Tiene rato que nuestro país ya es catalogado como uno de los más difíciles para ejercer el periodismo.
De entrada, donde más se estigmatiza al periodista es precisamente en las mañaneras, es allí donde empiezan los ataques, las descalificaciones y, en consecuencia, las agresiones.
Y mire sino es allí donde principia todo.
Desgraciadamente, en nuestro país, la libertad de prensa cada día está más expuesta a ataques, amenazas e intimidaciones y todo porque desde, desde palacio nacional se espía y sitúa a los periodistas como parte de las amenazas contra la seguridad nacional.
Según datos dados a conocer por algunas ONG en 36 meses, el tabasqueño emitió 1.945 ataques a la prensa, tiempo en el cual cerca de tres decenas de periodistas han sido asesinados y un par de ellos desparecidos.
Hasta mediados del año que está por fenecer la cifra ya rebasaba los 2,300 ataques consumados contra la prensa en lo que va de la administración del inventor del hijo de Atanasio.
El número de periodistas asesinados ya estaba cercano a los cuarenta, así como varias desapariciones. La mayoría referían antecedentes de amenazas y habían solicitado de manera oportuna protección oficial.
Sin lugar a dudas que las agrias murmuraciones del señor López, el de Macuspana, hacia la prensa única y exclusivamente contribuyen al clima de descomposición, ya existente.
Le echa gasolina al fuego.
El inventor del hijo de Atanasio de manera incesante amedrenta e impulsa agresiones en contra de los periodistas utilizando un discurso difamador.
Es de resaltarse que notables asociaciones no gubernamentales concuerdan en el grado de peligrosidad que existe en nuestro país para ejercer la profesión.
Están documentados las innumerables agresiones a la libertad de prensa y centenas de episodios de violencia contra periodistas de distintos lugares del país.
Por lo anterior no es producto de la casualidad el que altos comisionados de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hayan demandado a las autoridades mexicanas que garanticen la seguridad de los periodistas.
Varios representantes de dicho organismo también han demandado protección para los periodistas, han exigido cesen los ataques de las autoridades hacia la prensa mexicana. De lo contrario, no solo contribuye a la autocensura, sino que fomenta la violencia contra los medios.
Sin lugar a dudas que el entorno de descomposición que prevalece en nuestro país es visible, innegable.
Son cientos de agresiones a la prensa las cuales únicamente ambicionan inhibir la labor informativa.
Ciertamente todo lo anterior exige, de manera urgente, una respuesta que de fin a la desbordada violencia contra los periodistas.
Toda intimidación contra la prensa debe interpretarse como una reprobación directa al derecho del público a estar informado.
Lo cierto es que las embestidas contra periodistas mexicanos están adquiriendo eco en otras latitudes del planeta.
La alerta urgiendo a las autoridades a otorgar protección a los periodistas es prioritaria, como también son admirables los índices de violencia contra la prensa ya que se consideran muy altos y los niveles de impunidad ya ni se digan.
En pocas palabras el gobierno federal no tiene la voluntad para meterle la mano, pero en serio, al asunto.
Así de sencillo.
NOS LEEMOS EN ENERO.
Desde este espacio correspondemos a las innumerables muestras de afecto de nuestros lectores, así como también agradecemos los presentes navideños enviamos a quien esto escribe, la verdad, no esperábamos tantos.
Muchas Gracias.
Es deseo propio que el año venidero sea pleno de salud para todos ustedes y que la Navidad florezca dentro de un ambiente familiar y de tranquilidad.
Felicidades.
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