Por Héctor Yunes Landa
El enriquecimiento descarado de algunos funcionarios morenistas, la agresión e intimidación ordenada por quien está encargado de la seguridad de los veracruzanos, las cifras falsas sobre la deuda y las finanzas del estado, los grandes negocios al amparo de la pésima de educación de la niñez veracruzana y la pretensión de acabar con la pobreza otorgando 90 pesos al año a beneficiarios de programas sociales, marcaron las comparecencias con motivo del sexto y último informe de un gobierno que agoniza, víctima de la incompetencia y la corrupción.
Utilizadas en las más de las veces como pasarelas políticas para el lucimiento de los funcionarios, hoy podrían convertirse en un verdadero ejercicio de transparencia ante el aniquilamiento de los organismos de acceso a la información pública.
Así, por ejemplo, los veracruzanos pudieron conocer de la nueva y ostentosa vida personal del Secretario de Gobierno sustituto, el tabasqueño Carlos Alberto Juárez Gil, quien ante la imposibilidad de justificar su súbita riqueza sólo pudo recurrir a una expresión de su tierra natal. ¡Ay Mojo!
Pasar de rentar una modesta vivienda a adquirir casas, rancho, vehículos de lujo y hasta un yate con un sueldo de funcionario es corrupción. Las acusaciones en su contra no son un posicionamiento político, tendrán consecuencias legales una vez que se presente la denuncia correspondiente.
El sainete provocado por la irrupción de un grupo de porros infiltrados por el propio secretario de seguridad pública, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, para tratar de intimidarme e insultarme y, posteriormente, agredir a una reportera, develaron el rostro de la perversa actuación del jefe de la policía.
Veracruz sigue siendo rehén de muchos grupos de la delincuencia organizada. La desaparición de la Guardia Civil sólo fue un acto de autoritarismo para cubrir la corrupción e impunidad de los mandos policiacos. Nadie ha sido castigado por los excesos y violaciones a los derechos humanos. Tampoco el agresor del Congreso.
Ambos casos fueron noticia nacional.
Las cuentas alegres del Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, son insostenibles. El anuncio de que dejarán 10 mil millones de pesos en caja a la próxima gobernadora, contrasta con la intención plasmada en el presupuesto 2025 de adquirir más deuda pública por la misma cantidad.
Veracruz no redujo la deuda como ellos afirman. Las cifras de la Secretaría de Hacienda muestran el manejo engañoso de las cifras y la incompetencia del gobierno que devolvió a la federación miles de millones de pesos a causa de los irresponsables subejercicios.
En la Secretaría de Educación y la Secretaría del Trabajo, sus ex titulares Zenzayen Escobar y Dorheny García siguen ejerciendo un poder pleno en detrimento de quienes hoy tienen esa responsabilidad, gozando con impunidad de prerrogativas y negocios que construyeron a lo largo del sexenio. Sólo el fuero los podría salvar de las denuncias en su contra.
La comparecencia del gobernador Cuitláhuac García marcará el fin de un gobierno manchado por la ineptitud, la violencia criminal, la corrupción y la persecución de ciudadanos y adversarios políticos, mismas que han sido denunciadas incluso por sus propios correligionarios.
Así concluye el peor gobierno que ha tenido Veracruz.
La puntita
La convocatoria para la elección de jueces, magistrados y ministros 2025 fue un fracaso. Terminaron inscribiendo hasta por correo electrónico. El fraude va… |
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