Aceptando, aún sin conceder, que las cifras que nos han dado sobre las muertes ocasionadas por el Bicho son reales; cabe hacer notar que en 1900, según datos de la ONU, en el Planeta vivían 1,500 millones de personas…
Y que a causa de la llamada gripe española, en solo el año de 1918 murieron entre 20 y 40 millones seres humanos. Y se le llamó española, porque dadas las condiciones de censura que había durante la 1ª Gran Guerra, la información sobre las bajas estaba controlada…
Pero como España no intervino en el Conflicto, las pesquisas que de ahí salían era más creíbles; entonces, para dar confiabilidad a todo lo relatado referente al número de bajas causadas, era común decir que venía de España. Pero lo que llegaba de España era la información, no el virus…
No obstante, lo cierto es que el origen del virus fue en Kansas; precisamente el 4 de marzo de 1918 en el campamento militar Camp Funston cuando se detectó; y formalmente se conoció del último brote en 1920…
Hay otras informaciones que datan fueron entre 50 y 100 millones de personas las fallecidas durante toda la pandemia. Pero dejando la cifra en la condición más baja, en los 20 millones, cuando la población debería ser, como arriba se cita, un poco más de los 1500 millones a principios del Siglo XX…
El porcentaje de los habitantes del Planeta que habría fallecido es significativamente distinto al que hasta el momento han muerto a causa del pánico que el Bicho ha desatado -poco menos de 500 mil-…
Que con una población mundial de 7,700 millones según las cifras más recientes, los números dictarán que no es tan letal como lo están haciendo creer; cuando menos en comparación con el de la gripe española, considerado el más letal de la humanidad…
Y que, por consiguiente, las condiciones que tratan de imponer como permanentes, la sana distancia, el cubrebocas, más obedecen a cuestiones que poco o nada tienen que ver con la sanidad…
Tema, el de la sanidad y las epidemias, que evidentemente desconocen todos los expertos ¿? epidemiólogos; porque si conociendo las normas esenciales, no las aplicaran; entonces el hecho no se calificaría como ignorancia…
Pero lo cierto es que hasta la fecha no han entendido que lo primero que hay que hacer en una epidemia -y vuelvo a repetirlo una vez más para ver si a alguien se le prende el foco y hacen algo sensato- es estudiar a los que no se han enfermado; y establecer las coincidencias para encontrar el camino a seguir y evitar los contagios.
Ya de salida…
Mientras el presidente López Obrador señala e insiste en que va a seguir enfrentando a la delincuencia y a la pandemia y que vamos a salir adelante, el día de ayer, por tercera domingo consecutivo desfilaron sonoras caravanas de automóviles pidiendo su renuncia. Y cada vez son más.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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