Todo mundo habla del amor verdadero; pero ciertamente muy pocos lo conocen. Hay quienes dicen que no existe; pero ellos olvidan cuando fueron niños y amaron al mundo y a sus animales, con un amor puro, un amor verdadero. Ese que se vuelve una ilusión, una utopía que solo alcanzan los poetas. Pero generalmente ellos hablan del amor como una tragedia que hace daño, deja dolor...
Pero ese amor sano, limpio, se va perdiendo con los años. Y para ser más preciso, se va perdiendo con la alimentación. Y si finalmente, todos somos el resultado de lo que hemos comido. Si comemos porquerías, en eso nos convertimos. La violencia, la envidia, la traición, el odio, la ambición, son síntomas de enfermedades. La humanidad está enferma; por eso pelea y mata. Los sanos ven la vida de otra manera, el pleito no es lo suyo...
El verdadero amor sano, limpio, el que no engaña, solo se da entre personas sanas. Los enfermos aman como enfermos y ese amor lastima, hace daño. Pero el amor tiene que empezar por uno mismo. Nadie puede amar a nadie, si antes no se ama a sí mismo. Pero como nadie puede amar lo que no conoce, nos enfrentamos al verdadero problema: la humanidad no se conoce...
Todo cuanto existe sobre La Tierra, tiene un fin, una razón de existir, es decir, existe para algo. Excepto el hombre, el ser que a sí mismo se dice humano; cuando es lo más inhumano que puede haber. La humanidad no tiene sentido; no tiene rumbo. Hacia dónde vamos, hacia dónde nos llevan. Y todavía más...
Para qué servimos; si todo lo que hacemos es basura, toneladas de basura que contaminan todo. Visto desde afuera, el hombre, al destruir La Naturaleza, se está destruyendo a sí mismo. Lo que no habla de seres inteligentes, ni sanos. Pero...
Nada es más cierto que el amor puede cambiar al mundo. Pero el mundo necesita ejemplos, no palabras. Tal vez son ya los tiempos para que aprendamos a vivir de otra manera, ser felices y vivir en paz.
Cambiando de tema...
Antes, mucho antes, cuando los refranes y sentencias de los viejos, se tomaban en cuenta; decían que el miedo no anda en burro. Animales ciertamente inteligentes, contrario al concepto generalizado que se tiene de ellos; pero son más inteligentes que los caballos. Si alguien mete a un burro en medio de una manada de caballos, al rato todos los caballos van a ir siguiendo al burro. Aquí es al revés, es decir, que los burros son los que siguen a los listos, a los que se pasan de listos...
Pero estábamos con que el miedo no anda en burro, ahora el miedo viaja en aviones y drones; como los que fueron perfectamente, matemáticamente, coordinados para echarles humo a los sicarios de Jehová. Ya la hazaña de volar esa cantidad de aviones en formación, es digna de admirarse. Y el apoyo a la causa, es de reconocerse. Y sin disparar un solo tiro. Bien por los chinos...
Apoyaría que nuestro Presidente fuera chino. ¿Por qué no? Si en Querétaro tienen a un veracruzano de gobernador y en Veracruz, la Gobernadora es de Zacatecas. En apoyo a lo citado de que fuera chino el Primer Mandatario de la Nación; acaban de sentenciar a la pena de muerte, a dos funcionarios que agarraron sobornos...
Claro que aquí sería un matadero, como en Gaza, pero legal. Repito, si el Presidente fuera Chino. Pero nos quedaríamos sin gobernantes y sin Partidos Políticos. Lo que se prestaría para iniciar algo nuevo. Y no repetir con la democracia; que es precisamente la que nos está llevando a la ruina con esta cuerda de delincuentes que, junto con los cárteles, se han apropiado de nuestro México.
Una encuesta reflexiva y rápida...
No pocas veces he citado al Gran Corso, Napoleón (1769 – 1821) quien decía: “Las mujeres son mejores, o peores que los hombres; pero nunca iguales”. En nuestro caso, hay Ustedes dirán.
Y nos vemos mañana si el Sol me presta vida.
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