Les dimos chance; no se ilusionen:
van a ganar los Dodgers
—Chopenjawer
Ya es de todos sabido que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha sido el partido que más ha crecido en menos de una década.
Eso como partido, pero detrás hay una lucha de varios años que se remonta hasta los sesentas, cuando hubo intentos de crecimiento de la izquierda o se agudizaron las protestas que derivaron en la matanza y represión de Tlatelolco, en 1968.
En los años 80, el entonces todopoderoso Partido Revolucionario Institucional (parafraseando al monero “El Fisgón”: dueño del estadio, de la afición, del balón, de los equipos, del árbitro, etc.) tuvo su primer descalabro cuando un grupo de priistas encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, el hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas, decidió formar una corriente crítica en contra del naciente neoliberalismo en el sistema político mexicano: tanto en el partido como en el gobierno.
Esto derivó en la creación del Partido de la Revolución Democrática, (el hoy extinto PRD) con la renuncia de Cárdenas al PRI junto a otros relevantes actores políticos; al sol azteca también se sumaron otros partidos de izquierda que poca o nula presencia tenían en el panorama. Incluso debe recordarse que Cuauhtémoc Cárdenas habría ganado las elecciones presidenciales de 1988, pero un fraude electoral lo habría tumbado para imponer a Carlos Salinas de Gortari.
Son, pues, varias décadas de lucha contra un sistema que se fue corrompiendo y pudriendo.
En el año 2000 la gente ya estaba harta del PRI, pero le apostó a algo peor: la ultraderecha representada en el Partido Acción Nacional con dos sexenios, hoy confirmados como los que hicieron proliferar al narcotráfico en México con la ayuda del Cártel de Sinaloa.
A ese panismo (que básicamente era continuación del modelo priista) le siguieron otros 6 años más de PRI, quizás pensando el votante en que era mejor un diablo conocido que uno nuevo por conocer, pero el resultado fue el mismo: corrupción y escándalos en el sexenio de Enrique Peña Nieto. La oportunidad que tenía el tricolor para recomponer las cosas y cambiar el rumbo, la desaprovechó.
Tampoco se debe olvidar la lucha de un inquieto terco llamado Andrés Manuel López Obrador, quien ya realizaba luchas ejemplares desde su natal Tabasco contra los fraudes electorales, como aquella denominada “Éxodo por la Democracia” en 1991: la caminata que haría desde Villahermosa hasta la Ciudad de México, pasando por Veracruz.
El famoso AMLO no sólo también padeció lo que habría sido un fraude electoral en 2006, cuando perdió por mínima cantidad de votos ante el panista Felipe Calderón Hinojosa, que además partió en dos al país: la mitad con el PRD con sus aliados Convergencia por la Democracia (hoy Movimiento Ciudadano) y el Partido del Trabajo (PT) y la otra con el prianismo.
Posteriormente, AMLO sería traicionado por el partido del sol azteca, al cual decidió mandar a la “gaver” (que en jarocho se traduce como “a freír espárragos”) y decidió fundar su propio partido: Morena.
Durante meses, muchos se pitorrearon por ver las carpas instaladas en varias plazas donde un pequeño grupo de gente estaba afiliando y dando unas credenciales sencillas a quienes deseaban militar en el nuevo partido lopezobradorista. Quizás no veían gran futuro y sólo se les hacía una ocurrencia más del tabasqueño.
Pero en 2014 le otorgaron a Morena su registro como partido político y la historia cambió. Nadie se imaginaba lo que iba a pasar en 2015.
Morena comenzaría a tomar mucha fuerza: en Veracruz comenzó ganando distritos importantes como Coatzacoalcos y Xalapa, con los entonces diputados federales Rocío Nahle y Cuitláhuac García Jiménez; éste último contendió por la gubernatura en 2016, pero quedó en tercer lugar, quedando detrás de los primos Miguel Ángel Yunes Linares (quien se convirtió en gobernador abanderado por el PAN-PRD) y Héctor Yunes Landa, por el PRI, siendo el primer candidato derrotado a la gubernatura de Veracruz.
En ese 2016, se tendría a la primera Legislatura con miembros de Morena, aunque el control del Congreso lo tendría Yunes Linares a través de su bancada, que además tenía como aliados a priistas y ex duartistas que estaban a punto de ir a la cárcel.
Esa primera bancada estuvo comandada por Amado Cruz Malpica (hoy alcalde de Coatzacoalcos; muy cercano a Rocío Nahle) y por Zenyazen Escobar (ligado al grupo de Cuitláhuac García); tuvo embates, pero resistió pese a perder diputados que se fueron al PAN u otros partidos, marcando la pauta de lo que sería una nueva manera de legislar con actores políticos poco conocidos.
Para 2018, la fuerza de Morena fue contundente: no sólo ganó gubernaturas como la de Veracruz en la figura de Cuitláhuac García Jiménez, sino que ganó la mayoría de los distritos federales. La joya de la corona, obviamente, fue la Presidencia de la República, con Andrés Manuel López Obrador.
Desde ahí, Morena lo ha ganado todo. La fuerza, prestigio y carisma de López Obrador entre la población, capitalizó el voto para su partido.
Morena tomaría control del Congreso del Estado en la siguiente legislatura, la LXV (periodo 2018-2021). Se consolidaba como la primera fuerza política en el país y en el estado, con un mini-Yunato en la gubernatura de dos años vapuleado y muchas viudas que le apostaron a la continuidad del prianismo.
Pocos entendieron (o han entendido) que ya las cosas cambiaron. Ya no son los mismos tiempos y se empoderaron grupos minoritarios que antes desdeñaban, incluidas las mujeres, a las que sólo les daban cargos por mera representación. El mensaje del votante era o es claro: están hartos de la vieja política y de sus partidos vetustos.
Esa segunda legislatura con diputados de Morena fue la primera con la bancada más grande del partido guinda, aunque no llegaron a tener la mayoría calificada; no obstante, salieron adelante varios temas, sin problema alguno.
Desde ahí destacó el nombre de Juan Javier Gómez Cazarín, quien llegaría por el extinto Partido Encuentro Social (PES), pero se convertiría en un político muy relevante para Morena por su gran capacidad de negociación. Fue todo una revelación, al grado de que se convirtió (contra los pronósticos de muchos) en presidente de la Junta de Coordinación Política.
Al principio, Gómez Cazarín tuvo muchas críticas (especialmente de “alzados” y “fifís” que se sienten superiores) por su forma de expresarse, vestirse y hasta por sus gustos musicales.
Una vez, por ejemplo, le criticaron que tuvo la amabilidad y el detalle de amarrar las agujetas a un diputado del PRI, lo que los “genios-superiores-socialmente-hablando” interpretaron como un legislador de Morena que se hincaba ante el otrora todopoderoso tricolor. Esos “azotados” querían seguir vendiendo esas barajitas de interpretaciones y especulaciones absurdas… y lo siguen haciendo… No los distraigan.
Gómez Cazarín decía entonces con orgullo que efectivamente le gustaban rolas de “El Haragán” y “Junior Klan”; en redes sociales (de las cuales es muy adicto) sube videos donde escucha música de “Chico-Ché” o “Nelson Kanzela”, como también narra sus quehaceres diarios, dónde anda y cuáles son sus agendas de trabajo. Quizás su único gran defecto es irle al América (nadie es perfecto).
El originario de Hueyapan de Ocampo demostró algo que a la mayoría de los políticos les cuesta hacer: ser auténtico y no andar posando. Los “azotados” de los que hablábamos, por ejemplo, decían que cómo era posible que tuviera un cargo así luego de que pasaron por la misma silla personas como Juan Nicolás Callejas Arroyo o Ignacio González Rebolledo, que eran unos viejones muy chidos, pero ya no encajarían en el nuevo modo de hacer política.
Pues con todo y críticas, Gómez Cazarín ha sido el único que repitió dos veces como presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado. Ahora hasta nos va a parecer raro que ya no lo vamos a ver en esa oficina.
Termina ahora la LXVI legislatura del Congreso del Estado de Veracruz, que inició el 5 de noviembre de 2021 y concluirá su período el 4 de noviembre de 2024. Esta fue la de la primera abrumadora mayoría de Morena y aliados, con una oposición disminuida, reducida a casi nada. El PRI, por ejemplo, que fue siempre el partido dominante, no ganó ni un distrito y sólo tuvo dos diputados plurinominales: Marlon Ramírez y Anilú Ingram, pero ésta renunció y se fue al Partido Verde, convirtiéndose en aliada de Morena.
Este jueves será la última sesión de dicha legislatura, dando paso a días en donde el personal del Congreso del Estado estará abocado a lo que será la entrega-recepción para los nuevos diputados que empiezan el 5 de noviembre.
Esta nueva legislatura es la que trae todo el “power” de Morena: 21 diputados de mayoría relativa, más cuatro del Partido Verde y cuatro del Partido del Trabajo; el PAN sólo tiene una diputación, aunque todavía faltan las pluris. El PRI, ni sus luces (salvo dos pluris: un Yunes, pa’ variar, y la esposa del dirigente estatal).
Esta sería la tercera legislatura (la LXVII) ya con presencia fuerte de diputados de Morena; la primera que, además, acompañará a la primera mujer gobernadora de Veracruz: Rocío Nahle, quien no tendrá problema alguno para gobernar teniendo al Congreso de su lado y con una oposición disminuida, casi desaparecida. Invisible.
Por ejemplo, se duda que la diputada Indira (del grupo de los Yunes) se quiera poner muy opositora, dado que sus jefes políticos en el Senado ya traicionaron al PAN y votan a favor de las iniciativas de Morena.
Pero en una de esas, capaz y se rebela… ¿Será? ¿O jugarán en contra aquí los Yunes y sus piezas? A ver que sale, mi buen.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: El que de plano ya fue a ofrecer alma y “nachas” a lo que queda del otrora todopoderoso PRI nacional fue el ex dirigente del extinto PRD en Veracruz, Sergio Cadena Martínez. La foto la presumió el propio presidente del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, Alejandro Moreno, “Ulito” (creo que así le dicen) en su cuenta del “Chuirer”, donde se ve al ex perredista y ex alcalde de Catemaco junto a los líderes estatales Lorena Piñón y el “Fofo” del Ramírez… “Ulito” publicó: “En equipo, con el grupo mayoritario del PRD, haremos una oposición fuerte y sólida por el bien de Veracruz. ¡Vamos con todo!”… Futa, ¿no le avisaron que de plano el PRD ya ni existe en la entidad?.. Por cierto, este martes hubo ex empleados del Comité Estatal del sol azteca en Xalapa quejándose de que les deben quincenas y aguinaldos desde 2023, además de su liquidación… Vaya “ficha” que se llevó “Ulito” a la mesa para empinar la copa, a quien por cierto detectaron como aliado del ilustre ex secretario de Gobierno “Bola Ocho”.
OTRA NOTA: El que será presidente de la Junta de Coordinación Política en la LXVII Legislatura, Esteban Bautista Hernández, extendió la mano a legisladores de oposición: “si hay un voto de MC, si hay un voto del PAN, si hay un voto de otro compañero, será enriquecedor y eso robustece más las iniciativas de nuestra gobernadora. No lo van a estar pensando por un partido político, lo van a estar pensando por Veracruz, por las carreteras destrozadas, por muchos apoyos que hacen falta. Yo creo que todo voto es bienvenido, y eso va a fortalecer más los acuerdos que vayamos a sacar en esta comisión”… Así lo expresó este martes en entrevista concedida a periodistas, a quienes también recomendó no estar detrás del escritorio y no andarle buscando bajo las piedras (¡Ayñ!).
LA ÚLTIMA PORQUE PENDIENTE CON LA COLECCIÓN DE EZIO AUDITORE: Este martes, la agencia Reuters dio a conocer que salió recientemente un cargamento de 400 mil barriles de petróleo hacia Cuba, para ayudar a la crisis que prevalece en la paradisiaca isla, como la de que plano no tienen energía eléctrica… Le comparto que anduvimos ya hace algunos años por allá, pero recuerdo que poco se veía de tiendas chinas o algo que estuviese moviendo el dinero asiático por allá, salvo los autos Geely como el que rentó Betogato para irnos de La Habana hasta Santiago de Cuba por las exequias de Fidel Castro; o el barrio chino en la capital cubana… Se supone que Cuba es comunista como China, pero algo deben oler los asiáticos que prefieren inundar e tiendas a ciudades enteras de México (como en Minatitlán, Coatzacoalcos o Xalapa) en lugar de irse a meterle harta lana a la isla, que seguramente debería ser un paraíso para invertir, casi virgen… Al menos eso no se oye o se ve lo anterior y parece que los venezolanos ya no tienen para sostener a otro país entero de poco más de 11 millones, que es más de la mitad de la población de la patria del extinto Hugo Chávez… Qué chido que México ayude de forma humanitaria, pero acá también necesitamos salir del hoyo, y así que Pemex parezca empresa petrolera de árabes exitosos, pues nomás no. |
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