Por: Alejandro Bustos.
El día de ayer, la Coordinadora de la Defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum, causó revuelo en las redes sociales al presumir una reunión con diversos pastores que se ostentaron como representantes de iglesias evangélicas. Más allá del tamaño de estas iglesias, lo que realmente llama la atención es la participación de Ministros de Culto en actividades políticas, desafiando las limitaciones legales establecidas por la Constitución General de la República y la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
Es innegable que los pastores no pierden su ciudadanía, pero su rol como líderes religiosos, a menudo, restringe su participación en la política. Esto es especialmente significativo dado su papel como defensores de los derechos humanos, promotores de los valores familiares y el estado de derecho.
En estos tiempos, en los que la sociedad se enfrenta a temas sensibles como la concepción de la vida, la identidad de género y protección general a la niñez, su participación tan abierta (específicamente con esta candidata a la presidencia de la república) plantea interrogantes sobre la coherencia de sus principios. Mismos que esencialmente no deberían estar alineados con las políticas ideológicas de lo que representa Morena que es, de hecho, la extrema izquierda mexicana.
Además, la imagen pública de estos ministros, al actuar al margen de la ley, podría alinear a sus congregantes al más puro estilo de líderes sindicales charros. El impacto que pudiera generar en sus seguidores y en la integridad de sus creencias religiosas es una preocupación válida que no se puede descartar.
Controversia
Y las reacciones, por supuesto, no se hicieron esperar. Sólo basta con revisar los comentarios en la publicación de la foto en X/Twitter, de la exjefa de gobierno, para comprobar lo mal que le sentó a los usuarios de las redes sociales. Las respuestas más destacadas que se llegaron a apreciar las recopilo a continuación:
• «¿Alguno de la secta evangélica La Luz del Mundo del "apóstol" pedófilo y pederasta Nassón Joaquín, amigo y compinche de tu amo?».
• «Estos Pastores inocentemente creyeron que podían influenciarla para bien, pero usted los uso para promover su campaña. Mientras usted apoye la matanza de niños, como Cristianos no obtendrá nuestro voto. No somos todos, somos más los despiertos».
• «Soy orgullosamente cristiana. Pero la realidad es que en muchas de las iglesias hay pastores que se dedican al dinero y que lucran políticamente con la fe de las congregaciones», entre muchos otros menos cariñosos.
En última instancia, solo el tiempo dirá si estos ministros logran equilibrar su papel religioso con su incursión en la política o si, en su intento de ser "pastores electorales," terminan alejando a su rebaño.
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