El hijo de Atanasio entrega dicho documento en medio de un clima enrarecido.
Con una entidad inundada de líquido hemático, así es como llega a su segundo año de gobierno.
La administración que encabeza el hijo de Atanasio carece de resultados positivos, de realidades para los más de siete millones de habitantes.
Sin lugar a dudas que los veracruzanos esperaban mucho más del hijo de Atanasio, aun cuando la novatez era su carta de presentación, creyeron en él, le dieron su voto de confianza.
Sobra decir que después de lo sucedido en las administraciones pasadas, de ese saqueo impresionante que sufrió el tesoro público, se requería de un tejido fino, de un equipo bien compactado y capaz. Veracruz estaba urgido de un gobierno que verdaderamente se pusiera a trabajar en beneficio de su población, de sus paisanos. Pero que gran decepción nos hemos llevado, que chasco hemos tenido ya que vemos con tristeza que nuestra entidad es de las que peor calificación han obtenido según cifras de prestigiadas encuestadoras no tan solo nacionales, sino internacionales también. Es por eso que, gracias a los tumbos del hijo de Atanasio, tiene rato que Veracruz se ha venido colocando en los últimos lugares de eficacia, de buenos resultados para los ciudadanos.
En las redes sociales esta la mejor muestra, el mejor ejemplo del rechazo ciudadano, del desengaño que está sufriendo el electorado veracruzano.
En estos 24 meses lo que ha imperado son los escándalos políticos, los asesinatos de ediles, el nepotismo, la apatía de los titulares de despacho por entregar buenos resultados y la abultada corrupción en que han caído una buena parte de sus colaboradores. La inmensa mayoría de ellos han prestado oídos sordos a las demandas sociales, a los reclamos de la población, el campo está olvidado, no hay empleo, los servicios de salud dan tristeza, los sectores han sido ignorados.
Les ha valido madre la entidad.
Así de sencillo.
Ante verdaderos resultados para la sociedad y en el afán de hacerse se han empecinado en recurrir a la violencia, el sobresalto y el disimulo. Las acciones fuera del marco legal han sido lo suyo. Tal parece que eso los satisface, los llena.
En el plano nacional ven a Veracruz, como un estado sumergido en la inseguridad, en la intimidación oficial, con autoridades que amenazan a los presidentes municipales de oposición, violando vilmente su autonomía ya arrancándoles el poder para conquistarlo ellos.
Son por todos conocidos los diversos actores políticos que, utilizando la represión, las amenazas y las órdenes de aprehensión buscan enderezar por la fuerza a sus antagonistas políticos y así favorecer a su instituto político.
Esas bravatas ya las han vivido en carne propia organizaciones y líderes campesinos, presidentes de colectivos, alcaldes, periodistas, dirigentes magisteriales, ex funcionarios públicos, líderes empresariales y hasta el ciudadano de a pie.
Lo más lamentable es que el hijo de Atanasio se ha dado a la tarea de defender, lo indefendible, adoptando la compostura del avestruz, esconde la cabeza, pero enseña todas las posaderas.
En escasos dos años la sociedad veracruzana se ha dado cuenta que el hijo de Atanasio ha resultado de lo peor.
Por si lo anterior fuera poco a nuestra entidad le espera un futuro bastante nublado ya que el recorte de más mil 500 millones de pesos que le hicieron en el Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado en días pasados por el Congreso de la Unión, sin lugar a dudas que habrá de lesionar a toda la sociedad en general.
Por lo mientras ya hay que irse preparando pues no habrá obra pública, nada de apoyos para el campo, nula construcción de hospitales y carreteras, cero programas de vivienda, el desabasto de medicamentos será la constante, de igual forma la edificación de espacios educativos y, por supuesto, se ensanchará la inseguridad, por lo que nuestro estado será un verdadero caldo de cultivo para el crimen organizado.
En pocas palabras en Veracruz se vive un total desencanto respecto a los resultados de la actual administración y en el cumplimiento de los compromisos hechos en campaña mismos que, ni por asomo, cuando menos, se han podido medio cumplir.
El hijo de Atanasio llega muy desacreditado su “Segundo Informe de Labores”.
Claro que sí.
Provecho. |
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