A estas alturas de mi vida, emocionarme porque voy a conocer a un funcionario público, ya es muy difícil. He saludado de mano y platicado personalmente con alcaldes, diputados locales, diputados federales, funcionarios de alto nivel, secretarios de despacho, senadores, gobernadores e incluso un par de presidentes de la república. En general, pocos son los que me han causado una buena impresión.
Hoy, 28 de mayo de 2025 tuve la oportunidad de conocer a alguien, que en mi opinión es un héroe de carne y hueso para toda la zona centro del estado de Veracruz. Y sí, estuve emocionado esperando el momento de conocerlo y disfruté enormemente los 90 minutos que pude platicar con él. Vino a Córdoba específicamente a apoyar al próximo alcalde Manuel Alonso Cerezo en su cierre de campaña.
Te preguntarás porque razón lo considero un héroe. No es que use capa, o que haya salvado a un ser humano o a un perrito en desgracia. No, lo que hizo, lo que logró, fue mucho más sutil, y sin embargo, beneficia a prácticamente un millón de mexicanos, favoreciendo la comunicación y el crecimiento económico de la zona centro del estado.
Le pregunté: ¿Cómo fue que lograste quitar tú solo la caseta que estaba en Fortín? Ahí comenzó la historia que voy a compartir contigo. ¨Fíjate que llegó Pérez Astorga a las oficinas de la Secretaría de Comunicaciones, llevaba el encargo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, de buscar la manera de ampliar las plazas de cobro de la caseta de Fortín. Cuando lo escuché, le pregunté si era de la región y me dijo que no. Yo le comenté que facilitar el paso no era suficiente, que había que quitarla¨.
Años y años de lucha de la Iniciativa Privada de la región, visitando diputados, senadores, promesas de gobernadores, idas y venidas a Capufe, no dieron ningún resultado. Y resulta que ni siquiera tocaban la puerta correcta, tenían que acudir al FONADIN, pero eso, eso, nadie lo pensó.
Me platica José Luis Palomares, cordobés por nacimiento y orizabeño por adopción, que siempre quiso hacer algo por la región, y cuando Pérez Astorga se presentó, tomó la decisión que buscar quitar esa aduana entre las dos regiones económicas. En su calidad de abogado general de la secretaría de infraestructura, comunicaciones y transportes, lo comentó de inmediato con su jefe, el secretario Jorge Nuño, que a su vez, solicitó la autorización del presidente López Obrador, quien le dijo que sí, siempre y cuando todo fuera legal, y no se afectaran demasiado las finanzas públicas.
José Luis Palomares viejo conocido de Juan Manuel Diez le pidió apoyo, solicitando que le enviara todos los antecedentes, promesas de campaña, quejas, una hemeroteca completa de los daños que los ciudadanos señalaban causaba esa caseta, para tener argumentos y pruebas suficientes de la necesidad de quitarla.
Mientras Juan Manuel Diez le integraba un expediente completísimo, José Luis buscaba el fundamento legal adecuado, para quitarle la concesión al FONADIN, mismo que encontró en el propio título de concesión, que establece en una de sus condiciones, ¨la obligación del concesionario de garantizar el debido flujo de los usuarios, y en caso de que no sea así, la Secretaria podrá dictar las medidas necesarias para garantizarlo¨.
Con el expediente que envió Juan Manuel Diez, y con la suerte de que en esas fechas se hacían unas filas enormes prácticamente todos los días en la caseta, se pudo extinguir la concesión a FONADIN, quien recibió la instrucción de adecuar las tarifas de las dos casetas anterior y posterior a la de fortín y así no afectar los ingresos de la federación.
El cabildeo y el esfuerzo legal, la voluntad y la energía de José Luis Palomares, llevaron a que se expidiera el oficio-instrucción al FONADIN, para demoler la caseta. Ese oficio lleva la firma del secretario Nuño y la orgullosa rúbrica de visto bueno del propio José Luis Palomares.
Es innegable que se juntó la voluntad política del presidente López Obrador, de quién el propio José Luis se expresa asombrado de su capacidad para recordar cada punto del país y su respectiva problemática y quejas ciudadanas. AMLO de inmediato recordó el conflicto y las quejas de los vecinos, por lo cual, de inmediato otorgó su beneplácito al proyecto.
El propio Secretario Nuño hizo suya la propuesta de su abogado de cabecera, y fue quién llevó la propuesta al presidente. Se conjuntaron una serie de factores, que quizá hubiera sido imposible encontrar en otro momento.
Pérez Astorga llega con la petición del gobierno del estado para ampliar el número de casetas de Cobro. El secretario decide que lo atienda José Luis Palomares, pues es un problema de su zona. José Luis considera que es el momento de tomar el toro por los cuernos, ya que cuenta con la confianza y amistad del secretario. El secretario acude a un presidente que ha recorrido por tierra todo lo largo y ancho del país, pero que además, tiene buena memoria, y recuerda los problemas y las quejas de los habitantes de la zona. Y José Luis encuentra en el contrato de la concesión la excusa perfecta para cancelar la propia concesión, incluyendo como pruebas, todo el expediente que un alcalde eficiente e interesado en el proyecto como Juan Manuel Diez.
¿Coincides conmigo en que José Luis Palomares debería ser considerado un héroe para la zona centro del estado? Ahora ya conoces la verdadera historia, fuera de intereses políticos y de algunos políticos y personajes de la iniciativa privada, que quisieron en su momento y hoy también, colgarse la medalla del éxito de quitar la caseta, cuyo único autor material e intelectual es el propio José Luis Palomares.
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