XALAPA.- De acuerdo con la doctora María Guadalupe Aguilar Uscanga, profesora investigadora y directora académica del Instituto Tecnológico de Veracruz, la producción de etanol que se daría con la única planta en el país ubicada en esta institución educativa, daría la oportunidad a comunidades indígenas de una mejor calidad de vida, al producir energía que pudieran usar en estas zonas donde se carece de energía eléctrica e incluso de gas, a través de los subproductos que se generan durante las etapas del proceso de producción del etanol. La investigadora subrayó que no se trata sólo de producir etanol, únicamente, sino de producir varios productos que se van generando como subproductos durante la cadena de producción del etanol. Puso como ejemplo que en la primera etapa de la producción del etanol, se realiza un pre tratamiento, “nos queda como residuo un líquido rico en glucosa que se puede utilizar para producir xilitol, que es un edulcorante de alto valor agregado, 1 kg de xilitol anda entre 3 mil y 5 mil pesos, entonces ya tenemos ahí una línea para otro producto generado partir de un residuo", destacó. Afirmó que ésta no es la única área de oportunidad que se puede optimizar, pues en otra parte de la producción queda un residuo de materia celulósica que se puede utilizar para producir biofertilizantes, y luego, en la destilación queda otro tipo de residuo que es una linaza que se puede utilizar para generar biogás, biofertilizante o pellets, que es un combustible sólido para generar electricidad o energía. "Por ejemplo, el pellets se puede usar en comunidades indígenas, en donde no hay electricidad, incluso puede ser un sustituto del gas para cocinas ya que el pellets es una excelente alternativa ecológica. Esto aplica para todas aquellas industrias que generan residuos lignocelulósicos como la industria tequilera, la cafetalera, los ingenios, entre otras", concluyó.
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