Vaya que la sabiduría popular no se equivoca.
Reza por allí una máxima, “Dios los hace y ellos se juntan” y es precisamente lo que sucede con este par de atolondrados aprendices de político.
Uno es mostrenco y la otra es bisoña.
A ella, la legisladora, no piensen mal por favor, le gana la ambición, no tiene llenadera.
Al otro, lo agarran de barco, lo empinan a cada rato solo en perjuicio de la entidad.
Lo anterior viene a colación por esa foto que recientemente hicieron circular donde se promocionan creyéndose ser auténticos pupilos hollywoodenses, unos verdaderos protagonistas de la pantalla grande, teniendo de fondo una carretera la cual, al parecer, el hijo de Atanasio fue a inaugurar, sí, a cortar el listón porque solo para eso sirve.
En dicha placa se aprecian campantes, sueltos, les brota con extensa naturalidad ese valemadrismo que los distingue y los determina.
Vergüenza les debería de dar publicar ese tipo de fotos. Lo que es la falta de oficio.
Pero vayamos por partes.
En el congreso veracruzano Silva Galindo no representa nada ni a nadie, única y exclusivamente vela por sus intereses y los de su familia,
Tan mal anda la señora diputada que en su mentecita anida la quimera de que la abultada cifra de votos obtenidos en la pasada jornada electoral fue gracias a su carisma, a su trabajo, a su presencia en las colonias marginadas, por favor, en qué cabeza cabe pensar tal sandez, le atino, solo en la de Rosalinda Galindo Silva, porque en una mente sana no cabría tal estupidez.
La parlamentaria es más conocida por el cínico acomodo laboral de su parentela en las distintas dependencias de gobierno.
La representante popular por el distrito de Xalapa Urbano solo la identifican por esa dilatada aptitud que posee para levantar el dedo y cobrar la dieta, para ser una más del mogote, no por su trabajo legislativo en favor de sus representados.
Que le es leal al hijo de Atanasio, eso ni dudarlo.
Por supuesto que entre ellos existe lealtad, pero la lealtad entendida para perjudicar al erario público, para las porqueras oficiales, para agenciarse cargos públicos para la parentela, para convertir en agencia de colocaciones las distintas dependencias del gobierno del estado. Así entienden la lealtad este par de comediantes metidos a políticos.
Su mayor mérito es haber sido la encargada de gestión en la oficina del entonces diputado federal, un sujeto de apellido García Jiménez y de nombre Cuitláhuac, ese es su gran y extenso logro.
Por cierto, quienes andan felices son los dirigentes de varios partidos políticos ya que los incondicionales de Rosalinda andan divulgando que ella será la candidata a la alcaldía de esta ciudad capital, lo que de verdad les alegra porque entonces la llevan fácil.
Ya sin el nombre ni la foto del dueño de “La Chingada” en la boleta electoral, difícilmente la legisladora podrá lograr el triunfo, lo que si habrá de obtener es un boleto doble para irse a pasar unos meses, a rumiar su derrota, al rancho propiedad del señor López.
Y del hijo de Atanasio, que se puede decir que no se sepa.
Es mostrenco. Es poseedor de una muy limitada capacidad de respuesta gubernamental.
No es producto de la casualidad el que figure entre los gobernadores peor calificados del país.
Lo que ha logrado de manera muy significativa es ubicar a nuestra entidad como una de las más inseguras a nivel nacional, ha sabido resaltar de manera muy correcta la galopante crisis de seguridad que padecemos los veracruzanos.
El único mérito del hijo de Atanasio es haber colocado a Veracruz dentro de los peores lugares en cuanto a empleo, obra pública, inversiones, educación y salud refiere.
A nivel nacional nuestra entidad destaca para mal, para puras vergüenzas.
Su ineficacia es evidente. Sus resultados son magros.
La molestia ya existe en Palacio Nacional, solo que tienen que tolerarlo, no hay de otra.
Con todo respeto y sin que Javier Duarte se enoje, porque siempre perder el primer lugar causa molestia, el hijo de Atanasio sí lo chingo, pero de calle, en escasos meses ha demostrado que es el peor mandatario que hemos tenido los veracruzanos.
Así de sencillo.
Felicidades a este par de gomosos.
Y que siga la fiesta.
PROFECO VERACRUZ.
En nuestra entidad esta para llorar la Delegación Federal de PROFECO.
En estos difíciles momentos de pandemia en dicha dependencia las medidas sanitarias pertinentes fueron ignoradas, exponiendo al personal, así como al público usuario.
La atención a los consumidores afectados fue sin tomar en cuenta las recomendaciones del sector salud, por lo que los contagios entre los trabajadores están a la orden del día.
Hasta el momento, se sabe, más de una docena de trabajadores ya dieron positivo al virus, lo peor es que por órdenes del delegado Bruno Fajardo Sánchez, no se les permitió el retiro a sus casas por lo que continúan trabajando siendo un verdadero peligro para el público que asiste a denunciar a los malos prestadores de servicios.
Hasta el momento las oficinas no han sido saneadas por lo que el riesgo es mayor.
Esta es una muestra más del cambio, de esa transformación que tanto alardean los de la cuarta.
Por favor, bola de cínicos.
PALO A MORENA.
En la próxima le platicamos lo referente al “aborto moreno”.
Sí, a ese agarrote que les pegaron a los chairos ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación refutó, ayer miércoles, el proyecto de despenalización del aborto en Veracruz.
En sesión virtual, los ministros integrantes de la Primera Sala votaron 4 en contra del proyecto, y solo uno en defensa.
Se vale llorar. |
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