El encierro masivo nunca antes experimentado, en un futuro inmediato provocará cambios profundos en la conducta de la gente. Si bien es cierto que no toda la población se sujetó a las condiciones impuestas o autoimpuestas de limitar el contacto con otras personas; la mayor parte si lo hizo. Al término de la pandemia, la visión de la sociedad en relación a los problemas que le atañen habrá cambiado. Quienes se guardaron, han tenido el tiempo necesario para evaluar a los políticos y la importancia de la política en la vida social. Hay que destacar que por primera vez en la historia moderna, un solo tema ha interconectado a los habitantes del planeta. La lejanía ha quedado reducida a la distancia del celular o la computadora. Los de un continente están al tanto de lo que sucede al otro lado del océano; saben lo que hacen o dejan de hacer los mandatarios que gobiernan lejanas tierras respecto al contagio multitudinario. Se enteran si sus decisiones son correctas o si hay desatinos en las medidas públicas que adoptan. Han estado comparando, opinando y copiando medidas que toman los europeos para aminorar el contagio del letal microorganismo. Así la gente se adelantó a replicar algunas medidas que antes dieron resultado en otros lados.
En los ciudadanos está la idea que es una verdadera guerra contra un enemigo. La particularidad es que se trata de una batalla contra un adversario invisible; un asesino serial que de la mano de las personas entra a las casas para cometer sus fechorías. Ningún ejercito lo ha podido combatir porque no porta uniforme. Es un enemigo que asesina pero que no se sabe donde está, escapa al ojo humano; no se conoce por donde atacará. Eso da miedo, provoca psicósis, modifica actitudes y costumbres. La cultura, después que las sociedades vuelvan a moverse con normalidad, también sufrirá cambios; nada permanecerá igual.
Por otra parte, la pandemia ha puesto al descubierto serias deficiencias en el tema de la salud pública mundial. La mayoría de los países no estaba preparado para enfrentar a un enemigo que la mente lo imagina del tamaño de un planeta, aunque solo la potente lente de un microscopio compruebe su pequeñez.
No es fácil entender cómo un organismo que no tiene vida ni sentidos, tenga la facultad de saber donde está la boca, la nariz y los ojos, por donde ingresará al cuerpo humano para establecer su cuartel general y desde ahí atacar y destruir los blancos vitales. La única resistencia que le hará frente será un buen sistema inmunológico.
Asombra que el letal virus tenga la capacidad de provocar confusión entre las células de las personas cuyas defensas están débiles.
Los que han cumplido con la responsabilidad de recluirse, se han reencontrado y convivido estoicamente con su soledad. Así, a solas, cavilan sobre la utilidad de la Política y sus consecuencias.
El miedo se ha apoderado del mundo. Es un miedo a un asesino que huele a muerte pero que el ojo humano no lo ve. Ha abarrotado hospitales, se ha convertido en el agresor hostil resuelto a contaminar todo lo que toca, sin importarle en lo absoluto si son vidas jóvenes o adultas, si son
ricos o pobres, hombres o mujeres. No distingue razas ni credos. A todos puede formar en el paredón; además, la prisa le gana.
Antes, solo los asesinos cubrían su rostro. Ahora, cualquiera que desee sobrevivir lo hace. Sin embargo, dicen los que saben, que la crisis nos hará crecer como personas, recuperaremos valores perdidos, y nos interesaremos más en lo que ocurre en nuestro entorno. Ojalá así sea, lo necesitábamos…
UNA BUENA
La crisis de salud que el país está padeciendo, ha obligado a buscar alternativas que optimicen la atención de la salud en la población. Es importante incorporar nuevas tecnologías y elevar la calidad de los servicios a la gente en crisis como la actual, provocada por el Coronavirus. Urge que los gobiernos avancen en el tema de la salud.
El comentario es por que en Tabasco se puso en marcha un modelo de hospital que,de generalizarse, puede ser una buena alternativa para apoyar los planes estatales de salud. Está operando en Villahermosa, se construyó en tiempo récord. Es un centro independiente para la atención a pacientes Covid-19 en estado crítico, no crítico y en recuperación, con el propósito de fortalecer el sistema hospitalario. Son unas esferas con un toque espacial, unidas por túneles con aspersores de desinfección y vapor con solución germicida biocida. Está funcionando con cuarenta camas hospitalarias delimitadas entre sí con cortinas antimicóticas, farmacia y una central de enfermería. La empresa que diseñó el proyecto mejorado de otros países en el mundo, fue FMEDICAL, de origen y capital mexicano. Las crisis también traen innovaciones |
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