XALAPA.- A unos días del inicio del Buen Fin para impulsar el comercio, el obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, exhortó a la población a ser prudente, cuidar su dinero y no dilapidarlo porque después vendrá la cuesta de enero y la economía familiar quedará quebrada. En ese tenor, el prelado sugirió ser muy responsable y muy cuidadoso, no dejarse sorprender por falsas ofertas ni contraer deudas que podrían convertirse en pesadillas financieras. "Ojalá que la gente no se deje llevar... sé que los comercios quieren ganar dinero y vender, y más ahora que estamos en crisis, pero creo que debemos cuidar nuestros centavos porque la vida no está tan fácil y no podemos andar dilapidando”, afirmó. Refirió que si les dieron un aguinaldo “hay que guardarlo, distribuirlo, hay que ahorrar y privarnos de cosas, para tener; después llegamos a enero y febrero y no hay para lo elemental porque estuvimos gastando", subrayó Briseño Arch. El obispo de Veracruz hizo un llamado en particular por las trampas en que suelen caer los compradores en temporadas como la señalada, y terminan entrampados, víctimas de su imprudencia. "Esto de los créditos es un engaño muy grande. Yo soy enemigo de los créditos porque desgraciadamente cuando alguien pide prestado, el producto lo acaba pagando 5 veces más, por lo menos, y te tienen esclavizado a estar teniendo que pagar", refirió. "Yo digo 'si puedes comprar una cosa, cómprala; y si no la puedes comprar, pues no la compres, no pasa nada, busca una cosa más barata a la que tengas acceso'. Pero no te endeudes: tu dinero se va a hacer menos porque vas a pagar más intereses. Que piense la gente, que tome conciencia de eso", concluyó Briseño Arch. Por otro lado, luego de que siete estudiantes resultaron intoxicados en el Ilustre Instituto Veracruzano, el obispo de Veracruz afirmó que los adultos tienen que orientar a las nuevas generaciones a tener un sentido crítico en un mundo dónde es fácil confundirlos. Por otro lado, consideró que los adultos deben orientar a las nuevas generaciones a que tengan un sentido crítico de la vida, “vivimos en un mundo dónde es muy fácil confundirlos dónde es muy fácil orillarlos a que hagan otras cosas”. Afirmó que siempre debe haber un diálogo, principalmente de los padres de familia, sin embargo es tarea de todos los adultos, orientar a jóvenes y niños, ayudarles a que tengan un criterio para que no se dejen llevar por cuestiones que al final de cuentas les hacen daño. Al ser cuestionado sobre la prevención para que los menores no caigan en las adicciones, subrayó que con el diálogo y el acompañamiento de los papás y todos los adultos que rodean a niños y adolescentes.
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