EN OTRO más de los acostumbrados “distractores” (que en lengua castellana significa: “apartar la atención”, ya sea de los altos precios de la canasta básica, de la violencia e inseguridad, del fracaso que significó su visita a Washington en términos diplomáticos, comerciales y de migración, de la captura de un narco ordenada por Estados Unidos y de la violación de la ley al reactivar el tramo cinco del Tren Maya pese a la suspensión definitiva que enfrenta debido a que carece de Manifestación de Impacto Ambiental, entre muchos otros escándalos), el Presidente Andrés Manuel López Obrador, muy proclive a las “cortinas de humo” decidió sacarse de la manga otra ocurrencia: la presentación de una nueva sección en las mañaneras que se llamará “Quién es quién en los sueldos”, donde dará a conocer una lista de servidores públicos que ganan más que el Presidente de la República, el cual estará enfocado principalmente en jueces y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (sus eternos adversarios), en Senadores (y acaso Ricardo Monreal sea uno de ellos para terminar de sacarlo de la jugada rumbo al 2024) pero, principalmente, en sus odiados consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y de otras instancias autónomas que el titular del Ejecutivo Federal busca desaparecer, aunque nada dice del Ejército y la Marina, donde los sueldos de los altos mandos rebasan lo que dice percibir el tabasqueño, o de 13 funcionarios de sus gabinetes legal y ampliado a los que podría reducirle sus percepciones porque son sus empleados, a diferencia de los otros poderes, pero simple y llanamente no lo hace, solapando lo que tanto critica.
APENAS EN Marzo de este año, López Obrador justificó los sueldos de los militares que ganan más que él, indicando que son una excepción en la Ley de Austeridad porque realizan actividades especializadas. Y es que entre las Fuerzas Armadas hay 14 altos mandos que ganan muchos más que el Presidente, como el secretario de la Defensa Nacional y Marina, Luis Cresencio Sandoval y Rafael Ojeda Durán, respectivamente, de quienes dijo, al igual que de otros oficiales que: “es distinto, es una situación que prevé la misma ley cuando se trata de un tema especializado que requiere de un trabajo con características de profesionalismo, técnicas, hay un porcentaje que se puede garantizar, está en la ley, está en la Constitución para algunos servidores públicos”, pero, sin embargo, AMLO está en contra de otros funcionarios que se inscriben en esas características y que dirigen los entes autónomos (acaso porque no se someten a sus autoritarismo).
DE HECHO, 542 mandos militares que van desde General de División hasta General Brigadier perciben más ingresos que Andrés Manuel López Obrador a partir de este año, pues de acuerdo con el Analítico de Plazas del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), el salario bruto mensual para 2022 de un General de División (el nivel jerárquico más alto en el Ejército) será de 189 mil 550 pesos, escalafón militar que tiene un total de 46 plazas. Pero la mayoría de Secretarios de Despacho ganan más que el Presidente, como Rocío Nahle que aspira a gobernar Veracruz en el 2024, por MoReNa, y quien es, ahora, tal vez, la funcionaria más próspera del gabinete legal de López Obrador, pues no obstante la fortuna que ya poseía –gracias a los negocios que junto con su esposo realizaban –y siguen realizando- con Petróleos Mexicanos, es la que más dinero percibe junto con otros 13 integrantes de los 19 que componen el primer círculo del Gobierno Federal. En efecto, la zacatecana Nahle García, de acuerdo al informe de la Secretaria de la Función Pública percibió 5.6 veces más recursos que el presidente Andrés Manuel López Obrador, según su declaración patrimonial presentada, siendo la última integrante del gabinete legal en subirla en Mayo del año en curso. Nahle García recibió dos ingresos millonarios sin que su origen sea público, se observa en el documento que la funcionaria Federal presentó en la fecha límite, y según lo que se indica, el año pasado tuvo una percepción de 9 millones 148 mil 876 pesos, sin duda la “servidora pública” con el mayor ingreso de quienes integran el gabinete amlista, superando 5.6 veces lo reportado por el presidente López Obrador que sigue con su cantaleta de la anticorrupción y la austeridad a ultranza, pero por lo visto ni en su gabinete le hacen caso.
DICEN QUE el buen juez por la casa empieza, y si AMLO realmente quiere exhibir a los “servidores públicos” que ganan más que él, más allá de la exhibición y persecución de sus adversarios, o el sumar puntos como adalid de la transparencia y cuidado de los “dineros del pueblo”, que empiece por meter orden en su gabinete, ya que de acuerdo a la declaración anual, casi la mitad de los secretarios de Estado reportan ingresos superiores al mandatario hasta el 2021, con montos que van de los 120 mil 583 pesos a los 167 mil 917 pesos mensuales. En ese tenor, Víctor Villalobos, de Agricultura gana: 149 mil 265 pesos. Jorge Arganis Díaz Leal, de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes: 166 mil 577 pesos. Alejandra Frausto, de Cultura: 128 mil pesos. Olga Sánchez Cordero cuando fungió como Secretaria de Gobernación: 120 mil 583 pesos. Jorge Alcocer, de Salud: 149 mil 897 pesos. Miguel Torruco, de Turismo: 152 mil 477 pesos. Luis Cresencio Sandoval, de la Defensa Nacional: 167 mil 917 pesos. José Rafael Ojeda, de la Marina: 129 mil 967 pesos.
Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia: 149 mil 016 pesos, entre otros, y del gabinete ampliado, el director de Pemex y la titular de la Comisión Nacional del Agua son los funcionarios que reportan más ganancias que el presidente en su encargo. Blanca Jiménez, de Conagua: 142 mil 234 pesos y Octavio Romero, Pemex 175 mil 149 pesos, además de la suma percibida por Rocío Nahle.
POR ESO sería interesante ver la flamante sección “Quién es quién en los sueldos”, y observar si AMLO se atreverá a criticar a los integrantes del Ejército y la Marina que ganan más que el Presidente, o si solo enfocará baterías en contra de los consejeros del Instituto Nacional Electoral ahora que desea desaparecer a ese organismo para tener el control absoluto de los procesos electorales en el País, y acaso, porque no, dar esa instancia a los militares a ver quién les reclama. Lo más cercano a la realidad es que el anuncio encargado a Ricardo Sheffield que será quien tendrá la misión de investigar los listados, sea otra “bola de humo” presidencial para desviar la atención de los verdaderos conflictos que lesionan a los mexicanos, y que mantienen en grave crisis de económica, social, política y de seguridad al País, con una inflación que hace imposible a una familia con el sueldo mínimo adquirir lo más básico de la canasta para alimentar a los suyos. Asi de fácil. OPINA carjesus30@hotmail.com
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