LOS RESULTADOS del proceso de revocación de mandato estarán, en este momento, preocupando más de la cuenta a la propia organización política de Morena, al no ver el interés ciudadano que tuvieron en la pasada elección presidencial. Es cierto que en este caso no se eligió a nadie, sino simplemente fue un ejercicio para medirle el agua a los tamales y parece qué al presidente, como a todos sus seguidores, la muestra les dio a entender que las cosas han cambiado mucho y que difícilmente podrán alcanzar, para el dos mil veinticuatro, una votación tan alta, poniendo en riesgo, sin duda alguna, el triunfo electoral que están buscando desde ahora.
Hubo acarreo de votantes, relleno de urnas y una evidente violación a los principios legales de un procedimiento democrático, pero ni así se logró una gran participación, quedándose muy atrás las perspectivas que se tuvieron horas antes de que se iniciara este proceso donde se suponía que habría una manifestación de apoyo, principalmente, para el presidente de la república. Los números que ahora se tienen, son el producto de una votación engañosa, porque no hubo una plena vigilancia del cumplimiento legal, pues se trató de un proceso, hasta cierto punto, innecesario, donde los partidos políticos de oposición no estuvieron representados en las casillas, por lo tanto, no hubo quien defendiera una posición política, dejando que el partido político en el poder, hiciera y deshiciera a su antojo, modificando los resultados de este ejercicio, supuestamente democrático.
Pero más allá de lo que concierne a la oposición, a quien, de la misma manera, no tuvo el interés necesario en este proceso, lo más destacable es la preocupación que tiene ahora el mandatario nacional y el propio partido Morena, porque tendrán que cambiar las estrategias políticas, si es que quieren mantener el poder político. La revocación de mandato, evidenció, preocupantemente, que ni el presidente ni tampoco su propio partido, tienen la convocatoria suficiente, la que se tuvo el primero de julio del dos mil dieciocho donde votaron en su favor más de treinta millones de ciudadanos. La aceptación popular del presidente, ha bajado considerablemente y la popularidad de Morena, también, por lo que el próximo candidato no superará, para nada, la votación que tuvo López Obrador.
Morena, estará, en estos momentos, más preocupada que antes, porque los números se han reducido y dependerá de la oposición, el posible triunfo electoral en la sucesión presidencial. Después de este proceso de revocación de mandato, Morena, tiene que pensar mucho en lo que viene. El presidente, tendrá que hacer lo mismo, porque en verdad, las cosas ya no son como antes.
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MODERADA Y PRUDENTE DECLARACIÓN DE AHUED.
LA MAÑANA del domingo pasado, el alcalde Ricardo Ahued Bardahuill, acudió a depositar su voto en la casilla que le correspondía y ahí, posteriormente, habló para los medios de comunicación, donde hizo moderada y prudente declaración en torno al proceso democrático que se vivía en esto ins instantes. El alcalde de Xalapa, aseveró que la consulta de revocación de mandato, era una oportunidad histórica para evaluar a los gobernantes y contribuir a que cada vez se tengan mejores autoridades que sirvan a la sociedad, y no se sirvan del cargo. El presidente municipal, uno de los más respetados y
aceptados en los más recientes tiempos de la administración municipal, precisó que con este ejercicio, que se realizaba por primera vez en la historia política del país, se construye la democracia, pues se les da la oportunidad a los ciudadanos de calificar a sus gobernantes, en este caso particular, al presidente de la república, donde la sociedad se expresaba libremente.
Destacó, de la misma manera, que las nuevas generaciones, tienen esta nueva herramienta que antes no se tuvo y que ayuda a que existan mejores funcionarios públicos al estar sujetos a un diagnostico y que sepan que no tienen seguro el cargo.
Ahued Bardahuill, como se sabe, ha sido inscrito por la propia opinión pública, como uno de los políticos con amplia carrera en el ejercicio público que le da derecho a ser considerado como un aspirante seguro a la gubernatura del Estado, aunque, de hecho, hasta este momento, él no ha dicho nada al respecto y se conduce, como ya lo hemos señalado, con toda discreción respecto de este hecho político que tendrá lugar en el año dos mil veinticuatro.
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LA OPOSICIÓN, OBLIGADA A DESPERTAR.
LA REVOCACIÓN DE MANDATO, ha sido, efectivamente, un proceso muy antidemocrático por las razones que se tienen y que será materia, indudablemente, de un profundo razonamiento del tribunal electoral del poder judicial de la federación, quien tiene, en estos momentos, suficientes elementos para poder emitir una declaratoria que podría cimbrar a todo el país, con solo declararlo inválido.
Sin embargo, para la oposición, no es, ni siquiera necesaria esta acción, pues la consulta le ha dado suficientes herramientas con las cuales, por ahora, ha salido ganando. En principio, se ve obligada a despertar y darse cuenta que es el momento oportuno para trabajar en un posible triunfo electoral para el dos mil veinticuatro. Los números de la participación ciudadana, les está indicando el camino a seguir y definir con claridad las estrategias políticas que deberá instrumentar.
Aunque el aviso es para todos, principalmente, para la oposición, es altamente significativo este resultado de la revocación de mandato, el cual debe aprovechar ahora o nunca.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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