El 19 de septiembre de 2017 a las 13.14 horas, fecha que doblemente no olvidaremos nunca en México, un sismo Magnitud 7.1 nos volvió a recordar lo indefensos que somos y desorganizados que estamos ante la madre tierra. Lo hizo en 1985 ese mismo día, pero a las 7.19. Ambos cobraron vidas, el primero cerca de 400 con un subregistro se habla de 1500 y el segundo más de 10 mil con subregistro incalculable. La razón, gobiernos ineptos y cínicos que buscaron antes proteger sus intereses y cargos que salvar vidas.
Subregistros, en todos los sentidos, incluidos los de la reconstrucción que en 85 no les cumplió a todos los damnificados, porque aún existen edificios dañados por sismo y obvio por tiempo, sobre todo en el Centro Histórico. En 2017, también ha pasado lo mismo, tan solo en la principal Zona Cero ubicada en Álvaro Obregón 286, AO 286, noche a noche, madrugada a madrugada quienes fuimos voluntarios vimos sacar por parte del gobierno cuerpos sin vida, pero a escondidas como si se quisiera esconder algo que ya era noticia mundial y nos valió la bendita solidaridad mundial en apoyo material como herramientas y donativos multimillonarios en dólares y euros, que por cierto secretos a voces en México, están perdidos, o a lo mejor edificados no en casas para los damnificados sino ladrillos y mármoles nuevos en zonas ricas o playas, emulando nuevas casas blancas, con alberca, jardín, jaguar, mercedes y sirvientas bonitas.
Nada de eso paro la solidaridad mexicana e internacional, sobre todo la de un pueblo de bronce, de guerreros aztecas que todos los días a cualquier hora, o hacían colas de trescientos metros para sacar en una hora el escombro que pudieran de las zonas afectadas o, no dejaban de ofrecer a médicos, rescatistas y bomberos de todo el mundo, soldados petrificados, voluntarios.
Casos como los de un niño de la calle, hoy académicamente llamado en situación de calle, abandonado pues, que con una mona en mano, es decir trapo o estopa hasta la madre de resistol o thiner pegada a su boca y nariz para no olvidar su olvido gubernamental, drogado y sin zapatos, regalaba chicles y dulces a los voluntarios, durante dos días porque jamás lo volvimos a ver. O el de madres dando de comer a quien lo pidiera, siempre alimentos calientes sobre todo café, para esos diez días llenos de agua por la tarde noche.
En AO 286, nadie supo al final donde quedaron cerca de 10 millones de herramientas donadas, pero tampoco nadie supo donde quedo el verdadero compromiso gubernamental de autoridades del la ciudad de México y Federales, que solo se paseaban de vez en cuando para dizque supervisar, aunque el trabajo verdadero fue de los rescatistas y bomberos en general que nos pedían hacer cajas de minero o cubos de vida, para levantar las pesadas lozas del punto en búsqueda de vidas, como lo esperábamos todos, incluidos los familiares de ese edificio/oficinas que fueron relegados siempre por las autoridades. La misma suerte por lo que sabemos corrieron otras zonas como la Escuela Rebsamen, Multifamiliar Tlalpan entre otros que no han dejado de luchar como este último. Pero de los recursos o donaciones, de la reconstrucción en general poco o nada se sabe a un año, aunque si sabemos que varios funcionarios abandonaron los cargos para buscar otros, abandonando así a los damnificados. Cinismo puro e impunidad eterna.
Para mañana 19 de septiembre se esperan actos luctuosos en varias partes, incluida la inauguración de un posible memorial en AO 286 para los muertos que no han recibido justicia porque nadie sabe si existen responsables de las malas construcciones que tiene la ciudad, los estados. También se espera que el Presidente de la Casa blanca, no de México, dirija palabras a la nación, que el gobierno recién electo de a conocer su plan de trabajo sobre el rubro y en el mejor de los casos la entrega de algunas casas, pero no de todas a los damnificados. Pero sobre todo habrá manifestaciones en todo el país, exigiendo justicia y que regresen lo robado a los damnificados porque es un secreto a voces reitero.
Es necesario que quienes donaron exijan o la devolución de su dinero o la trasparencia y rendición de cuentas, procesando a quienes desde el poder no solo les quitaron lo donado a los damnificados, sino la esperanza a los mexicanos, aunque en la vida todo se paga, seguramente no podrán decir con honor y decoro a sus hijos y nietos, por los sismos de 2017 tengo la conciencia tranquila. Al tiempo. Pero esta exigencia debe ser nacional dentro de los causes que nos permite la ley y el Estado de Derecho. Duele que seamos ejemplo nacional de corrupción e impunidad, no por nada hemos acunado esa frase de que en México quien no tranza no avanza. Aunque no somos todos así, son en comparación con todo el pueblo mexicano una minoría, que habrá de extirpar hoy y siempre. Pedimos al mundo no dejen de mirar hacia México y vernos como un pueblo con deseos de salir adelante, sobre todo hermano ya gradecido por el apoyo siempre recibido. En nombre de nuestros muertos los que aún no reciben justicia al igual que los damnificados que tampoco reciben sus casas, muchas gracias y dios los bendiga. Mi reconocimiento también a todos los voluntarios, doctores, herreros, amas de casa, incluido el niño de la mona, sobre todo a la brigada de carpintería de A0 286, a quienes los recuerdo con afecto. Actuemos. rafaelmarinmarin@hotmail.com
El autor es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz. COLPROTVER; Delegado del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado INCDA; Presidente de México Crítico. Agrupación Política Nacional |
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