Xalapa es una de las ocho zonas metropolitanas que tiene Veracruz y una de las 59 del país. Está compuesta por 10 municipios aledaños en los cuales confluyen por diversas actividades cerca de 2 millones de personas, cuyas actividades en ciertas épocas del año son más que difíciles. Una de ellas es la temporada de lluvias que en la región ya se adelantó precisamente porque su flora y fauna se ha visto afectada por el efecto invernadero en cierto modo y la actividad antropogenica que por ejemplo sigue reduciendo el Bosque Mesofilo de Montaña regional.
Lejos están estas torrenciales lluvias de apoyar el riego agrícola, más bien representan verdaderos obstáculos para trabajar y vivir, sobre todo para quienes tienen sus hogares sobre tierras inapropiadas para construir, producto de la necesidad de tener un techo y la venta ilegal y solapada por la autoridades municipales del polígono, pero sobre todo la capital.
En el pasado inmediato la Dirección de Desarrollo Urbano de la capital Xalapa, fue un negocio redondo para muchos autorizado y supervisado por supuesto desde palacio municipal, lo que hoy ya no sucede por lo menos en este corto plazo de municipalidad izquierdista; ya no se dan permisos al vapor ni se cobran favores y no se comprar decenas de hectáreas ejidales por la zona del Castillo o más abajo, al amparo del poder fatuo.
Pero no nos desviemos. Las lluvias anticipadas de Xalapa llegaron para quedarse y sus estragos también. Hemos visto tradicionalmente calles y avenidas por todo Xalapa y sus alrededores que siempre se han inundado y a la fecha así siguen, como si nada pasara. Pero la mala administración municipal pasada en materia de recolectores pluviales empieza a notarse y ahora por doquier se inundan tanto calles como avenidas siendo un caos la región. Como si no pudiéramos prever que la temporada de lluvias llega por estas fechas y que la ciudad será una enorme alberca por regiones de aguas negras que la gravedad las lleva a los ríos y arroyos de la zona contaminados permanentemente con lluvias o sin ellas, gracias a las normas de CONAGUA que autorizan “descargas permisibles de aguas contaminadas” a los mismos. Caso Sedeño, Papas, Sordo, Pescados, entre otros.
Todos padecemos las terribles lluvias cuando la ciudad y alrededores se inundan, pero además, la indiferencia local y estatal en la materia que no hace nada para buscar soluciones al problema de corto y mediano plazo. Como si el problema no existiera, o tal vez como si a la autoridad en el ramo no le importara a lo mejor, porque la borrachera electoral sigue viva o la cruda del mismo tipo no encuentra cura.
Otro problema de gravísimo riesgo es que no hay planes preventivos de protección civil coordinados en los tres niveles de gobierno, porque se siguen comprando tierras de tipo particular y ejidal sin planes de construcción o urbanización lo que genera anarquía, negocios, impunidad y abandono gubernamental. Pero sobre todo en cierto momento, obliga a la gente a comprar tierra sobre zonas lodosas o peligrosas que en cualquier momento pueden deslavarse o derrumbarse echando a perder todo el patrimonio de etas gente que vio en esa oportunidad la esperanza de hacer su casa. Es decir, parece que la autoridad no existe cuando de comprar tierra o venderla se trata, lo que es un grave error que luego en la municipalización de unidades o colonias es un verdadero problema de regularización.
Todo esto tiene solución si parte de un diagnostico que nos lleve a una verdadera planeación estratégica de ciudad y región que queremos. Esperemos haya pronto solución a este problema y no sean los años los que nos den un resultado político y social no esperado. Actuemos. rafaelmarinmarin@hotmail.com
*Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz. COLPROTVER. |
|
