A Patricia Lobeira Rodríguez, la todavía alcaldesa de Veracruz, no le importó cuidar el futuro del municipio, por lo mismo lo deja endeudado y con sus ingresos comprometidos.
Tal parece que la panista pretende dejarle a la siguiente presidenta municipal, la morenista Rosa María Hernández Espejo, el gobierno municipal comprometido en todo lo que se pueda.
Dicho en lenguaje coloquiral, quiere que el camino esté lleno de piedritas, para que no avance o que lo haga con la mayor dificultad posible.
Y sin son minas terrestres explosivas, mejor.
El ayuntamiento de Veracruz se queda para el próximo año con un adeudo superior a los 600 millones de pesos.
Vamos por partes:
El pasivo de corto plazo se disparó de 44.7 millones de pesos en diciembre de 2024, a 152.1 millones de pesos en septiembre de este año, es decir, un incremento de más de 100 millones de pesos en tan sólo 9 meses.
Este aumento puede ser por el año electoral y los manejos del ayuntamiento de Veracruz destinados a apoyar la campaña de la que fue la derrotada candidata panista a la presidencia municipal, Indira Rosales.
A esto se le suma la deuda pública de largo plazo, de 140.9 millones de pesos.
Más 321.2 millones de pesos, del contrato concesionado a la empresa Wardenclyffe por alumbrado público.
En total 614 millones 200 mil pesos.
Incluso la misma calificadora HR Ratings en su último reporte sobre las finanzas del ayuntamiento de Veracruz, anota que “para los próximos ejercicios se proyecta una reducción en el Gasto de Inversión, luego de que la Entidad (el ayuntamiento de Veracruz) aprovechó su posición de liquidez en 2024”.
Dicho en términos llanos: habrá menos dinero para obra pública, porque Patricia Lobeira se lo gastó por adelantado.
La misma calificadora también observa que el gobierno municipal de Veracruz tuvo un déficit superior al 2.3%, que era el proyectado por el ayuntamiento, debido la incremento en el gasto corriente.
Así que eso de que todo va de maravilla en el manejo de las finanzas del ayuntamiento de Veracruz, es falso, de acuerdo con la misma evaluación de la calificadora bursátil.
DICE SU TESORERA QUE REDUJERON LA DEUDA, PERO ESTE AÑO AUMENTÓ Y NO PAGARON NADA DE LA MISMA
La administración de Patricia Lobeira distribuyó este jueves 6 de noviembre un boletín (presumiblemente con inserción pagada) con declaraciones atribuidas a la tesorera municipal de Veracruz, Rosario Ruiz Lagunes, asegurando que se redujo “significativamente” el endeudamiento de la administración municipal.
Sin embargo, el “Informe analítico de la deuda pública y otros pasivos” muestra que la deuda pública de largo plazo, pasa de 137 millones 823 mil pesos a 140 millones 955 mil pesos, por un incremento debido a “Revaluaciones, Reclasificaciones y Otros Ajustes”.
En el mismo documento, se ve en el renglón de “Otros pasivos” el incremento referido de 44 millones 760 mil pesos a 152 millones 147 mil pesos.
Este mismo documento muestra en ceros la columna de “amortizaciones del periodo” es decir lo que se pagó de capital para disminuir la deuda.
En el Informe analítico, que se presenta al Congreso de Veracruz, se observa como todavía existe una deuda de 321 millones 295 mil pesos con la asociación público privada (APP) Wardenclyffe, la encargada del alumbrado público de la ciudad.
Como nota nada más, aún con este contrato hay varias zonas de la ciudad que tienen un alumbrado deficiente.
Así que eso de que se redujo la deuda, al menos en lo correspondiente a 2025, no es real.
A esta presión económica por la deuda, se agrega la que recientemente impuso la alcaldesa saliente, al otorgar 51 plazas, incluyendo a familiares, amigos y aliados políticos, incluso en puestos de dirección, que son netamente de confianza.
Pero además, también preocupa el mensaje que esto deja: un gobierno que se va dejando huecos y compromisos que la administración próxima tendrá que enfrentar.
Patricia Lobeira cierra su gestión, también, con problemas de basura y con hoyos en las calles, entre otras deficiencias.
Lo que iba a ser miel sobre hojuelas, se está tornando en un amargo final.
Y eso que dice que es la mejor alcaldesa del país.
Pero los terrenales veracruzanos ya juzgaron su gestión como mística del primer municipio de América continental.
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