Cuatro personas fueron señaladas directamente como los operadores de la estafa en la Comisión Nacional del Deporte (Conade). Uno de ellos es Israel Benítez Morteo, quien era subdirector de la Conade, Arturo Contreras Bonilla, director de Alto Rendimiento, Carlos Fernando Ramírez Barrera, director de Operación Fiduciaria y Mercadotecnia y Jesús Díaz Muñoz, director de Apoyos a Federaciones y Atletas de Alto Rendimiento. Tanto Israel Benítez como Jesús Díaz son xalapeños, lo mismo que Armida Ramírez quien se encuentra en prisión por desaparecer a uno de sus cómplices. Algo encontró Ana Gabriela Guevara en Xalapa que reclutó a varios operadores para que invitaran a personas a invertir en sus transas. Una vez adentro les sacaban dinero, como lo hizo Armida Ramírez, y luego hasta atentaban contra sus vidas. La periodista Claudia Guerrero nos pone en alerta sobre el regreso de Israel Benítez, operador favorito de Ana Gabriela en Conade. Dice la periodista: “Pero los negocios ilícitos prevalecen, siendo Ana Gabriela Guevara quien recluta a pillos y regresan excolaboradores sancionados por la Secretaría de la Función Pública acusados por actos de corrupción, como ocurrió con Israel Benítez Morteo, quien se ostentaba como subdirector de Calidad en el Deporte y este funcionario federal vuelve a las andadas, asociándose con presuntos empresarios que engañan a veracruzanos como Rubén Darío Carrasco Mora (El Coyame), quien goza de una veintena de demandas laborales, denuncias por fraude y robo, así como daño a propiedad ajena y abuso de confianza”. Así que cuidado, si estos tipos van y le ofrecen un negocito muy redituable, pone usted en riesgo hasta su vida. Si no nos cree, pregúntele a Armida Ramírez, quien se encuentra recluida en un penal de Morelos.
Javier Duarte, el fan número 1 de la zacatecana. El recluso busca quedar bien para que sus órdenes de aprehensión en Veracruz no se las hagan efectivas
El día que Javier Duarte pueda salir del Reclusorio Norte de la Ciudad de México tiene que ser aprehendido para que rinda cuentas ante un juez en Veracruz por el delito de desaparición forzada. Este criminal, exesposo de la que merece abundancia, robó a manos llenas; como el título de la película de Woody Allen, Duarte “robó, huyo y lo pescaron”. Pues en un intento de que las órdenes de aprehensión en su contra no se hagan efectivas, Duarte le guiñó el ojo a Cuitláhuac García, quien al parecer no lo peló. Desesperado el recluso, ahora le echa porras a la zacatecana Rocío Nahle, ante la creencia de que ella será la próxima gobernadora de Veracruz. Le manda esta cortesía Duarte a la zacatecana: “Rocío Nahle puede ser gobernadora de Veracruz porque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos así la faculta por su residencia; y en el caso de obtener la victoria, ella no sería la primera gobernadora que no nació en Veracruz. Existen ejemplos conocidos como los de Don Fernando Gutiérrez Barrios, Patricio Chirinos Calero o Miguel Alemán Velasco, quienes fueron espléndidos gobernadores”. Habría que decirle al gordo Duarte que, a diferencia de la Nahle, los exgobernadores Gutiérrez Barrios, Chirinos y Alemán, tenían su acta de nacimiento emitida en Veracruz. La Nahle no, ella tiene un acta de nacimiento emitida en Zacatecas.
Segalmex, Dos Bocas, AIFA, Tren Maya, Pemex y los contratos, grandes cotos de corrupción, pero AMLO prefiere hablar de la corrupción en el Poder Judicial
En el organismo de Seguridad Alimentaria Mexicana, Segalmex, se llevó a cabo un saqueo institucional operado por Ignacio Ovalle, antiguo mentor del presidente López Obrador. López Obrador minimizó la corrupción y exoneró a Ovalle, a quien, dijo, lo engañaron los priistas que él metió a esa dependencia. En Dos Bocas el que firmaba los contratos era operador de Emilio Lozoya en Pemex; estuvo involucrado en el caso de los sobornos de Odebrecht. En el AIFA hubo completa opacidad para conocer a los contratistas y los montos de los que se contrató, lo mismo que con el Tren Maya, que, como todas las grandes obras de López Obrador, salió costando más del doble de lo programado. Pero de esos no se da cuenta el presidente, o prefiere no darse cuenta. López Obrador prefiere mirar la paja ajena, que prestar atención a la viga que está insertada en su ojo. Sobre el Poder Judicial, y ante las decisiones que le desagradan, declara: “Es lo que venimos sosteniendo: el Poder Judicial está podrido. Hay excepciones en jueces, magistrados, en ministras, excepciones. pero la regla es que ese poder está tomado, secuestrado, al servicio de la mafia del poder económico y del poder político”. A manera de anécdota, el día que respondió por el conflicto de intereses entre su hijo y la petrolera Baker Hughes que le prestó una casa en Houston, AMLO simplemente dijo, “su esposa es rica”. Así de corrupto y solapador el presidente.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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