Brenda Caballero
Ella se duerme de lunes a viernes a las dos de la mañana. La cuarentena
la ha agotado completamente. Para empezar, únicamente tienen una computadora en casa que se iban alternando dos de sus hijos para hacer sus tareas al llegar de la escuela. Con esta emergencia sanitaria, todo se ha complicado, pues uno de sus hijos va en primaria
y el otro a secundaria. Ambos tienen que tomar clases en línea, a la misma hora, pero con programas diferentes. Aparte, tiene que hacer home office en su domicilio. ¿A qué hora si sus hijos ocupan el equipo de cómputo? Debe ser después de la diez de la noche.
Agreguemos que ella tiene que salir por la despensa y alimentos; hacer
la comida, lavar, desinfectar. El trabajo se le triplicó. Alguna semejanza con algún caso que usted conozca, es puritita coincidencia.
Leía ayer un artículo en el portal Animal Político donde atinadamente
la periodista Beatriz Olivera evidenciaba que la emergencia sanitaria por Covid 19 afectaba de diferentes formas a las mujeres y hombres, siendo necesario integrar una perspectiva de género en la creación y aplicación de políticas públicas y ampliarla a una
visión intersectorial.
Como ejemplos citaba el aumento de llamadas de emergencia por violencia
doméstica y el incremento de peticiones de asilo que ha recibido la Red de Refugios, así como que las mujeres más expuestas son las del sector salud, ya que el 70 por ciento del personal de atención médica y servicios sociales, son mujeres. También refería
a las embarazadas que tienen que tener seguimiento en su clínica del IMSS y que no hay garantía de que puedan asistir sin el temor a contagiarse.
Realmente es un verdadero calvario el que padecen algunas mujeres...
aclaro que este calvario no es exclusivo de ellas, hombres pueden estar pasando por alguna situación de violencia doméstica, pero los casos seguramente son mínimos.
Una amiga me platicaba que en la colonia donde vive, la llamada Progreso
Macuiltépetl, una mujer corría por las calles a altas horas de la noche, huyendo de un varón (supongo esposo o pareja) que le decía que regresara a la casa o la iba a matar. Y la pregunta obligada refiere ¿cómo regresar a un domicilio donde hay una persona
que ya la amenazó con matarla? Realmente es una situación crítica.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno para apoyar a esas mujeres y niñas
que sufren violencia intrafamiliar en medio de esta pandemia?
Sí ha dispuesto sus líneas telefónicas para ofrecer ayuda y apoyo
psicológico, pero ¿Qué más? Ya hemos visto que en tiempos normales no ha sido suficiente, Entonces ¿habrá un cambio en medio de la cuarentena?
Cuando salió el decreto del Presidente Andrés Manuel López Obrador,
el 23 de abril de 2020 en el Diario Oficial de la Federación relativo a las medidas de austeridad que deben observar las dependencias y Entidades Administrativas de la Administración Pública Federal en donde propuso varias medidas, yo buscaba se destacaran
recursos necesarios para abatir la violencia contra las mujeres, como dar recurso extraordinario a los Refugios que son lo que se la rifan diariamente al albergar a mujeres en situación de violencia y a sus hijas e hijos, sin embargo nada de eso se incluyó.
Al sector empresarial y a sus trabajadores se les puede pedir que
resistan la pandemia, pero ¿cómo decirles a las mujeres, a sus hijas e hijos que resistan la violencia?
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