El hijo de Atanasio va a la baja.
Gracias a su pésima actuación al frente del gobierno veracruzano ha hecho posible que el tabasqueño lo vea con cierto hartazgo.
Ya no lo valúa con los mismos ánimos.
En días pasados ya lo desmintió.
Recordemos que en una gira de trabajo por el estado de Durango, durante su ya tradicional mañanera conferencia de prensa, el presidente AMLO dejó en claro que Veracruz se encuentra entre los estados donde los hechos delictivos no han logrado disminuirse.
En aquella ocasión, después de mostrar beneplácito por los excelentes resultados en materia de seguridad que ha obtenido Durango, el jefe del ejecutivo federal subrayo que “no podemos decir lo mismo en el caso de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Veracruz; pero sí sabemos bien lo que está sucediendo y no estamos cruzados de brazos, estamos actuando”.
Pero eso no es todo, también en días pasados dijo que el senador con licencia es gente de todas sus confianzas por su honestidad.
En una de sus redes sociales el dueño del rancho “La Chingada” expreso “en una de las áreas del gobierno más contaminadas por la corrupción, la Administración General de Aduanas, propuse a Ricardo Ahued, un hombre de toda mi confianza por su honestidad. La instrucción es limpiar de corrupción al gobierno, sin permitir influyentismos ni impunidad”.
Así o más cristalino.
El hijo de Atanasio se cae.
Su labor al frente de la administración veracruzana ha sido más que preocupante.
El hijo de Atanasio carece de dirección política, es inexperto en el difícil arte de gobernar.
Cuitláhuac está urgido de buenos asesores, le urge un buen coordinador en la legislatura local que le garantice un eficaz desahogo de la agenda política y parlamentaria.
Allí está el caso Wincler, entre otros relevantes.
Indudablemente que para López Obrador el estado de Veracruz es clave en su plataforma de reposicionamiento económico.
Sin lugar a dudas que el presidente necesita un gobernador que actúe y trabaje a la altura de las exigencias nacionales, un mandatario que muestre madurez política, responsabilidad y carácter.
Lo cierto que gracias a la pésima administración del hijo de Atanasio, Veracruz se está hundiendo.
García Jiménez no da muestras de inteligente, sus decisiones son tomadas en base a sus zigzagueantes estados de ánimo, por no decir cambios hormonales.
Cuitláhuac tiene que irse.
Así de sencillo.
ALVAREZ PEÑA.
El magistrado Presidente no descansa.
El trabajo que lleva a cabo es de tiempo completo, de campo, nada de estar sentado atrás del escritorio dando órdenes.
El Presidente del Tribunal Superior de Justicia, fiel a su estilo y a su costumbre, de entregar buenos resultados, recorre los distritos judiciales escuchando de cerca a los trabajadores con la finalidad y para verificar el correcto desarrollo de las funciones que desempeñan los juzgados.
En días pasados realizó una visita a los juzgados de proceso y procedimiento penal oral y mixto de primera instancia del distrito judicial de Huayacocotla.
Allí el jurista veracruzano verifico el estado que guardan los juzgados y poder contribuir así en el mejoramiento tanto de la infraestructura física como de la impartición de justicia.
Estas estas visitas se encuentran programadas dentro del calendario anual y tienen como objetivo verificar el correcto desarrollo de las funciones que desempeñan los juzgados así como supervisar las condiciones en que laboran los servidores públicos de los distritos judiciales de la entidad, a fin de brindar un mejor servicio a los justiciables.
Lo anterior, como parte del Programa Anual de Visitas Judiciales aprobado por el Consejo de la Judicatura el pasado 27 de marzo de 2019, por lo que a la fecha se han llevado a cabo un total de 28 visitas ordinarias y extraordinarias en todo el estado.
Bien por el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado, Edel Humberto Álvarez Peña.
ROSARIO ROBLES B.
Ayer martes un juez de control ordenó la prisión preventiva justificada a Rosario Robles Berlanga, tras vincularla a proceso por dos delitos de ejercicio indebido del servicio público, cometidos supuestamente cuando era titular de las secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
La prisión preventiva deberá ejecutarse en el penal de Santa Martha Acatitla, durante los sesenta días que durará la investigación complementaria.
BOGAR RUIZ R.
El alcalde entrega buenas cuentas a sus paisanos.
Su trabajo ha incomodado a más de tres por lo que sin mayor empacho le ponen piedras en el camino. La población alvaradeña está cierta que ha mostrado dinamismo y entusiasmo por sacar adelante a su comarca.
En esta prodiga región se viven otros tiempos, le soplan otros aires.
Lo malo que desde palacio de gobierno en lugar de apoyar a los municipios no emanados de MORENA, se han dedicado a zancadillearlos, a detener sus labores apretándolos con el billete.
No les hacen llegar en orden los dineros del erario público.
Nada más para que se dé una idea de cómo están las cosas, este ayuntamiento está trabajando ahorita con un 40 por ciento del presupuesto, le recortaron el 60, algo que es bastante grave para cualquier administración.
Y como bien dice Bogar Ruiz Rosas, alguien desde la sede del poder estatal le ha venido enderezando una campaña de desprestigio y difamaciones en su contra.
El resentimiento podría obedecer a que, en días pasados, sin autorización de Bola 8, alcaldes de diversos municipios acudieron al Palacio de Gobierno solicitando una audiencia con el hijo de Atanasio.
La intención era hacerle saber de las necesidades que padecen, de los problemas por los que están atravesando.
Por cierto actualmente el gobierno de Veracruz y la federación, mantienen un adeudo con el municipio alvaradeño que supera los 38 millones de pesos, eso sin mencionar lo que quedó a deber el recluso de Javier Duarte de Ochoa.
La actuación del bajacaliforniano por adopción nada bueno abona al correcto desarrollo de estos municipios, por el contrario solo genera descontento social, lo que podría dar origen a la ingobernabilidad.
Bola 8 debe ponerse a trabajar, bastante quehacer tiene como para andar de intrigoso.
No puede con lo suyo, por eso anda repartiendo.
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