Era el 12 de diciembre del 2012. Y según algunos estudiosos del Calendario Maya que le entienden a eso de la Arqueología, dijeron que el mundo se iba a acabar...
Pero otros, igual de estudiosos, solo que, con otra óptica, pues le hacen a la Astrología, dijeron que no se iba a acabar el mundo como tal. Que habría un cambio de Era. Que la vida en La Tierra sería distinta; pues terminaba un ciclo de 5,126 años. Y que Bolon Yokte, El Dios Maya de la Guerra y la Creación, regresaría...
El caso, es que entonces tenía un Programa en Radio Universidad Veracruzana y me autorizaron a transmitir ininterrumpidamente de las 20:00 Hrs. a las 2:00 Hrs. para estar pendientes y presentes, por si algo sucedía en alguna parte del mundo...
Pero nada. Algunos se fueron a dormir aliviados y otros lo hicimos satisfechos de haber llevado a cabo esa transmisión. En ese momento importante; hoy olvidada como fecha. Pero interesante para detenerse un poco a reflexionar...
Porque ya tiene varios meses que mis amigos astrólogos habían advertido de cambios que vendrían por la cercanía de Marte, el Dios de la Guerra, según la mitología romana. Llamado Ares por los griegos...
Y resulta que Bloomberg, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, que recién publicó la última edición de su estudio anual de conflictos armados, han sido documentados 183 conflictos regionales y locales, la cifra más alta registrada en 3 décadas...
Y si se toma en cuenta que en la ONU están inscritos 193 Estados miembros; como que se puede decir que prácticamente el mundo está en guerra...
Eso nos lleva a recordar las palabras de Homero (Siglo VIII antes de esta Era) llamado “El Poeta Divino”, autor, nada más, ni nada menos, de dos de las obras más importantes de la literatura Universal, La Ilíada y la Odisea...
“Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y de bailar; que de hacer la guerra”...
Y si el pasado viernes, El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó un alto al fuego humanitario e inmediato; más la liberación incondicional de todos los rehenes, ya que de sus 15 miembros, lo aprobaron 13. Solo el Reino Unido se abstuvo y EE.UU. lo vetó...
Pues el día de ayer martes, la Asamblea General de la ONU, aprobó una resolución que también exigió un alto al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y garantizar el acceso a la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza...
Y 153 países votaron a favor, 23 se abstuvieron de hacerlo y 10 lo hicieron en contra. Entre estos últimos, Israel, EE.UU. Austria, la República Checa, Guatemala, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea y Paraguay...
Pero todo indica que nadie les hará caso de detener el fuego, ante los terribles sionistas que lo que quieren es continuar su invasión para apoderarse de más terrenos que nunca han sido suyos...
Lo que vuelve a confirmar que la ONU y nada, son dos nadas. Por lo que los civiles seguirán siendo masacrados por los hijos escogidos del no menos terrible de don Jehová.
Cambiando de tema, pero continuando con las guerras...
A todo esto, un alicaído Zelensky -muy distinto al que se presentó hace un año como héroe- llegó ante el Congreso de EE. UU. echándose lo que podría llamarse su mañanera ucrania de mentiras...
Pues para conseguir la ayuda, declaró que las bajas rusas y la recuperación del territorio con la destrucción de cientos de blindados del Kremlin, era el momento propicio para ganar la guerra. Una guerra que se sabe que está más que perdida...
Pero finalmente, se retiró sin lograr que los republicanos aprobaran la ayuda de los 106 millones de dólares que los demócratas piden para Israel y para Ucrania...
Y ante el escepticismo de la UE para seguir apoyando la perdida guerra en la que los más perjudicados han sido ellos, no los rusos, da a entender que la invasión de Kiev a los territorios de la Federación Rusa, está a punto de terminar...
A todo esto, María Zajárova, vocera de Rusia, ratificó lo que desde un principio quedó establecido y por demás claro: la paz duradera en Ucrania solo es posible si Occidente deja de suministrar armas y Kiev reconoce las nuevas realidades territoriales. Pero parece que no a todos les interesa la paz.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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