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| Sustracción de menores, otro problema durante covid-19. | ||||||
| Liliana León, Gabriela Sánchez y Tonalli Yollotl González, no se conocen entre si, pero sufren la misma pena, sus hijos fueron robados por sus propios padres u abuelos paternos | ||||||
| Miércoles 08 de Julio de 2020 | ||||||
| Por: Excelsior | ||||||
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Está inactividad en algunas dependencias del Gobierno de la Ciudad de México y Estado de México, abrió la pauta para la comisión de algunos delitos en el seno familiar, cómo la sustracción, retención y robo se menor. Grupo Imagen solicitó a las áreas de comunicación social de los Tribunales Superior de Justicia del Estado de México y Ciudad de México, un aproximado de denuncias en los juzgados de lo familiar por sustracción o retención de un hijo a mujeres u hombres que se les haya concedido la Guarda y Custodia del menor, hasta el momento no hay respuesta. Liliana León, Gabriela Sánchez y Tonalli Yollotl González, no se conocen entre si, dos viven en el Estado de México y una en la Ciudad de México, pero sufren la misma pena, sus hijos fueron sustraídos o robados por sus propios padres u abuelos paternos. El calvario de Liliana León comenzó con el juicio por la Guarda y Custodia que le fue concedida el 22 de abril de 2019 de acuerdo con el expediente JOF 249/2018 ubicado en el Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Distrito Judicial de Chalco, Estado de México. Está desición judicial, le generó coraje a Rodolfo Ernesto Cervantes, padre del menor quién el pasado 2 de mayo, durante la convivencia familiar que tenía asignada los fines de semana se lo llevó, sin el consentimiento de la madre del menor. Tras la denuncia correspondiente, iniciada el 4 de mayo ante el ministerio público de la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género CHA/FVG/JMA/009/107156/20/05, la respuesta de las autoridades de los juzgados de lo familiar y ministerios públicos, es la misma, "por la pandemia no se está trabajando". Me dicen que ahorita que ahorita no se puede hacer absolutamente nada, entonces la verdad, yo hago un atento llamado a la licenciada Dylcia que tome cartas sobre el asunto porque esta persona está cometiendo el delito de sustracción de hijo, entonces, si quiero el apoyo de la Fiscalía, si quiero que se me haga justicia, me preocupa el bienestar de mi hijo". Las denuncias correspondientes y la insistencia de recuperar a su hijo, le ha generado una serie de represalias por los familiares directos (hermanas) del sustractor del menor. Me dicen que no haga nada legalmente que me van a mandar desaparecer o que va a parecer mi cuerpo mutilado por las calles”. A esto se le suman las amenaza y violencia que le ejerce Rodolfo Ernesto, bajo la protección de algunas autoridades municipales. Es una persona muy agresiva, es muy violento de hecho el año pasado, le inicié una carpeta por violencia familiar a raíz de esa situación me han otorgado en diversas ocasiones la medida de protección, porqué temo por mi vida, temo por la vida de mi hija, la de mi madre y he recibido diversas amenazas por parte de este señor Rodolfo Ernesto Cervantes Vargas”. A más de dos meses de la retención de su hijo, los funcionarios del Juzgado Primero Familiar de Primera Instancia del Distrito Judicial de Chalco, Estado de México, hasta el momento no han querido recibirle su denuncia para que se solicite al juez una orden de aprehensión contra el padre del menor por "no estar laborando por la pandemia". En el caso de Gabriela Sánchez, los abuelos paternos sustrajeron al menor de 7 meses, el 8 de marzo del año en curso, durante una visita programada. Cabe destacar que el padre de este pequeño desde el momento de la concepción, no lo quiso reconocer. A mi bebé me lo sustrajeron, la familia paterna de mi bebé, sustrajo al menor sin mi consentimiento, bajo engaños y hasta el momento no he podido verlo por falta de un abogado”. Durante tres meses, acude hasta tres veces a la semana al ministerio público de la alcaldía Álvaro Obregón para exigir que la apoyen para levantar la denuncia por el robo de su hijo por los abuelos paternos, para ello le exigen un abogado que no puede pagar. Muy duro porque no me querían levantar una demanda por sustracción de menores, porque decían que eran familiares del abuelo del bebé, porque era abuelo; pero yo siempre les dije que el papá nunca quiso reconocer al bebé, entonces ha sido un proceso muy largo, porqué para empezar no me querían levantar la denuncia por la sustracción de menores”. También la falta de actividades en los juzgados de la ciudad de México, afecto a Tonalli Yollotl González, quien el Juzdado 1 de lo familiar expediente 370/2020 fechado el 12 de marzo de 2020, le concedió la Guarda y Custodia de sus dos hijos. De acuerdo con el expediente, Miriam Gil, dejó a los dos menores en casa de la abuela materna "con pretexto de salir a buscar trabajo", dos meses fue la ausencia de la madre por lo que se le concedió la Guarda y Custodia al padre. Al conocer el fallo Miriam, sustrajo a los menores, se cambió de domicilio y cambio de número de telefonía celular para evitar ser localizada. A decir de la abogada Judith Selene López Meza, especialista en materia familiar, la sustracción o retención de un menor por uno de los padres o un tercero dependiendo de quién lo ejecute una conducta de delito que podría alcanzar de uno a cinco años de prisión y de 100 a 500 días de salario mínimo de multa. Agregó que la falta de interés de un funcionario público que no ayude a quien lo requiere, tendrá una pena de 2 a 8 años de prisión. La conducta omisa de los servidores públicos, también constituye un delito. La negación del servicio público y se imponen de 2 a 8 años de prisión al servidor público que indebidamente en llegué retarde u obstaculice el auxilio, la protección o el servicio que tenga obligación de otorgar a quien teniendo a su cargo los elementos de fuerza pública y habiendo sido requerido para prestar el auxilio se niega indebidamente a ejecutarlo o a proporcionarlo". Liliana León, Gabriela Sánchez y Tonalli Yollotl González, no se conocen entre si, pero comparten la frustración y el coraje de los funcionarios de los juzgados familiares y fiscalías del Estado de México y Ciudad de México que bajo pretexto de la pandemia, no realizan sus actividades. |
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