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XALAPA.- A pesar de los operativos desplegados por las autoridades federales y estatales, el robo de combustible continúa consolidándose como una de las actividades criminales más persistentes en Veracruz. Y es que, la entidad figura como un punto clave para la extracción, acopio y distribución ilegal de hidrocarburos, favorecida por una extensa red de ductos, su cercanía con instalaciones petroleras y su ubicación estratégica en el Golfo de México. Durante los últimos meses del año, distintos aseguramientos han confirmado que el huachicol mantiene una operación activa y diversificada en varias regiones del estado. Las autoridades han detectado una infraestructura criminal que va desde tomas clandestinas hasta centros de almacenamiento y procesamiento improvisado, aprovechando que Veracruz cuenta con cientos de kilómetros de ductos que cruzan su territorio. Esta infraestructura, fundamental para el suministro energético nacional, también ha sido utilizada por grupos dedicados al robo de hidrocarburos, lo que ha colocado al estado entre los de mayor incidencia a nivel nacional, de acuerdo con reportes oficiales. Factores geográficos, logísticos y económicos ha convertido a varias zonas de Veracruz en terreno fértil para esta economía ilícita. Entre los puntos con mayor número de tomas clandestinas detectadas figuran municipios como Minatitlán, Juan Rodríguez Clara, Tierra Blanca, Tres Valles, Cosamaloapan, Isla, José Azueta, Omealca, Chacaltianguis y Chinameca. En el sur del estado, donde convergen ductos, carreteras y complejos industriales, la Fiscalía General de la República (FGR), junto con fuerzas federales y estatales, ha intensificado las acciones durante 2025. El saldo preliminar incluye el aseguramiento de una mini refinería clandestina, más de 260 mil litros de hidrocarburo y al menos 36 vehículos, además de maquinaria y equipos utilizados para el procesamiento y traslado del combustible robado. Uno de los golpes más fuertes se registró en junio, cuando autoridades federales localizaron una refinería artesanal en una zona rural del municipio de Moloacán. El sitio operaba de manera discreta y contaba con infraestructura improvisada, como quemadores, reactores metálicos, tuberías y tanques, además de aproximadamente 500 litros de crudo ya procesado. El predio fue asegurado para continuar con las investigaciones y rastrear la red que abastecía esta instalación. En otro hecho, en Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, se ejecutó otro operativo de alto impacto. En ese punto, la FGR aseguró 24 unidades, entre tractocamiones, semirremolques, plataformas, cajas secas y una motocicleta, así como más de 2 mil 400 litros de combustible de procedencia ilícita. Las unidades, según las investigaciones, eran utilizadas para el transporte del hidrocarburo extraído ilegalmente en distintos puntos del sur de Veracruz. Meses después, en octubre, un nuevo aseguramiento en Minatitlán evidenció la magnitud del acopio clandestino. Fuerzas federales localizaron más de 260 mil litros de combustible almacenados en diversos inmuebles adaptados como patios y bodegas. Junto con el hidrocarburo, fueron incautados tractocamiones, pipas, cajas metálicas y maquinaria pesada, lo que apunta a una operación de gran escala. En Sayula de Alemán, municipio atravesado por el poliducto Transístmico, las autoridades realizaron operativos coordinados que derivaron en el aseguramiento de combustible, vehículos y equipos. Este punto es considerado uno de los más vulnerables debido a su cercanía con ductos y caminos rurales que facilitan el traslado clandestino. Los operativos en Coatzacoalcos, Moloacán, Sayula de Alemán y Minatitlán suman al menos 36 vehículos, estructuras metálicas, contenedores y equipos completos asegurados tan solo en 2025, lo que refleja la dimensión logística de estas redes criminales. Un caso aparte ocurrió en noviembre, en el municipio de Perote, donde autoridades federales aseguraron cerca de 250 mil litros de hidrocarburo y detuvieron a ocho personas. El combustible era almacenado en una bodega que operaba bajo la razón social “Reciclados del Altiplano”, empresa que contaba con permisos ambientales vigentes y simulaba actividades relacionadas con el manejo de residuos peligrosos. En ese operativo, encabezado por la Secretaría de Marina en coordinación con la FGR, Guardia Nacional, Sedena y Pemex Logística, también fueron decomisadas 12 pipas, tractocamiones, vehículos particulares, dispositivos electrónicos y documentación diversa. El golpe económico para la delincuencia organizada fue estimado en aproximadamente 247 millones de pesos. Pese a estos resultados, el huachicol continúa adaptándose, dejando claro que el combate a esta actividad sigue siendo uno de los mayores retos en materia de seguridad y economía ilícita para Veracruz. Así las cosas.
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