La educación en México atraviesa una etapa crucial que exige reformas profundas y estrategias eficaces para superar los retos que limitan su calidad, equidad y pertinencia. La Educación Media Superior (EMS) enfrenta problemáticas estructurales que requieren soluciones concretas y adaptadas a las necesidades de los estudiantes y las regiones que habitan.
En el estado de Veracruz, la EMS está sectorizada en 10 subsistemas bajo la supervisión de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV). Este sistema, conocido como el Sistema Estatal de Educación Media Superior (SEMSyS), incluye instituciones como el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV), el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) el Bachillerato en Línea de Veracruz (BELVER), la Coordinación Estatal de Preparatoria Abierta (CEPA), Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz (CECYTEV), la Dirección General de Bachillerato (DGB), el Telebachillerato de Veracruz (TEBAEV), el Telebachillerato Comunitario Veracruz (TEBACOM), la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) y El Instituto Consorcio Clavijero (ICC). Así como 321 planteles particulares de este nivel educativo. Estos subsistemas atienden a una matrícula total de 305,385 estudiantes en el ciclo escolar 2022-2023.
Sin embargo, en el documento de la Unidad de Planeación, Evaluación y control Educativo (UPECE) y la Subdirección de Investigación y Análisis de la Información (SIyAI), de la secretaria de Educación estatal, publicado para el ciclo escolar 2022-2023, se presentan los principales indicadores como la eficiencia terminal y el abandono escolar, haciendo evidente los retos que enfrenta el estado. En el documento referido se señala que la eficiencia terminal en la EMS de Veracruz cayó del 76.30% en 2017-2018 al 68.88% en 2022-2023, mientras que el abandono escolar, aunque disminuyó del 10.80% al 6.84% en el mismo periodo, sigue siendo una problemática central.
La EMS, que atiende a jóvenes de entre 15 y 19 años, es esencial para preparar a los estudiantes para la vida académica y laboral. Sin embargo, enfrenta desafíos complejos que reflejan las desigualdades sociales, económicas y de género.
Actualmente, solo el 66% de los jóvenes en edad de cursar la EMS tiene acceso a este nivel, y los más afectados suelen ser aquellos de zonas rurales y marginadas. Esta falta de oportunidades perpetúa las desigualdades sociales.
Adicionalmente, el abandono escolar sigue siendo una problemática central. En Veracruz, aunque se ha reducido entre 2017-2018 y 2022-2023, sigue afectando significativamente a la continuidad educativa. A nivel nacional, el 8.9% de los jóvenes de 15 a 17 años dejó la escuela para apoyar económicamente a sus familias durante la pandemia. Se estima que en Veracruz este índice supera el 10%.
La EMS también enfrenta desigualdades de género: mientras la matrícula masculina disminuyó un 2.3% (43,874 estudiantes) entre 2020-2021 y 2022-2023, la femenina aumentó un 2.2% (46,189 estudiantes).
Los varones enfrentan mayores presiones económicas, mientras que las mujeres deben lidiar con responsabilidades domésticas y matrimonios tempranos.
La baja cobertura y la exclusión de grupos desfavorecidos es un tema toral que impide a los jóvenes de veracruzanos inscribirse y concluir sus estudios de este nivel educativo. Esa exclusión se ve amplificada a quienes viven en zonas rurales y marginadas. Sin duda, La falta de planteles cercanos y la escasez de modalidades flexibles perpetúan estas condiciones.
Por otra parte, el abandono escolar y desigualdades económicas es otra de las problemáticas que ocasiona que el 15% de los jóvenes matriculados abandona la EMS, principalmente por problemas económicos, la falta de relevancia en los contenidos educativos y las dificultades para combinar trabajo y estudio.
Así también, los planes de estudio están sobrecargados de información poco útil para las necesidades actuales de los estudiantes y del mercado laboral, lo que genera desinterés y rezagos en la preparación académica.
Otro factor que enfrentan los estudiantes de bachillerato es la ya amplia brecha entre competencias educativas y laborales. Existe una desconexión entre las habilidades desarrolladas en la EMS y las exigencias del mercado laboral. Esto limita las oportunidades de empleo y refuerza la percepción de que la educación no es útil.
Asimismo, la EMS aún depende en gran medida de métodos tradicionales de enseñanza. Además, las plazas para docentes no normalistas son limitadas, restringiendo el acceso de profesionales con conocimientos especializados.
Adicionalmente, muchos planteles carecen de talleres funcionales y equipos adecuados para las prácticas de aprendizaje. Además, en varias regiones no se cuenta con infraestructura accesible para personas con discapacidad.
Con el propósito de contribuir a mejorar la situación de la EMS se presentan algunas propuestas al respecto:
● Diseñar programas de mentoría y tutoría que ofrezcan apoyo académico y emocional a los estudiantes, adaptados a las características socioeconómicas y de género.
● Ofrecer becas y apoyos económicos para evitar que factores económicos condicionen la permanencia en la EMS.
● Ajustar los planes de estudio a las competencias requeridas por los sectores productivos y sociales.
● Incorporar contenidos innovadores que utilicen tecnologías de la información y enfoques centrados en el alumno, fomentando la creatividad, el pensamiento crítico y las habilidades digitales.
● Incorporar formación en inglés, habilidades digitales y pensamiento crítico para responder a las demandas globales.
● Capacitación de profesores y directivos en aspectos didácticos y psicológicos, para la atención temprana en problemas de aprendizaje.
● Fomentar la formación en valores.
● Mejorar la estructura organizacional de la Dirección General de Bachillerato (DGB) simplificando tramites e innovando procesos administrativos para evitar duplicidades.
Finalmente, es dable afirmar que la transformación del sistema educativo en Veracruz requiere un esfuerzo conjunto que trascienda las políticas actuales. Garantizar el acceso equitativo, la pertinencia educativa y la calidad en todos los niveles es fundamental para construir una sociedad más justa y próspera.
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