XALAPA.- Ante un gobierno estatal omiso, que ni siquiera se ha dignado recibir a las organizaciones de transportistas, el gremio de taxistas decidió dar un paso adelante en Xalapa y se han organizado para subir la tarifa mínima a 40 pesos, con el argumento de que ya es incosteable cobrar solo el monto anterior. Aunque legalmente la tarifa mínima dentro de la zona centro es de 25 pesos, a través de los diversos blogs que tienen en redes sociales, los taxistas señalaron que desde hace un par de años existe un acuerdo mutuo entre el conductor y el usuario, donde la tarifa mínima iba de 30 a 35 pesos. Sin embargo, ante el incremento del costo de la vida diaria, así como los insumos como son la gasolina, aceites, llantas y refacciones, acordaron fijar como tarifa mínima la de 40 pesos. Es así que entre los propios taxistas se recomiendan lo que habrán de cobrar al pasajero antes de iniciar el recorrido para evitar inconformidades de ambas partes. Señalaron que el tarifario oficial, que data de hace más de 10 años, fija una tarifa de 50 pesos del centro de la ciudad hacia las plazas comerciales, cantidad que ya no se cobra desde hace más de 5 años. En ese aspecto los taxistas dicen que tampoco buscan afectar al usuario, pero el cobro mínimo para dicho recorrido oscila entre los 60 y 70 pesos hasta los 90 y 100 pesos. Aunado a esto, indicaron que si antes se hacían 20 minutos, ahora se llegan a tardar hasta una hora. Por otro lado, en los últimos meses, en la capital del estado se han registrado diferentes manifestaciones y bloqueos de calles y avenidas sobre el abuso de elementos de Tránsito y policías, y aunque han sido expuestos en varias ocasiones, no disminuyen. En este tenor, un ciudadano identificado como Abelardo “N”, denunció que la noche de ayer, cuando se dirigía a su hogar, un agente de Tránsito lo detuvo en la avenida Ruiz Cortines, a la altura de Reyes Heroles, presuntamente por la ausencia del cinturón de seguridad. "Yo llevaba puesto mi cinturón, pero mi camisa era de color azul marino, así que era fácil confundirse", explicó el afectado. Mientras su esposa y él reclamaban sobre la falta indicada, le mostró el papeleo que le solicitó y cuando se percató de que su credencial era de Puebla, el uniformado le dijo: "vas a ver lo que es un jarocho". En ese momento pidió una grúa para el arrastre y la conversación fue subiendo de tono, "en un acto de salvar mi unidad, llamé al 911 para que me apoyaran, pues había dado todo lo que el de Tránsito me solicitó". Sin embargo, acusó que cuando llegaron los policías no hicieron nada, solo se quedaron a observar el "espectáculo". El agraviado narró cómo el oficial siempre mantuvo una actitud de prepotencia y un lenguaje grosero, "hasta le empezó a decir de cosas a mi esposa, ahí me controlé porque no quería más problemas, pero ganas no me faltaron de aventarme a él", aseguró. Dijo que cuando se llevaron la unidad, no les dieron ninguna infracción y solo les notificó que en la mañana en las oficinas preguntaran por su unidad con el número de las placas. Sin su auto, en la calle, con coraje y mucha impotencia, se regresaron a su hogar. A la mañana siguiente pagaron su multa, la cual tiene asentada como la causa "no proporcionó los documentos", es decir, una mentira, y después se trasladó al corralón donde estaba su unidad. En total, el automovilista gastó 3 mil pesos. "No se vale que, por conveniencia y quizá trato entre grúas y de Tránsito, te saquen tanto dinero", lamentó. Dijo que los corralones tienen filas largas de motocicletas, taxis y coches particulares de ciudadanos que muy probablemente sus ingresos no les alcancen para pagar estas multas y tengan que ser privados de su forma de traslado. Así las cosas con el robo en despoblado por parte de los agentes de Tránsito, pero dice el secretario de Seguridad Pública que no han detectado a ninguno incurriendo en tales fechorías. Vaya caso.
|