LAS diversas fluctuaciones en el costo de los servicios básicos de las familias mexicanas, es un cuento de nunca acabar.
Se riega la noticia que el gas baja su precio y que de esta manera en los hogares habría más posibilidades de adquirirlo para que la gente siga viviendo bajo un clima de bienestar, pero casi al mismo tiempo, se anuncia que la energía eléctrica aumenta sus respectivas tarifas, quedando, quizá, peor de lo que se estaba con los costos que se pagaban por el energético.
La cuestión es que no hay seriedad en la administración federal, porque todo el tiempo se ha buscado hacer de este gobierno, un verdadero circo, donde los pobres o menos favorecidos, son los que salen perdiendo, aunque siga deambulando aquella frase de que “primero los pobres”.
La situación económica en México, sigue siendo uno de los principales retos que tiene el gobierno, porque a la fecha no se han logrado disminuir las carencias de la mayor parte de los habitantes de este país, pues la pobreza ha aumentado en lugar de bajar y ésta representa, así de fácil, una pésima estrategia en el manejo de los asuntos económicos que se reflejan, necesariamente, en menores posibilidades de que la gente tenga un verdadero poder adquisitivo.
México, ha venido naufragando en todos sus sentidos y es en materia económica donde se centran los mayores obstáculos para crecer adecuadamente. Si antes se hablaba de un cuarenta por ciento de la población pobre, ahora todo indica que ese porcentaje ha crecido considerablemente hasta un sesenta o más por ciento, según los analistas económicos, aún cuando ellos mismos no se pongan de acuerdo. Lo que sí es cierto es que México, es un país de pobres, porque la mitad de sus habitantes, un poco más de setenta millones de mexicanos, tienen grandes dificultades para poder vivir.
La cuestión está en que desde el mismo gobierno federal, se promueve más la pobreza que las posibilidades de vivir bien, o cuando menos de manera digna, como dirían los economistas, aunque la verdad de las cosas es que dentro de este marco de grandes dificultades económicas, se esconde también la situación política, que al parecer, es lo que más importa en este momento.
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¿Y LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL?
CON EL CUENTO de la consulta popular para saber si el pueblo deseaba enjuiciar a los ex Presidentes de la República, o actores políticos del pasado, el asunto de la sucesión presidencial, adelantada por el mismo Jefe del Poder Ejecutivo Nacional, se quedó en el vacío. Sin embargo reveló muchas cuestiones políticas que habría que analizar, porque antes que nada, se trató de un verdadero distractor político,
donde algunos actores políticos quedaron al desnudo, como el caso de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que de plano es la primera de los aspirantes que se descarta en este proceso por el mismo Presidente de la República.
Y es que, la verdad de las cosas, Claudia Sheinbaum, no tiene el perfil adecuado para poder, primero, ser la candidata oficial de Morena, y después, en todo caso, de poder enderezar la nave del gobierno federal, tal y como quedará dentro de poco más de tres años.
El que permanecerá con la posibilidad de llegar a ser candidato, es sin duda, Marcelo Ebrard, el verdadero candidato del Presidente, quien tendrá que lidiar con la aspiración de Ricardo Monreal, quien ya no tiene nada que perder y sí mucho que ganar, por lo que habrá de jugar todo su capital político para llegar a ser el elegido de Morena, aunque tenga que pasar por todos los obstáculos que se le habrán de presentar, principalmente desde Palacio Nacional.
Si no hay otra cosa que sirva para seguir distrayendo al pueblo mexicano, la sucesión presidencial, habrá de despertar en estos días, cuando ya se haya, de alguna manera, digerido el fracaso de la consulta popular.
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AHUED, SIN NADA QUE PERDER.
EL QUE TAMBIÉN, no tiene nada que perder, y sí todo que ganar, es el empresario veracruzano Ricardo Ahued Bardahuill, Senador de la República, con licencia, quien ahora es el alcalde electo de Xalapa, y si su habilidad política, carisma y el trabajo desarrollado, se hace acompañar con la suerte, seguramente que tendrá en el casi inmediato futuro, muchas posibilidades de llegar más lejos, es decir, hablando de la próxima sucesión en el gobierno estatal, aunque también podría adelantase si es que se solicita la famosa revocación de mandato, la cual, seguramente no resistirá el actual mandatario del Estado.
Mientras tanto, sin prisas ni nada que lo pudiera distraer, Ricardo Ahued, se prepara para gobernar a Xalapa, una vez más, ahora con mayor experiencia política y administrativa, esperando, solamente, que los tiempos y las circunstancias políticas lo pongan en el lugar y el momento adecuado para seguir ascendiendo en su carrera política.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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