| Premios Nobel, decesos y el impacto social de la tecnología, centrales en la agenda 2025. | ||||||
| Viernes 26 de Diciembre de 2025 | ||||||
| Por: La Jornada | ||||||
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por implementar políticas de inclusión de género, de los nueve científicos galardonados sólo una mujer obtuvo premio este año. Además, los reconocimientos se concentraron en investigadores de origen británico, francés, japonés y estadunidense, con la excepción de uno de ellos que es jordano, con estatus de refugiado, un contraste que subraya las persistentes desigualdades en el galardón global de la ciencia. El Premio Nobel de Física 2025 fue entregado al británico John Clarke, al francés Michel H. Devoret y al estadunidense John M. Martinis por realizar experimentos que revelaron efectos cuánticos en circuitos electrónicos lo suficientemente grandes como para sostenerse en la mano. Su trabajo llevó la mecánica cuántica del mundo subatómico a un chip, permitiendo estudiar y controlar fenómenos cuánticos en sistemas visibles y manipulables. El galardón fue asignado en el contexto del Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas 2025, declarado así por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para conmemorar 100 años desde los hitos fundacionales de la mecánica cuántica. En Medicina, el Nobel fue otorgado a los estadunidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell, así como al japonés Shimon Sakaguchi, por descubrir el papel de las células T reguladoras (Treg), llamadas “guardianes del cuerpo”, que mantienen en equilibrio el sistema inmunitario para que defienda al cuerpo de infecciones sin destruir sus propios tejidos. Este trabajo identificó el mecanismo que permite conservar los efectos protectores del sistema inmune y evitar los negativos. Destaca que, por segundo año consecutivo, en el rubro de medicina se premiaron estudios de ciencia básica. El Premio Nobel de Química fue concedido al japonés Susumu Kitagawa, al británico Richard Robson y al jordano Omar M. Yaghi por desarrollar un nuevo tipo de estructuras moleculares –llamadas metalorgánicas (MOF, por sus siglas en inglés)–, con aplicaciones que van desde la sostenibilidad ambiental hasta la energía y la salud. Las MOF permiten construir materiales con diversas propiedades capaces de capturar dióxido de carbono, la absorción de agua del aire seco en zonas desérticas, hasta la transformación de moléculas tóxicas presentes en aguas residuales o contaminantes industriales. A partir de este hallazgo, los químicos han construido decenas de miles de MOF distintas, algunas con propiedades que podrían resolver los mayores desafíos de la humanidad y mejorar la calidad de vida. Si los premios reconocieron avances fundamentales del conocimiento, la puesta en marcha del Observatorio Vera C. Rubin marcó la apuesta colectiva de la ciencia por el futuro. Instalado en la región chilena de Coquimbo, presentó, en junio, las primeras imágenes de sus observaciones: millones de galaxias, estrellas de la Vía Láctea y miles de asteroides, durante las primeras 10 horas de operaciones de prueba. México forma parte de esta iniciativa astronómica financiada por la Fundación Nacional de Ciencia y el Departamento de Energía de Estados Unidos, a través de 50 estudiantes e investigadores de las universidades Nacional Autónoma de México y de Guanajuato, así como del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), que trabajan en cinco proyectos de desarrollo de software científico, y un centro de datos estratégico alojado en la UNAM. La discusión sobre los impactos sociales de la tecnología también ocupó un lugar central en la agenda 2025. Ante el auge de la inteligencia artificial en la industria audiovisual en México, actores de doblaje, locutores, músicos, animadores, cineastas, modelos y otros creadores realizaron manifestaciones en el Monumento a la Revolución para exigir que los legisladores atiendan el tema y normen su uso. La manifestación se suma a las acciones emprendidas en otros países, como la histórica huelga de 2023 encabezada por el sindicato estadunidense SAG-Aftra, que paralizó Hollywood durante meses y derivó en cláusulas contractuales para regular el uso de la inteligencia artificial. El año también estuvo marcado por la muerte de figuras claves de la ciencia. En octubre falleció Jane Goodall, etóloga y naturalista reconocida por sus estudios pioneros sobre el comportamiento de los chimpancés, a los 91 años, durante una gira de charlas por Estados Unidos. En México destacó el deceso, el primero de septiembre, de Arnoldo Kraus, médico, escritor y profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, a los 74 años. Fue colaborador de La Jornada y especialista en bioética, duelo, relación médico-paciente, muerte y laicidad. |
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