De mal en peor esta pujante comarca.
Tal parece que la maldición le ha caído.
El actual alcalde, un tal Julio Ortega Serrano, no es otra cosa que un dictadorcillo, un tipo al cual le brotan de manera natural, por lo poros, los traumas y las frustraciones.
El sujeto ese ha perdido la cabeza
Le cuento.
Resulta que en días pasados en uno más de sus arranques de neurótico en potencia despidió, en pleno rebrote de la pandemia, así por sus pistolas, a más de una veintena de trabajadores, varios de ellos del área de Acción Social y todo porque su cuñado, Juan Rosario Morales, no repunta en su ambicioso proyecto de imponerlo como candidato a la alcaldía. Sí, le atino, ansía heredarle el cargo.
La excusa fue que todos estos ahora ex trabajadores, no estaban apoyando “su proyecto político”, “no se disciplinaron”, por lo que en su mentecita concibió la idea de que todos ellos deberían ser destituidos dejándolos en total estado de desgracia junto sus familias.
Ortega Serrano, no conforme con ello también les está reteniendo su salario a media docena de trabajadores, dos de ellos “muy cercanos” a él, gente la cual supuestamente es de su equipó, “son de todas sus confianzas”.
El sentir generalizado de la clase trabajadora es que el edil se encuentra bastante desesperado ante el creciente rechazo ciudadano que está teniendo su cuñado, Juan Rosario Morales, ya son varias las muestras de antipatía que ha recibido su pariente político por parte de las fuerzas vivas de este municipio.
La repulsión hacia Juanito, como cariñosamente le llama el edil, también se la han expuesto en las colonias, las congregaciones y en los ejidos de dicho territorio, situación que tiene muy disgustado a Ortega Serrano, descargando su enojo en los trabajadores.
Calificado por la población como un auténtico peleador callejero, el alcalde ha sembrado temor y terror entre la clase trabajadora municipal, es un secreto a voces su fuerte inclinación a la amenaza y la intimidación hacia todo aquel que “no se le cuadra, a todo aquel que le contradice”.
En repetidas ocasiones públicamente ha presumido de su poderío y altanerías, situaciones que han vivido en carne propia, incluso, varias trabajadoras municipales.
Lo último que comentó a sus incondicionales es que a finales del presente mes “habrá más gente despedida”, por lo que la incertidumbre laboral cunde en la sede del poder municipal de Catemaco.
Fuentes de dicho ayuntamiento nos han hecho saber que ya se están organizando los trabajadores, tanto activos como los que fueron despedidos, para manifestarse en esta ciudad capital pidiendo la urgente intervención del congreso local.
Como bien dicen los paisanos de Julio, “su ambición y desesperación lo han hecho cometer atropello e injusticia, y eso no lo vamos a permitir, llegaremos hasta las últimas consecuencias”.
Aún es tiempo señores, no hay necesidad de que la sangre llegue al rio.
Ojalá y “El Carón”, “Bola Ocho” o el hijo de Atanasio, se atrevan a tomar cartas en el asunto, los tiempos no están para alcahueterías.
Provecho.
DIP. JORGE MORENO SALINAS.
De lo poco rescatable que tiene la actual legislatura local.
El priista tiene tablas, es gente experimentada, sabe del terreno que está pisando, no es ningún improvisado mucho menos un advenedizo, como la inmensa mayoría de los representantes populares.
Por eso, luego de que varios presidentes municipales del PRD dieran a conocer que el bajacaliforniano por adopción, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, los había amenazado y acosado, para que apoyen a los candidatos de morena, el priista se pronunció por exigirle una explicación al responsable de la política interna del estado, esclarecimiento que la habrán de solicitar durante su comparecencia ante los diputados locales audiencia, en los próximos días.
El llamado que el parlamentario le hace a los alcaldes intimidados es que presenten pruebas la respectiva denuncia, ya que, de lo contrario poco se podrá hacer.
Lo curioso es que no es la primera vez que el cenizo personaje es señalado de amenas e intimidación, son varios los personajes de la política veracruzana que han expuesto públicamente este tipo de situaciones provocados por el entenado político de Rocío Nahle.
Sin lugar a dudas que todos estos atropellos se los habrán de cobrar el partido en el poder en la próxima jornada electoral, pues la población ya se cansó no tan solo de magros resultados sino de tantas amenazas, atropellos e intimidaciones.
Basta de aplicar la Ley del Garrote.
Bien por Moreno Salinas. |
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