EL DOMINGO pasado, los veracruzanos no salieron a votar como antes. La percepción general de inseguridad y los acontecimientos violentos que se dieron en los días previos a la jornada electoral, fueron factor fundamental para que muchos ciudadanos decidieran quedarse en casa y no ejercer su derecho a votar en las elecciones municipales. Del proceso judicial, ni se diga, pues de todos modos no pensaban votar por esta propuesta fallida.
En Veracruz, menos del cincuenta por ciento de los enlistados en el padrón electoral, se abstuvieron de votar por sus autoridades municipales, que, en realidad, era lo que más les importaba, pues se consideran las autoridades más cercanas a la población.
Fue la inseguridad, parte del abstencionismo que esta vez se observó en la mayoría de los municipios veracruzanos. Los hechos violentos acaecidos en los días anteriores, marcaron la pauta ciudadana para no acudir a las urnas electorales. Afortunadamente no hubo acontecimientos graves, no hubo hechos violentos significativos, pero la percepción generalizada del pueblo veracruzano, dictaba que lo mejor era no salir a las calles ni tampoco, consecuentemente, cumplir, de alguna manera, con una obligación ciudadana.
Aunque el Estado ofreció plena seguridad para el día de las elecciones, ya nadie pudo convencer al pueblo de que no habría violencia. Los hechos que marcaron este proceso electoral, se dieron de manera grave en todo el Estado y con resultados no deseados para la población.
La inseguridad, sin duda alguna, fue el factor más importante en el abstencionismo político electoral del pasado primero de junio.
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¿NULIDAD DEL PROCESO ELECTORAL JUDICIAL?
AUNQUE EXISTEN en estos momentos muchas voces que exigen la nulidad del proceso electoral judicial por falta de legitimidad, luego de que la votación fue aproximadamente del trece por ciento del padrón electoral nacional, ésta no tendrá lugar por diversas razones. La principal de ellas es que la propia constitución no señala un porcentaje necesario, por lo tanto, sea cual sea la votación del pasado domingo, la elección no podrá anularse. Hay otros factores que también inciden como es el caso de la inconformidad nacional sobre la viabilidad de esta elección como el gasto que implicó llevarla a cabo, independientemente de las opiniones internacionales que se han emitido para obligar al gobierno de México, a la declaración de nulidad, porque no representa, evidentemente, el acuerdo de las mayorías, aunque éstas no hubieran acudido a votar.
Hay, desde luego, muchas circunstancias que se están dando por este proceso electoral, lo que, de alguna manera, gestará un antecedente muy especial dentro del gobierno. Hay que recordar que la propuesta de una reforma judicial que buscara la elección popular de jueces, magistrados y ministros, parte de un capricho político de una sola persona y quizá, este sea el mayor problema a resolver en el futuro.
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Y MORENA GANA, PERO AL MISMO TIEMPO PIERDE
SÍ ES CIERTO, el partido político Morena, gana en Veracruz la mayoría de municipios, aproximadamente setenta y dos de ellos, pero al mismo tiempo, pierde unos cincuenta donde también viene gobernando. Esto quiere decir que el partido político en el poder ya no tiene todas consigo y que la oposición está avanzando seriamente para volver a alcanzar su liderazgo en el territorio veracruzano.
Esta vez le dolió a Morena haber tenido que entregar a la oposición estos municipios, pero lo que más le debe interesar es saber porqué se esta dando esta tendencia política que podría perjudicarle seriamente para los futuros procesos electorales, de manera especial en la sucesión gubernamental del dos mil treinta.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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