TODOS los partidos políticos tienen sus problemas internos, divisiones que obedecen a intereses meramente particulares que van cuarteando con el tiempo toda la unidad política y terminan por deshacerse desde dentro. Morena, el partido político en el poder, no es la excepción, pues recientemente y con motivo de las elecciones pasadas se evidenciaron las confrontaciones que, sin duda, la han puesto en serios aprietos, dañando la propia imagen del gobierno y de quien es la responsable de la conducción política y administrativa en el Estado, es decir, Norma Rocío Nahle García, a quien le han venido metiendo cuñas para presionarla y hacerla quedar mal con fines políticos futuros.
Hasta ahora se pueden identificar tres corrientes políticas integradas por miembros de su propio partido. Ni siquiera la oposición ha sido tan dura como se cree, sino más bien es el propio fuego amigo el que ha estado calentando la plaza. Un selecto grupo de seguidores de Cuitláhuac, el gobernador más pésimo de la historia política de Veracruz, operó en este proceso electoral que aún no acaba, pero no en favor de Morena, sino de sus propios candidatos, olvidándose de jalar parejo con la gobernadora del Estado. Un ex secretario de gobierno que también hace lo suyo, no ahora, sino desde que dejó el puesto, tal vez creyendo que su poder aún lo conserva y consecuentemente lo respalda. Y va también, como tercero en discordia, el senador de la república, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que no deja de insistir en jugar contra la línea política dictada desde palacio de gobierno y buscando, ahora, que la gobernadora del Estado, sea sometida a la famosa revocación de mandato, figura política no regulada, pero que sirve como petate del muerto.
Nahle, se ve obligada a luchar contra la corriente, porque no se trata de atacar al enemigo de afuera, sino el que opera dentro y que, por lo visto, es el que más daño hace. Sin embargo, hay equipo, hay manera de que la gobernadora enfrente los desafíos políticos que le queman los pies en la propia hoguera de su partido y de algunos desleales políticos del pasado reciente y de los que se mantienen vigentes en esta ola de incertidumbre política. Todo lo anterior tiene, desde luego, mira política hacia un futuro que cada día se irá acercando y creando, por lo mismo, más angustia dentro del quehacer político, que por ahora no refleja más que eso, futurismo, futurismo y más futurismo.
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POZOS CASTRO, REPRESENTÓ A NAHLE
EN LO QUE se consideró la segunda ceremonia del Día del Maestro, en Veracruz, para cumplir el compromiso de la entrega de medallas a los mentores que cumplieron treinta y cuarenta años de servicio, denominada “Ignacio Altamirano”, luego de que en la primera celebración no se tuvieron a tiempo las medallas referidas, el subsecretario de gobierno José Manuel Pozos Castro, representó a la depositaria del poder ejecutivo de la entidad.
El evento tuvo lugar en la ciudad de Xalapa, donde los maestros que cumplieron el requisito de los años de servicio, recibieron la medalla conmemorativa, quedando subsanados los problemas que se originaron el quince de mayo, cuando en Veracruz, se realizó el acto, pero no se entregaron estas preseas.
Fue una ceremonia más austera que la anterior, pero cumplió, finalmente con el objetivo pendiente, donde Pozos Castro, fue el testigo de honor a nombre del gobierno del Estado.
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¿SHEINBAUM, PISÓ LOS CALLOS DE TRUMP?
PARECE QUE LA presidente de México, no ha dimensionado el enorme problema que se le viene encima, luego de que allá, en los Estados Unidos, existe la creencia de que, desde México, se ha estado alentando la rebelión de los migrantes en contra del gobierno de Trump.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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