Por Héctor Yunes Landa
La reforma a la Ley del Infonavit es una trampa perversa. Con el control del Instituto de la Vivienda para los Trabajadores, el gobierno de Morena pretende adueñarse de más de 2.4 billones de pesos que corresponden al ahorro de los trabajadores.
Los fondos del Infonavit no es dinero del gobierno. Se integran con tres aportaciones: la del trabajador, la de las empresas y la del gobierno federal. Sin embargo, ni los trabajadores ni los patrones fueron consultados sobre una reforma que les resta poder sobre el uso y destino de su dinero.
La excusa es que el gobierno de Claudia Sheinbaum ofreció construir un millón de viviendas, pero no tienen recursos para hacerlo. El único que los tiene es el Infonavit.
Si bien la reforma constitucional busca garantizar a todas las personas el derecho a disfrutar de vivienda adecuada –ya sea a través de la construcción o el arrendamiento social con opción a compra-, la ley exhibe el oscuro interés del gobierno de Morena de utilizar libre y discrecionalmente los recursos del Infonavit.
Si los trabajadores desean disponer de sus ahorros, no lo podrán hacer porque estarán comprometidos en la construcción de viviendas por parte de una empresa del gobierno. Así, los trabajadores ponen el dinero y el gobierno, el negocio y la corrupción.
El gobierno de Morena asegura que se busca mejorar la operación del instituto; también contempla un esquema integral para lograr la construcción de un millón de viviendas; y acusa, una vez más sin pruebas, temas de corrupción, incluyendo las ganancias de los representantes de trabajadores y empresarios.
Todo es una gran mentira. La reforma permitirá al Infonavit disponer libremente de los recursos bajo su administración, facultad que no tenía.
Para ello, el gobierno tomará el control de la Comisión de Vigilancia y de los Comités de Auditoría y de Transparencia, rompiendo la representación equitativa de trabajadores, patrones y gobierno, y adjudicándose una mayoría autoritaria. Además, se elimina la regulación y supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Por si fuera poco, ya no será la Asamblea General, sino la presidenta Sheinbaum quien nombre al director del Infonavit. Esa es la razón por la que hoy encabeza al instituto un personaje como Octavio Romero, un agrónomo que quebró a Pemex en sólo seis años.
En conclusión. El gobierno será quien administre el dinero a través de un Director General nombrado por la Presidenta. El gobierno decidirá en qué se utilizarán esos 2.4 billones de pesos. El gobierno será quien supervise y audite el gasto de esos recursos. Así, no habrá nada ni nadie que impida que el gobierno maneje libremente el dinero de los trabajadores, sin responsabilidad alguna.
Como coordinador de delegaciones en la zona norte del país, el Infonavit también fue mi casa. Ahí aprendí que contar con un hogar propio es el sueño de millones de familias en México, sin embargo, muchas veces las condiciones económicas y el ingreso personal no siempre permite alcanzarlo. Esa es la tarea del Instituto.
Hoy, la ambición de Morena, podría convertir el sueño en una pesadilla.
La puntita
Concluye un año que ha marcado la historia del país y de Veracruz. Iniciaremos un año complejo, con riesgos evidentes en lo social y en lo económico. Ante lo incierto, deseo que las familias veracruzanas gocen de salud, empleo, seguridad y que tengamos la fuerza de cumplir nuestros propósitos. ¡Muy feliz año nuevo! |
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