DESDE el pasado viernes cuatro de este mes, comenzó el periodo de silencio gubernamental, con la finalidad de no interferir con el proceso de revocación de mandato que constitucionalmente se ha fijado para que el pueblo mexicano, tenga la oportunidad de reconsiderar la actuación del gobierno federal, en manos del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, dando respuesta oportuna a la interrogante que el instituto nacional electoral, hará a través de las boletas correspondientes donde se revocará el mandato presidencial, si así se considera oportuno, después de analizar detenidamente la situación que impera en el país y la conveniencia de que tenga que sustituirse al presidente.
Aunque ya se encuentra debidamente establecido este proceso de consulta ciudadana, no deja, hasta este momento, de ser muy controversial esta esta decisión, pues no tiene mucha razón de ser y menos cuando las condiciones económicas y de salud, no parecen ser las idóneas para un proceso de esta naturaleza, pues hay otras prioridades que los mexicanos, necesitan resolver, principalmente por las normes derogaciones que se tienen que hacer para satisfacer un capricho presidencial o bien alentar más el ego presidencial, luego de saberse que su popularidad del presidente, le permitirá salir ileso y quizá más fortalecido para futuras decisiones de carácter electoral, que en todo caso, es lo que se busca.
Si bien no serán los tres mil ochocientos millones de pesos los que se invertirán, como inicialmente se había informado, sí será una cantidad considerable que se irá, prácticamente, al cesto de la basura. El ego presidencial, y sus caprichos están saliendo demasiado caros al pueblo mexicano, quién es, finalmente, el que paga todos estos excesos del gobierno federal, principalmente, del propio presidente de la república.
Pero bien, es esto lo que quiere el pueblo mexicano y como democráticamente es el que manda a través de un personaje que no le cuesta nada hacer y deshacer, pues tiene que llevarse a cabo este proceso, que si los representantes populares lo hubieran querido, también se pudo haber cancelado para evitar mayores erogaciones económicas que resultan ser una verdadera ofensa para el pueblo en general, ahora que se necesitan recursos para seguir combatiendo a la pandemia y comprar los medicamentos que hacen falta para enfrentar los retos de las grandes enfermedades que atacan a los mexicanos, especialmente a los niños con cáncer.
Este es el México, de hoy, donde la manipulación popular es un hecho mayor que aún no se comprende, a pesar de llevar más de tres años realizándose.
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EN CRISIS, EL PARTIDO TRICOLOR.
LA DIRIGENCIA ESTATAL del Partido Revolucionario Institucional, ha tenido que pedir la comprensión de sus trabajadores, luego de qué por diversos problemas económicos, no ha logrado cubrir en tiempo y forma con el salario de cada uno de ellos. Marlon Ramírez Marín, dirigente estatal, ha declarado encontrarse en serios problemas para poder cumplir con la base trabajadora, debido, principalmente, a reducciones en sus asignaciones conocidas como prerrogativas y ha hecho los mejores esfuerzos para estar al día, principalmente, en los pagos que corresponden a quienes se encuentran laborando dentro de las oficinas administrativas y también de aquellas personas que tienen que realizar su quehacer en los trabajos operativos.
Como nunca, en PRI, se ve envuelto se una crisis económica de magnitudes extraordinarias, donde sus recursos económicos se ven también afectados por la imposición de multas que provienen del órgano electoral local, las cuales se aplican sin miramiento alguno, independientemente de que al momento de cobrarlas, se han excedido, ya que se sabe que dobletean estas imposiciones en su favor, ya sea del organismo en cuestión o por beneficios personales, deduciéndose esta cuestión al no encontrarse explicación alguna respecto de estas obligaciones partidistas.
En fin, que para el tricolor, ésta es una fase difícil de superar, aunque se hacen los esfuerzos necesarios para cumplir con la base trabajadora, la cual finalmente, no es la culpable de las disposiciones, dizque, oficiales de quien tiene el compromiso y obligación de proporcionar, en tiempo y forma, los recursos al partido, es decir, una buena parte proveniente, sin duda, del propio organismo público local electoral en Veracruz, quien, al parecer, resulta ser el responsable de esta crisis económica, tanto del PRI, como de otros partidos políticos que integran ,en este momento, la llamada oposición.
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EL PUEBLO MEXICANO, SUFRE CRISIS GENERALIZADA.
SALVO UN REDUCIDO grupo que concentra en pocas manos la riqueza del país, algunos trabajadores federales, incluyendo al sector magisterial, legisladores y algunos miembros de la cuarta transformación, el resto de mexicanos, está viviendo una terrible crisis económica resultante de una política equivocada de la economía nacional.
Pocas inversiones que ofrezcan empleos bien remunerados y gastos astronómicos de la federación en proyectos que pueden, en determinado momento, ser inviables, han ocasionado que el país se encuentre enfrentando un serio problema para subsistir y con añadidura el asunto de la pandemia que ha afectado a las familias en general, así como la galopante inseguridad que no ha permitido que el pueblo mexicano, se desenvuelva con plena garantía de paz y tranquilidad.
El pueblo muere todos los días por falta de seguridad, por falta de recursos económicos y por ver disminuida su posibilidad de vida ante los graves problemas que enfrenta con la salud y el poco interés oficial por remediar estas condiciones generales, pues no se han dictado medidas precisas para solventar estas necesidades, así como la nula intervención gubernamental que procure, de verdad, el bienestar de la población.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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