en los caminos es una responsabilidad del Estado y un derecho de nuestras comunidades”, concluyó.
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